¿Qué es la neurosis?

neurosis

Psicoanálisis

¿Notaron que hay personas que se manejan por la vida con cierta libertad inusual? Mi percepción es que son pocas, excepcionales diría. Pareciera que dudan menos, que pierden menos tiempo en decidir, que se reprochan menos los errores, en fin, parecieran “sufrir menos” que otrxs en circunstancias similares.

Perciben su cuerpo sin tanto mambo hipocondríaco, y sus relaciones con los demás sin tanta rosca (culpa, deseo de reconocimiento, miedo a lo que puedan pensar). En fin, duelan más rápido.

Algún colega, o quien conozca de psicoanálisis, me dirá: -“Pero vos estás describiendo a alguien que no existe. Parece ser tu neurosis que inventa alguien así, una posición histérica que supone Otro completo que goza más”.

De ninguna manera, no digo que no sufran, que no duden, que no se culpen. Pero todo eso lo viven con un impacto notablemente menor, eso les permite cierta libertad, más movilidad si se quiere: se animan a dar el paso (o no) pero la cuestión no los persigue, de ahí que duelen más rápido. “Duelen más rápido”eso mismo, como es más rápido pareciera que sufren menos.

No lo desarrollaré, pero acabo de decir “libertad y movilidad”. Son conceptos extensamente trabajados en Freud. Sólo mencionaré a la asociación libre (que permite la orientación por vía del deseo inconsciente) y la movilidad de la libido (por ejemplo en el trabajo de duelo): “Una persona se enferma de neurosis únicamente si su Yo ha perdido la capacidad de colocar de algún modo su libido” (Freud, 1916, p.352)

Volviendo a Lacan dice que “los normales” (lxs no neuróticxs, según mi apreciación) son aquellxs cuya defensa opera aléjandolos de una pregunta. Una pregunta crucial sobre la que solo hay un vacío de saber. No se puede saber: sobre lo que pasa luego de la muerte, por ejemplo. Lxs neuroticxs son aquellxs que se hacen la pregunta (sobre esto, y todo lo que no se puede saber). Leamos a Lacan:

“Esa defensa consiste en no acercarse al lugar donde no hay respuesta a la pregunta. De este modo nos quedamos más tranquilos, y, en suma, esa es la característica de la gente normal. No hacemos preguntas, nos lo enseñaron, y por eso estamos aquí. Pero en tanto psicoanalistas, estamos hechos sin embargo para intentar esclarecer a los desdichados que sí se han hecho preguntas. Estamos seguros que los neuróticos se hicieron una pregunta.”(1956, p.287)

Ahí la base de lo que hace un psicoanálisis: ubicar cómo el sujeto ha intentado responder aquello sobre lo que no hay respuesta.

Pensémoslo como fenómeno social, a nivel de la religión. Por ejemplo, sobre la existencia de Dios, podríamos tomar tres grupos: creyentes, atexs y agnósticxs. El primero cree en Dios, el segundo cree en la no existencia de Dios, el tercero no se pregunta. La “defensa” mejor lograda es la del tercero, ni se pronuncia al respecto.

Pensémoslo como fenómeno social, ahora a nivel de la ciencia. Por ejemplo, se nos dice que la ciencia es el modo mejor establecido de alcanzar la verdad con la misma firmeza de que siempre hay una verdad ulterior que alcanzar. Son innegables los avances científicos, pero siempre operan sobre un vacío de saber. Es que siempre hay algo imposible de saber, que tiene más o menos este formato: “¿Por qué llueve? –Porque existe algo que se llama el ciclo del agua –Bueno, eso responde cómo llueve, pero ¿Por qué?” Nadie sabe. No se puede saber, en rigor, ni siquiera sabemos si nunca vamos a saber.

En definitiva, la gente normal no se pregunta tanto. Una forma de verlo, y la que entiendo propone Lacan, hace pensar que se defienden “exitosamente”. Freud decía que los síntomas de la neurosis son efecto de una defensa fracasada, nos lo repiten como mantra en la facultad: el retorno de lo reprimido.

“¿Y pero entonces de qué sirve saber eso si no hay un saber al respecto? Si no se sabe el por qué de la vida, de la muerte, de la diferencia sexual, del destino, del origen del universo… – me dirán – ¿Qué hace y de qué sirve el psicoanálisis?

Lo que se hace en un análisis es “intentar esclarecer a los desdichadxs que se hicieron la pregunta”. Sirve porque a medida que el sujeto reestructura esta pregunta surgen respuestas novedosas, y que a los fines prácticos hacen suponer que duelan más rápido.

Bibliografía

Freud, S. (1916-1917). “24a Conferencia. El estado neurótico común” en Obrascompletas volumen 16. Buenos Aires. Amorrortu. 2007.

Lacan, J. (1955-1956). El seminario de Jacques Lacan. Libro 3. Las psicosis. Buenos Aires. Paidós. 2017.

, , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados

SicologiaSinP.com - Carlos Cao

Licenciado en Psicología

Psicólogo clínico de orientación psicoanálitica. Docente universitario de la facultad de medicina de la UBA y de la facultad de psicología y ciencias sociales UFLO. Ex jefe de residentes de psicología clínica en el Hospital Rivadavia [...]