Evaluación neuropsicológica del paciente con epilepsia

cerebro

Epilepsia, Psicología Clínica

En el estudio al paciente con epilepsia, se usan diversas técnicas. La más específica es la batería neuropsicológica para la Epilepsia, que incluye 2 tipos fundamentales de pruebas:

1. Inteligencia, emocionalidad y lateralidad (seleccionadas del WAIS, MMPI u otras).

2. Pruebas neuropsicológicas especializadas (seleccionadas del Halstead- Reitan Battery).

Se trata de 16 medidas discriminativas que fueron probadas -con éxito- en un grupo integrado por 50 pacientes con epilepsia, y que desde entonces se usan internacionalmente.

Otra de las pruebas neuropsicológicas más empleadas en esa área es el Wisconsin Card Sorten Test, que mide habilidades abstractas, solución de problemas y respuestas perseverativas. Se considera especialmente efectivo para pesquisar las lesiones de lóbulo frontal. Se ha utilizado para precisar señales de recuperación en pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente por presentar epilepsia refractaria a tratamiento médico.

El WAIS, con criterio neuropsicológico, ha sido aplicado en estudios comparativos entre pacientes con epilepsia y diferentes localizaciones de la afección. Se ha podido comprobar que, en las crisis epilépticas del hemisferio izquierdo, hay una disminución significativa de la comprensión verbal, mientras que en las crisis epilépticas del hemisferio derecho, se aprecia un déficit de la organización perceptual. Con la utilización de la escala de memoria Weschler revisada (WMS-R), se ha estudiado a pacientes con lobectomía temporal izquierda, y se han encontrado resultados similares.

luria

Por otra parte, el examen neuropsicológico de Luria es una de las técnicas más empleadas en esta área. Se trata de un sistema de pruebas clínico-experimentales diseñadas para recolectar datos útiles, para la formulación del diagnóstico topográfico y que permite explorar el estado de las distintas modalidades de la gnosis y la praxis del lenguaje (expresivo, comprensivo, lectura y escritura), así como el estado de la activación y regulación de la actividad psíquica en general. Algunos autores prefieren utilizar adaptaciones de ese sistema de pruebas funcionales reelaboradas, para poder cuantificar sus resultados. Tal es el caso, por ejemplo, de la batería neuropsicológica de Luria-Nebraska, mientras otros siguen los criterios evaluativos de seguidores de la obra de Luria.

En Cuba, se usan generalmente los procedimientos originales de Luria, que incluyen diversas metodologías, y si bien se ha estudiado -con éxito- a pacientes que presentan manifestaciones clínicas de lesiones tumorales del cerebro, trastornos vasculares encefálicos y enfermedades de origen traumático, en el caso de la epilepsia los resultados son insuficientes. El diagnóstico topográfico de la enfermedad comicial a partir de la exploración neuropsicológica resulta una tarea difícil cuando la epilepsia no está asociada a afecciones tumorales, vasculares o traumáticas. Esa situación se puede deber a que en la epilepsia focal no necesariamente existe estabilidad en las crisis eléctricas cerebrales, como para producir daños estructurales que conduzcan al deterioro neuropsíquico. Cuando el descontrol de las crisis se estabiliza y el deterioro se torna progresivo, entonces las manifestaciones de disfunción generalizada predominan, lo que impide establecer el diagnóstico topográfico con base en el estudio de las funciones psíquicas superiores. No obstante, algunos autores aseguran que el examen neuropsicológico permitió obtener información im- prescindible, para determinar la localización del foco epiléptico dominante, y en consecuencia, predecir los resultados del tratamiento quirúrgico a pacientes con epilepsia.

Dadas semejantes circunstancias, el examen neuropsicológico de Luria es útil para el diagnóstico topográfico de la epilepsia, si dicha afección es secundaria a una lesión cortical localizada. Cuando no es posible precisar la causa de la enfermedad, el examen neuropsicológico muestra una tendencia a la inercia de los procesos corticales y a la disminución amnésica, que son signos de ca- rácter general. Por otra parte, en los pacientes con psicosis crónica interictal esquizofreniforme, se ha encontrado una disfunción de los lóbulos frontales. Entre los signos de alteración de las funciones psíquicas superiores que permitieron establecer el diagnóstico de disfunción frontal, se hallan los siguientes:

– Alteración de la programación de la actividad. 

– Perseveraciones.

– Contaminaciones.

– Olvido del propósito.

– Disminución de la memoria reciente. 

– Impulsividad.

– Disminución de la autocrítica.

– Indiferencia afectiva.

– Ecolalia.

– Simplificaciones.

– Desinhibición de la conducta. 

– Inerciapatológica.

Es muy significativo que dichos resultados coincidan con los encontrados al estudiar la esquizofrenia. Los síntomas puestos de manifiesto al evaluar mediante procedimientos similares a pacientes con esa enfermedad, evidencian una gran semejanza con la sintomatología propia de los enfermos con lesiones frontales y/o profundas del cerebro. Parece ser que las alteraciones de las funciones psíquicas superiores detectadas en ambos casos, son consecuencia del estado psicótico y que el diagnóstico neuropsicológico de la epilepsia cuando no está asociada a elementos estructurales precisos continúa siendo prácticamente difícil de determinar.

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