Una misma Escuela para Todos

una-misma-escuela-para-todos

Psicología Clínica

En jornadas de celebraciones por el Día de la Educación cubana el pasado 22 de diciembre, el agradecimiento y reconocimiento especial a un gremio que sustenta los pilares de la nación.

Nuestro país necesita mucho del apoyo del sistema educativo para abordar las diversas y heterogéneas realidades sociales. Todo confluye en la escuela, porque una de nuestras mayores fortalezas como proyecto sociopolítico, es que la escuela es “una” para todos los niños y adolescentes cubanos. 

Pero para que lo siga siendo, debe ser una realidad que al entrar en la institución escolar, todos los niños sean iguales en derechos y oportunidades, mientras que al mismo tiempo, exista espacio para la expresión y atención de sus individualidades. 

Desde lo instructivo, el maestro debe estar capacitado no solo para impartir los contenidos de las asignaturas. Debe poseer las herramientas para que esos contenidos puedan ser recibidos lo mismo por un niño con hiperactividad, dislexia, disgrafia, un déficit psicomotor o con necesidades educativas especiales (en correspondencia con la conceptualización de la educación inclusiva). Así mismo un docente siempre debe tener presente que la esfera emocional del niño también incide en su capacidad de aprender. Por ello es esencial crear las condiciones para que los estudiantes experimenten bienestar en el aula, así como mantener una estrecha comunicación con los padres, cuando la afectación procede del ámbito familiar. Implica además, apoyar mucho más a aquellos que no cuentan como debieran, con su familia. Para ello, los maestros deben poder acceder y emplear estrategias y políticas de protección infantil. 

Mantener la premisa de un sola Educación para todos, implica también que el estado debe garantizar que en las escuelas se trabaje sobre un proyecto de ciudadanía ideal, con independencia de los aprendizajes disímiles (positivos o negativos) que traen los niños de sus casas. Y que la familia debe respetar el trabajo que en este sentido haga la escuela. Toda tendencia de algunos padres a imponer condiciones especiales de enseñanza solo para sus propios hijos, debe ser desarticulada con inmediatez. 

Para que la formación en valores no sea un mero ejercicio formal, debe apoyarse mucho más en las vivencias del estudiantado, como complemento esencial de los contenidos de las asignaturas. Todo conocimiento será mejor asimilado, si cuenta con el modelaje que permiten los ejemplos de la vida práctica que cada estudiante trae al aula. 

Los maestros deben ser el mejor ejemplo, como condición indispensable de la labor que realizan. Ellos son las figura principales de referencia, tanto como los padres lo son en la casa. El niño se parecerá más a esos modelos, que a lo que los modelos le exijan que aprenda o haga. Sin embargo -como mamá y papá- “la maestra” no es perfecta y puede equivocarse de vez en vez. Conversarlo con sus estudiantes, mostrarse vulnerable en alguna ocasión o pedir una disculpa necesaria, lejos de afectar su imagen, la humaniza y la hace más cercana a su estudiantado, en tanto la aleja por completo de dobleces morales que son lo contrario del buen educador. 

Enseñar la honestidad y la laboriosidad, por ejemplo, implica no aceptar un trabajo práctico hecho por los padres, no dar guías de estudios que replican las preguntas de los exámenes o no tener tratamientos diferentes con los niños de mayores y menores estatus socio-económicos. 

Una misma Escuela para todos los niños y adolescentes cubanos, equivale a hacer más explícita la labor de que en los entornos escolares, sea eliminada toda brecha de desigualdad social. Que cada estudiante tenga muy claro con el ambiente que se respira en la escuela, que solo su esfuerzo individual y sus buenas cualidades espirituales, le garantizarán el éxito.

La Educación cubana está llamada a hacer niños felices y de bien, para contribuir a los valores humanos y la justicia social de la Cuba del mañana. Con estos derroteros, cada obra de maestro que pone el corazón en su labor, requiere el respeto, reconocimiento y colaboración de toda la sociedad. 

, , , , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados

SicologiaSinP.com - Roxanne Castellanos Cabrera

Licenciada en Psicología

Lic. en Psicología (2001) Máster en Psicología Clínica (2008) Doctora en Ciencias Psicológicas (2017) Profesora Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Compiladora y autora de "Psicología. Selección de Textos", Editorial Félix Varela (2003), autora de "Los niños, la Escuela y otros temas. Sugerencias para padres y maestros", Editorial José Martí (2016). Investiga en temas de bienestar psicológico infantil. Directora del Centro de Orientación y Atención Psicológica (COAP) de la Facultad de Psicología, de la Universidad de La Habana. [...]