La ansiedad no es tu enemiga

¡Hola! Me llamo Angélica y hace tres años un médico internista me diagnosticó una depresión con crisis de ansiedad asociadas. Te preguntarás, ¿por qué te lo diagnosticó un médico internista y no un psicólogo? Pues yo tampoco lo sé, sin embargo así fue y yo confié en ese momento en mi médico. He experimentado la ansiedad varias veces y puedo decir que en todo este tiempo pienso que la ansiedad es cuando aparecen sensaciones extrañas en tu cuerpo, la ansiedad es cuando ansías no sentir esas sensaciones nada cómodas.

Ansiar es querer que la realidad sea diferente, querer mejorar de un momento a otro, que eso que estás sintiendo se vaya rápido y en ese desear es que se genera miedo, descontrol y resistencia 

VOY A MORIR,

ESTOY LOCA,

ESTOY ENFERMA,

NO SIRVO PARA NADA,

MI CUERPO ESTÁ MAL,

NO SÉ A DONDE IR,

ESTOY MAL DE MI CABEZA.

Cuando un médico te diagnostica con ansiedad es ahí cuando empieza el miedo y la confusión ¿Por qué? Pues porque hay muchas maneras en las que la ansiedad es vista por las cuales las personas y cada una de ellas empieza a decirte como controlarla o quitarla.

Recuerdo cuando el médico me diagnosticó la depresión con crisis de ansiedad y me dijo que tenía que tratarme con medicamentos para sentirme bien, mi cabeza en automático me decía PELIGRO, PELIGRO y es lógico porque la sociedad ve las enfermedades mentales como algo realmente fatal, como si fuera lo peor que le puede suceder a una persona, lo difícil de la ansiedad son los pensamientos negativos y también esas sensaciones desagradables que en cualquier momento puedes tener, muchas veces me alejé de familiares y lugares concurridos por miedo a pensar que esas crisis de ansiedad me darían cuando estuviera en ese momento con ellos y eso me causaba preocupación porque no quería que me vieran así de vulnerable. Pensaba que si estaba sola en mi habitación ahí me encontraba a salvo, sabes, la finalidad no es esa de alejarte para sentirte a salvo sino sentirte a salvo contigo estés donde estés.

La mente es muy poderosa y siempre he pensado que así como puede levantarte del piso, también puede mandarte ahí una y otra vez. Me gustaría recalcar que TU CUERPO NO ES TU ENEMIGO, que la ansiedad no es tu enemiga, anteriormente ya les había mencionado que cuando tu cuerpo te habla y no lo escuchas, buscará la forma de hacerte saber que se encuentra mal. Confía en tu cuerpo, analiza en lo profundo qué es lo que necesitas, todos le damos una forma a nuestra ansiedad y cada uno de nosotros la describimos como la vemos dentro de sí mismos. Debes aprender a resignificarla y darle una forma menos cruel por así decirlo, es necesario hacerse amigo de nuestro cuerpo y confiar en él y sobretodo tener esa seguridad que si por ahora la está pasando mal con ayuda de tu mente y en conjunto saldrán adelante.

Últimamente he visto en redes sociales que a cada estado de ánimo la asocian a ansiedad. Los estados de ánimo son una actitud o disposición en la vida emocional, no es una situación emocional transitoria, es una forma de permanecer, de estar, cuya duración es prolongada. Se diferencia de las emociones en que es menos específico, menos intenso más duradero y menos dado a ser activado por un determinado estímulo o evento, es muy importante que si tu sientes que algo no está bien en ti busques ayuda profesional con un psicólogo antes de tomar la decisión de comenzar un tratamiento. Tomar ansiolíticos o algún medicamento para sentirte bien puede resultar delicado si no vas de la mano del manejo de un profesional. También quiero recalcar que en verdad es un desafío al que te enfrentas cuando abandonas el tratamiento al que te habías sometido sin antes haberte informado acerca de este. ¿Por qué? Pues porque también tiene efectos secundarios y reacciones en tu cuerpo y no solo a tu mente. Tratemos de ser lo más consientes acerca de estos temas ya que muchas veces nos dejamos guiar por la mala información que existe y lejos de ayudarnos nos perjudicamos más.

No quiero despedirme sin antes decirte una frase que escuché hace poco: “La sabiduría de la ansiedad es convertir el miedo en curiosidad”. Así que sé curioso, busca, infórmate y analiza todo lo que lees, pero sobretodo confía en ti, confía en que nada es eterno aunque muchas veces así lo sientas, todo pasa y tú al igual que yo saldrás adelante. Florece, en la situación en la que te encuentres, porque en la sombra también puedes florecer.