¡La pregunta del millón!
¿Contarle a la gente de nuestros proyectos afecta en algo la consecución de los mismos?
Pues, la mayoría de las veces SI, y la Psicología tiene algo que decir de esto.
Por supuesto, si queremos una mirada Psicológica del asunto, debemos preguntarnos: ¿Qué pasa con el sujeto? ¿En qué lo afecta el hecho de compartir estas ideas de aspiraciones que se desean cumplir?
En términos generales ocurre esto: La motivación vinculada a ese determinado proyecto, disminuye o se desvanece al poco tiempo de contarlo, pero… ¿por qué ?
Verán, detrás de cada “proyecto” existe una necesidad de consecución (de logro). Sucede entonces que una vez que el sujeto libera el contenido de su “aspiración” ante otro, el cerebro reconoce la emoción positiva del momento confundiéndola con la satisfacción de esa necesidad.
¿Se entiende? El cerebro recibe el mensaje de que “ la meta fue cumplida”, desde este momento ya no tendría sentido la motivación. Exacto… consecuentemente, la apaga.
¡Fíjense que este es un análisis del sujeto únicamente! Pero de ninguna manera pueden ser obviadas las influencias externas una vez que se expone al mundo el proyecto. Existen saboteadores, existen opiniones que buscan minimizar tu entusiasmo, existe el miedo al fracaso.
Conclusión, ¡“andar bajito” siempre será más efectivo! No solo existe la posibilidad de influencia externa nociva, sino que para colmo! ¡tú mismo puedes perjudicar tu disposición a trabajar en esa determinada meta que quieres alcanzar!
Entonces.. Shhhhh….
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