Fotografía terapéutica y Fototerapia: ¿por dónde empezar? (Parte II)

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Fotografía terapéutica y Fototerapia: ¿por dónde empezar? (Parte II)

Psicología Clínica

Después de haber hecho un recorrido por el artículo anterior a través de la historia de esta modalidad terapéutica, resulta harto necesario adentrarnos sin mas preámbulos en las características fundamentales de esta práctica.

Más allá de las primeras experiencias descritas, la fotografía como vehículo del tratamiento se ha utilizado de diferentes maneras. Algunas psicoterapias de base expresivas, la emplean como herramienta intermediaria para despertar los recuerdos olvidados junto a los sentimientos que le acompañan, para a partir de ello, profundizar en las vivencias pasadas, reelaborarlas y reinterpretarlas psicológicamente, como parte del proceso psicoterapéutico. (Walker, 1982 citado por Martínez, 2016)

Estas intervenciones pueden realizarse tanto en abordajes individuales como grupales. En los encuadres individuales, generalmente se solicita al paciente que acuda a la sesión acompañado del álbum familiar o una selección de fotografías de él mismo. En formatos grupales, puede ser más conveniente tener preparada una colección de imágenes de diferentes temas, personajes y contenidos que serán las que se utilizarán como catalizadores de la discusión grupal. (Martínez Azumendi, 2016, p. 73)

Las primeras temáticas de investigación relacionadas con la fototerapia estuvieron vinculadas a la evocación de estados emocionales, provocación de respuestas verbales, modelaje, dominio de una habilidad, facilitación de la socialización, fomento de la creatividad y su expresión, apoyo diagnóstico a las terapias verbales, forma de comunicación no verbal entre el consultante y el terapeuta, documentación de los momentos de cambio, continuación de las experiencias, autoconfrontación, así como aspectos formativos en Fototerapia (Fryrear 1980).

A continuación, se hará una descripción relacionada con cada una de las temáticas (Fryrear, 1983):

  1. La evocación de estados emocionales. Krauss refería que las fotografías tienen la habilidad de evocar consigo, recuerdos inmediatos, afectos, que provocan determinados estados emocionales en el individuo. Algunos autores hacen referencia del uso catártico que la fotografía adhiere, tanto evocando recuerdos bloqueados como la simbolización a través de la imagen. Se pone en juego el papel de indicio, de símbolo, y a su vez un fragmento de realidad.
  2. Motivación para el comportamiento verbal. Las fotografías empleadas, especialmente las de álbum familiar, para revisar la vida, para vincular el momento actual con otro de la vida pasada a través de las mismas. El objetivo de la terapia de revisión es que se convierta en un proceso más consciente o deliberado.
  3. Modelado. Se han llevado a cabo muchos trabajos sobre autoestima y comportamiento social de los niños y jóvenes delincuentes, a través de programas de automodelado y auto confrontación (Ammerman y Fryrear, 1975 citado por López, 2004). Se realizan fotografías individuales en varias posturas, mostrando determinadas capacidades o en determinada interacción social y, posteriormente, se muestran como registro de la participación de cada uno. La fotografía de cada uno de los participantes, realizando distintas actividades pueden servir como modelos realistas e idealistas. La fotografía permite a los individuos modelar su actividad deseada o su comportamiento y permiten un permanente registro visual que posibilita a los mismos, observarse de modo objetivo y descriptivo.
  4. Ejercicio de una habilidad. El aprendizaje de la fotografía puede tener un efecto de autoestima. Desde la capacidad de poseer el control de la imagen a través de la cámara, a controlar los distintos procesos y hacerse responsable de ellos (capacidad de fijación y asimilación señalada por Tisseron)
  5. Facilitación de la socialización. La fotografía y el acto fotográfico ayudan a la comunicación. El hecho de fotografiar implica a la persona fotógrafa y a los fotografiados, iniciándose una relación. El álbum familiar es, de hecho, la historia de un grupo de relaciones. Ha sido empleado para aumentar la comunicación entre pacientes y el equipo terapéutico para aceptar nuevos espacios e iniciar conversaciones.
  6. Creatividad y expresión. La fotografía como modo de creación, permite la expresión individual, la investigación a través de las técnicas y su utilización como muestra de la individualidad. 
  7. Documentos de diagnóstico adjunto a las terapias verbales. Akeret (1973) refiere al uso de las fotografías y los álbumes familiares como ayuda a la interpretación de significados de gestos, posturas y expresiones inconscientes de aquellos que han sido fotografiados, o que va a serlo. Esta técnica ayuda a descubrir a través del lenguaje corporal, qué pensaban los seres fotografiados sobre la situación y unos de otros. Cuánto tardan en decidir, el espacio, las jerarquías, las exclusiones, los planes, perspectivas y poses, permiten analizar.
  8. Forma de comunicación no verbal entre cliente y terapeuta. La realización de fotografías o la inclusión de fotos ya hechas a la terapia pueden ofrecer al terapeuta informaciones, sentimientos o aspectos del paciente que no se había expresado de modo no verbal (ausencias, fotos sólo del pasado repeticiones, insistencias…).
  9. Documentación del cambio. Las fotografías son “espejos con recuerdos que pueden señalar momentos de cambios dramáticos en las miradas, las apariencias físicas y en los sentimientos”(Akeret citado por Fryrear, p. 15). En alguna ocasión, se ha usado la realización de esculturas familiares por parte de cada miembro de la familia para luego fotografiarla, “la imagen vale más que mil palabras. Uno puede ver en el núcleo familiar las coaliciones y separaciones con la madre o con el padre y la unión o separación entre hermanos” (Rubén, 1978, cit. por Fryrear, p. 16).
  10. Prolongación de experiencias. Las fotografías son el registro de nuestra experiencia de vida. De esta forma, nos conecta con los momentos de nuestra vida pasada, pero también con aquellas personas que no están. Se emplean a menudo para construir un mapa de realidad para los niños que han cambiado de ámbitos o para ayudarles a pasar una situación en particular de modo no traumático.
  11. Autoconfrontación. Determinados estudios emplean esta aproximación, teniendo de base, que si los individuos son capaces de percibirse a sí mismos de forma objetiva en relación a cómo es percibido por los demás, entonces ellos usarán esa nueva información para ayudarse a sí mismos a cambiar. De esta manera, se emplean los “autorretratos” de modo que indiquen su estado (alcoholismo, drogradicción) o su posible estado, “autorretrato controlado”, en el que se intentan imágenes que muestren aspectos positivos de sí mismos, para elevar los niveles de autoestima e inducirlo al cambio. (p. 81-83)

En 1979, Stewart define el término fototerapia: “el uso de la fotografía o materiales fotográficos, bajo la guía de un terapeuta experimentado, para reducir o mejorar los síntomas psicológicos dolorosos y para facilitar el crecimiento personal y el cambio terapéutico”.

Por otra parte, Krauss (1980) define la fototerapia como “la aplicación grafica sistemática de imágenes o fotos del proceso fotográfico para crear un cambio positivo en el pensamiento, sentimiento y conducta de los clientes”.

Consolidando un poco en la necesidad de conceptualizar el uso de la fotografía en el ámbito psiquiátrico o psicológico, se enmarca una diferencia entre la fototerapia y la fotografía terapéutica. De manera que se sitúa a la fototerapia como terapia a través de la fotografía, la cual se enfoca directamente al tratamiento de un determinado trastorno o dificultad psicológica, dirigida por un psicoterapeuta, quien detectará la manifestación de determinadas emociones o recuerdos que se despierten de la contemplación del individuo, y podrá dar otras valoraciones e interpretación de una misma imagen.

Mientras que el término fotografía terapéutica conceptualmente, se vincula a aquellas actividades de carácter fotográfico que nacen de la iniciativa o interés personal resultantes en algún tipo de desarrollo personal positivo, pero donde no se promueve un proceso terapéutico formal ni interviene un psicoterapeuta dirigiendo la experiencia. Se centra más en el proceso de creación fotográfica, como resultado de iniciativas personales de autoexploración y expresión, con potencialidades terapéuticas, pero no como su primer objetivo.

No se debe perder de vista que en esencia, ambas prácticas, independientemente de su conceptualización están dirigidas a provocar cambios positivos en los individuos participantes. La diferencia se centra en el tipo de formalidad que suponen en cuanto al proceso terapéutico.

Weiser (1999), por otra parte, hace referencia a que la fotografía terapéutica en sí, constituye una disciplina que proviene de las terapias del arte y aprovecha a la fotografía para promover cambios positivos en las personas a partir de los beneficios que ofrece: favorece el ejercicio de la memoria, estimula la creatividad, supera las barreras del lenguaje verbal, motiva a conocer el mundo y contribuye al autoconocimiento.

Los principales tipos de técnicas de trabajo utilizadas en Fototerapia y Fototerapia terapéutica son:

  1. Técnicas foto-proyectivas. Sobre lo que ocurre cuando observamos cualquier fotografía. El significado de cualquier foto es por lo menos parcialmente creado por el observador durante el proceso de percepción. Esta técnica en sí misma, es la base de todas las demás y a su vez las vincula.
  2. Autorretratos. Interacción con la propia imagen cuando el sujeto tiene todo el control sobre su creación. El sujeto tiene el poder y control total para autodirigir todas las opciones en la creación de la imagen.
  3. Fotos del sujeto tomadas por otros. Otra persona es la que ejerce el control sobre la cámara, pueden ser imágenes posadas o espontáneas. 
  4. Fotos tomadas o conservadas por el sujeto. Sobre todo, aquellas que revisten un especial interés personal, incluyendo las realizadas por una tercera persona pero que se conservan en la colección privada. 
  5. Álbumes y colecciones foto-biográficas. En relación con aquellas imágenes conservadas de forma agrupada con un fin documental y narrativo de la vida personal, familiar y social del individuo. Pueden ser de la familia de origen o la familia por elección.

Otro de los autores, Cabau (1993), ha propuesto la técnica biografías fotográficas, la cual luego sería llamada por Sanz como fotobiografía. Ambas propuestas muy similares, que pretenden provocar un acercamiento al mayor autoconocimiento y desarrollo personal a partir de los álbumes y colecciones fotográficas personales y familiares, siempre desde un punto de vista básicamente subjetivo.

También el empleo de las imágenes fotográficas personales y familiares como herramienta auxiliar en la denominada terapia de reminiscencia, técnica de estimulación cognitiva en procesos de deterioro cognitivo, dirigida no solo a activar la memoria autobiográfica, sino beneficiar el funcionamiento social y psicológico, las relaciones paciente-cuidador, la disminución de las conductas problemáticas, el discurso verbal y los mecanismos de adaptación (Afonso, 2010). 

La fotografía en sí transmite de manera espontánea, una serie de representaciones del esquema mental que confieren un significado que puede o no ser coincidente con la de su creador. El mensaje emocional que transmite la fotografía depende en gran medida de la forma de percibir y la historia de vida del espectador. La imagen como catalizador visual de emociones, recuerdos y anhelos, manifiesta una forma de autorretrato, un espejo con memoria que refleja aquellos momentos que fueron suficientemente significativos como para permanecer a través del tiempo.

Más allá de su aplicación en contextos del ámbito de la salud, dicha innovación también ha sido aplicada en contextos educativos, tanto grupales como individuales. Con ello, ha permitido desarrollar proyectos con el fin de consolidar el talento y la creatividad. Tampoco se pierde de vista sus bondades para aumentar el autoconocimiento, para mejorar las vinculaciones interpersonales e interculturales o en la profundización de investigaciones cualitativas. 

Para proporcionar herramientas para facilitar la discusión y profundizar en el análisis de las imágenes fotográficas, y desde un punto de vista no necesariamente terapéuticos se han propuesto variados abordajes (Photo Analysis Worksheet, 1997 citado por ). Se solicita que se observe la fotografía por una duración de dos minutos, que el individuo haga una impresión global de la imagen y examine los objetos por separado. Siguiente a eso, se divide la foto en cuadrantes y se estudia cada uno de ellos en búsqueda de nuevos datos.

No se puede encerrar en una única metodología el empleo de la fotografía en terapia porque es muy diverso. Para el estudio de estos documentos, existe claridad en su utilidad terapéutica porque las fotografías nos suministran información, porque nos permite especular y fantasear, siendo un instrumento de asimilación de las imágenes a través de uno mismo.

El uso terapéutico de la fotografía se asocia también a diferentes enfoques de abordaje, yendo desde el arteterapia, presenciando la fotografía como un medio para el proceso creativo, hasta su empleo para acceder a variables emocionales, intrapsíquico, traumáticas e inconscientes. Como medio narrativo configura como un elemento facilitador para la narración de otros significados y otras historias, asociadas a las vivencias del sujeto. No deja de ser en todo momento un acercamiento hacia un conocimiento interior personal, a través de la fotografía, tan significante como el individuo mismo.

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SicologiaSinP.com - Jennifer Albín

Licenciada en Psicología

Especialista en Promoción Cultural en la Dirección de Comunicación de la Universidad de la Habana. Sus líneas de investigación se encuentran asociadas a la orientación vocacional, uso y aprovechamiento de espacios públicos, y habilidades comunicativas. Su tesis abordó la efectividad de las técnicas expresivas como ayuda psicoterapéutica a un grupo de estudiantes universitarios de primer año de la Facultad de Psicología (UH) con dificultades en la comunicación interpersonal. [...]