Agonía por Vivir, ¿les suena familiar?
Aferrarse a la vida por no querer partir, a pesar de las circunstancias adversas que se puedan presentar.
Hoy conocí a una paciente así, con 29 semanas de gestación dentro de la mama, que no podía tenerla y desconozco los motivos, tras una maniobra abortiva, realizo trabajo de parto y posterior parto en el taxi que la trasladaba al hospital, que luego la derivaría a la Maternidad donde trabajo.
Milagros, la llamó su tía, porque la mamá había quedado internada en el otro hospital, llegó en una ambulancia de traslado, fría, azulada, comúnmente se le llama “gaseando” con sus 850 gramos y sus ganas de vivir.
Asombraba verla, como peleando por mantener la vida, como pidiendo auxilio y ayuda a la vez para respirar, prematura y bajo peso extremo, en un contexto familiar aun no muy claro, pero aferrándose a la vida para decir: SI, yo quiero estar para vivirla. Mi guardia terminó a las 8 de la mañana, Milagros quedó estable, respirando con un respirador con temperatura adecuada y con parámetros clínicos estables, solo Dios sabrá la evolución a futuro de su vida. Lo que si puedo decir es que fui testigo por unas cuantas horas de alguien muy pequeño aferrándose a la vida, y enseñándome que vale la pena vivirla.
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