Nunca tuve claro a lo que me quería dedicar una vez llegado el momento de estudiar en el nivel superior, mentiría al decir lo contrario. Lo decidí cuando en mi vida personal me encontré en ese tipo de nudos difíciles de desatar en el periodo de la adolescencia donde comenzamos a conocernos y aceptarnos verdaderamente como somos.
Me encantó descubrir en mi ese sentimiento de preocupación por el bienestar ajeno y dedicar mi atención a la observación de mi mundo circundante. Y es que la Psicología nos ofrece eso; la posibilidad de explorar nuestra mente y aceptar al mismo tiempo la subjetividad individual de cada cual.
Una especialidad tan exquisita y compleja como lo es la mente humana en la cual divagas buscando respuestas por diferentes dimensiones psicológicas donde realmente he aprendido que lo difícil no es tratar de comprender a las personas sino ayudarlas a que se vean a sí mismos desde una perspectiva autorreguladora.
La Psicología hasta el momento me ha enseñado que sin etiquetas se vive mejor y que aceptarnos es el mejor camino para lograr vivir placenteramente. En nuestras vidas sentimos que el enojo, el agobio, la indecisión y la angustia nos someten a cadenas de reacción que nos esclavizan, al menos así muchas veces lo he sentido, pero indiscutiblemente conocer nuestra personalidad es el camino mas eficaz para lograr integrar estos sentimientos con emociones completamente contrarias. Es como sucede en la música al armonizar dos notas originadas simultáneamente.
Al decidirme por la especialidad encontré una manera de ayudar a las personas a encontrar para sí mismas una mejor calidad de vida y creo nunca olvidaré la sensación del primer día en que escuche hablar al querido profe Diego González Serra en las instalaciones de La Universidad de la Habana sobre la importancia de la motivación en los individuos como reflejo de su medio social. Nuestra motivación yace bajo las sombras en disímiles ocasiones del querer alcanzar un objetivo que creemos necesario bajo las reglas de la sociedad, olvidándonos que la mayor satisfacción solo la encontramos en nosotros mismos. Mi mayor satisfacción hasta hoy es construir un sendero que me permita ser de ayuda para toda persona que necesite herramientas para recordar que es lo que los motiva, que es en resumen lo que da sentido a su vida. Y puedo decir metafóricamente hablando que uno de mis sentidos es la Psicología.
Comparto lo que dices. Igual lo creo.
Psicología es como “vivir para servir” , es sentirse útil y ayudar a los demás. Eso nos llena.