¿Existe la relación de pareja ideal?

parejas

Psicoanálisis

El otro día hablando sobre las relaciones de pareja con un amigo, tratábamos de llegar a un acuerdo, solo para darnos cuenta de que somos irremediablemente distintos. Me decía mi amigo que pareja viene de par, y que por ende, sus partes deben procurar cierto equilibrio entre el dar y recibir, ya que sería injusto o disparejo que uno de más que otro. 

El primer problema que tengo con esto es el mismo que tendría con cualquier modelo o fórmula que intente definir de modo general algo cuya naturaleza es singular. Las parejas varían de una a otra. En segundo lugar, hablábamos de una pareja de amiga, es decir a la que conocemos de cerca. Por eso las diferencias en el diálogo nos implicaban más allá de la conversación, a través de identificaciones. Por ese motivo las generalidades me hacían tanto ruido. 

Al fin y al cabo La Pareja ideal no existe más que como idea, pero nuestros amigos sí. De algún modo nuestras formas tan distintas de pensar, reflejaban el choque de dos lógicas que se daba entre esos amigos. Hablo de la lógica más histérica por un lado, y otra más obsesiva por el otro. Histeria y neurosis obsesiva, son lógicas distintas. A grandes rasgos, la primera se lleva mejor con los grises, los matices, las paradojas, y la reunión de varios sentidos que pueden participar en la elaboración de una postura ideológica. El cuerpo y sus sentidos participan en la toma de decisiones. 

Por el contrario en la lógica obsesiva la cabeza se separa del cuerpo, y lo mismo ocurre con las posturas, son más cerradas, lo que es negro no es blanco y lo que es gris es gris. Nada se mezcla. No pueden quedar cabos sueltos y si irrumpe el cuerpo es un problema que se puede aprender a controlar, medir, ordenar y colocar en su sitio. Es distinto. 

La música y el baile son expresiones del cuerpo, cuando el cuerpo dirige el pensamiento, surge la poesía visual, la representación, la capacidad de contar con el cuerpo y los objetos del entorno jugando con las ideas. Distinto es el perfeccionamiento, la dirección de una acción o parte del cuerpo, a los fines de un resultado previsto. Es totalmente diferente. 

Las definiciones que se proponen como modelos excluyentes me parecen un corsé cuando se trata de un caso. El pensamiento puede ser como un vestido, con vuelo, que permita proyectar las figuras en lugar de sofocarlas. Lo mismo pienso de la pareja, que tiene que ser suelta, o elástica, para marcar, realzar, proyectar, pero no para encorsetar al partener. 

No hay mejor modelo de la realidad que un caso, y un caso es algo siempre singular. Por eso una definición de pareja es algo imposible, hay parejas, no existe La Pareja. El movimiento de llevar una pareja singular al ideal de pareja es pura imagen, que deja por fuera el mundo singular de esa construcción única entre dos. 

Es típico de una pareja en crisis compararse con otras parejas a las cuales se ha idealizado, pienso que si piden consejos se deben saber ponderar las diferencias de su contexto. No hay dos personas iguales, eso es pura identificación. A veces las amigas más que escuchar o acompañar intervienen para que dos hagan, por proyección lo que ell@ harían en su lugar. Por eso nunca hay que perder de vista que el interlocutor siempre tiene intenciones, algunas inconscientes, y está movido en su relato por sus propias pasiones. 

Pero hoy día también, como un signo de esta época, se idealiza la soltería. Las parejas en crisis imaginan con envidia la libertad de las personas solas. Entonces se arman como dos columnas. Una de los solos y otra de los en pareja. Y de cada lado cada quien pone lo que imagine. Lo que no hay que perder de vista es que ese modelo de columnas es tan irreal como el modelo de Pareja que comentaba al principio. Son ideales, proyecciones imaginarias, identificaciones que nos ponen de uno u otro lado para agotarnos mentalmente. 

El amor, la tranquilidad, la libertad, la compañía, la autonomía, la capacidad de progresar, la felicidad, no son cosas que se adquieran con un cambio de estado civil ni de pareja. Un clavo saca otro clavo, pero el agujero que se intenta tapar necesita irremediablemente un duelo. No hay separaciones sin angustia, ni parejas de iguales, parejas redonditas y pares. El amor puede derribar muros establecidos de género, edad, política, religión, estructuras, clase, pero eso no significa que resuelva los problemas, ni siquiera signifique que se terminen los prejuicios.

Hay parejas disparejas como decía mi amigo, pero no como él las piensa, las parejas disparejas son aquellas en las que hay asimetría en vínculo, en las que un prejuicio se encarna para ambos, actuando ambos lados de una lucha de poder. En ese caso la diferencia no es sana. 

Una cosa es ser distintos y otra cosa hablar de asimetría un vínculo. Creo que la simetría de poder en una pareja es nociva para ambos. Sin embargo las diferencias son enriquecedoras de los vínculos, permiten el aprendizaje y mantienen vivo al sujeto-pareja. 

La diferencia con mi amigo es que para él las diferencias, lo que él llamaba impar o disparejo son siempre asimetría, injusticia, y yo creo que a veces es injusto pretender que el otro sea igual a uno, cuando no puede o no quiere serlo. Es un tema complicado. 

No es que no haya o no sean sanas hipotéticas parejas de personas iguales, sino que es otra la pregunta, la pregunta que le hice es para él si puede haber pareja dispareja, pareja de distintos, y si esto puede ser sano, si se puede convivir y celebrar la diferencia o si se debe necesariamente emparejar la cuestión. Esa era discusión con mi amigo.  

Vayamos al caso que motivó la discusión: Se conocieron en un viaje, que cada uno hizo para procesar una reciente separación. Él es de provincia ella de capital. Ella es maestra de primaria y tiene un micro emprendimiento de organización de eventos infantiles, él tiene una flota de transportes pero podría vivir un año sin trabajar. Él tiene varias propiedades a su nombre, ella alquila y no le sobra. Él nunca formó familia, ella tiene un hijo de tres años. Él no se compra nada, a ella le gusta regalarse de vez en cuando. Él tiene cerca de cincuenta, ella menos de cuarenta. A él le encanta viajar, ella quiere una casa y progresar en su trabajo. Él es liberal, ella es peronista. 

Ese es el caso en cuestión, pareja de media década de relación. Se acomodan para verse los fines de semana. Sobre ella mi amigo trazaba su esquema. Cómo se verá ese esquema de pareja aplicado al ejemplo, no parece el mejor mapa para encontrarse, sino para perderse. Justamente como tratar de poner un corsé a una ballena. Ya que no hay nada parecido en estas dos personas. 

La relación se desgastó. No pudieron resolver sus diferencias. Este hombre se quejaba de que ella siempre tenía un problema diferente, que su hijo, su trabajo, la renovación de un contrato, mudanzas, pandemia que le costaba más tiempo, problemas con el padre de su hijo que no podía cuidarlo, o que no apoyaba en las tareas del colegio, temas de salud, y así por el estilo, cosas que según él le quitaban tiempo. Ella por su parte, pensaba que entre tantos temas en los que debía repartirse, no tenía lugar para quejas, y que era tan simple como mudarse juntos, compartir tiempo y espacio. Ella tendría más dinero para viajar con él, más tiempo para compartir y menos problemas. 

 Cuando uno ve diferencias que se vuelven el foco de un problema, será menester que ambas partes cedan algo siempre y cuando quieran resolverlas. Pero saliendo del caso, la pregunta es: ¿Tiene que ser par la pareja? Si es así, no hay nada que hablar porque no hay ninguna pareja aquí, lo que vemos es un simple rompecabezas que llevará a forzar el ejemplo para entrar en la definición de la “par –pareja”. 

Rara vez dos personas disponen del mismo tiempo, dinero, ganas, porque cómo dice una expresión: cada quien es uno y sus circunstancias. Es difícil encontrar en un par algo que no sea diferente, sin embargo no es menos cierto que los enamorados solo ven coincidencias. Y por algo dicen que el amor es ciego. Tal vez haya que aclarar que para coincidir en algo es necesario diferir en el resto. Es decir, la coincidencia es un punto de encuentro entre dos trayectorias que se apartan. De un encuentro no nace una pareja. Una pareja requiere que sus partes tomen la decisión y creen las condiciones favorables de los siguientes encuentros. 

, , , , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados