¡Tú no eres mi papá!

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¡Tú no eres mi papá!

Psicología Clínica

Es cierto que los niños no deben decidir sobre las nuevas uniones de sus madres y padres. No es adecuado preguntarles si les gusta, si están de acuerdo e incluso tomar decisiones sobre la base de esa aceptación. Por muchas razones el niño puede no ser objetivo y aunque siempre resulta interesante y hasta justo, escuchar sus opiniones e incluso sus intuiciones, esto no es lo mismo que dejar que el niño decida.

Por otra parte es muy bueno que madres y padres solos, puedan rehacer proyectos de vida y de pareja; la búsqueda de la felicidad personal puede tributar también a un mejor ejercicio de los roles parentales. Un hijo debe aceptar la pareja escogida por su madre o padre y respetarlo; por supuesto el mejor modo de lograrlo es cuando esa persona- que es completamente ajena y no escogida por el niño- también acepta y respeta a ese niño.

Resulta imprescindible puntualizar que así como el menor no decide sobre las nuevas uniones, los padrastros y madrastras tampoco tienen derechos a hacer regulaciones sobre la vida de niños que no son propios. Eso solo debe ocurrir después de que el niño se siente apreciado y querido por esta persona. Y cuando perciba y se sienta tranquilo acerca de que el lugar de su madre o padre (el que no está en el hogar reensamblado) se respeta y no se pretende suplantar. Una buena estrategia es que al principio los padastros/madastras solo participen de actividades de esparcimiento y contacto afectivo con el niño, en tanto sus padres siguen ocupándose de las cuestiones regulativas y los llamados de atención. -“Es que quiero ayudar a mi esposo” o “es para apoyar a su mamá porque es muy majadero”… son planteamientos comunes que justifican los intentos de imponer nuevas normas, plantar nuevos límites y disciplinar más en general.

Sin embargo, la ayuda y el apoyo en los primeros tiempos pueden enfocarse hasta otros aspectos de la vida familiar, hasta tanto se produzca – y si llega a producirse- un buen vínculo entre el niño y la nueva pareja de mamá o papá. Hay que tener en cuenta que el niño no está obligado a querer a esa persona y el afecto nunca puede ser exigido.

Detrás de un niño que grita con rebeldía- “¡Tú no eres mi papá!”- casi siempre hay buena parte de razón. A las madres y padres que rehacen sus vidas, les corresponde tener en cuenta estas cuestiones, por el bienestar psicológico familiar y en especial por el de sus hijos.

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SicologiaSinP.com - Roxanne Castellanos Cabrera

Licenciada en Psicología

Lic. en Psicología (2001) Máster en Psicología Clínica (2008) Doctora en Ciencias Psicológicas (2017) Profesora Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Compiladora y autora de "Psicología. Selección de Textos", Editorial Félix Varela (2003), autora de "Los niños, la Escuela y otros temas. Sugerencias para padres y maestros", Editorial José Martí (2016). Investiga en temas de bienestar psicológico infantil. Directora del Centro de Orientación y Atención Psicológica (COAP) de la Facultad de Psicología, de la Universidad de La Habana. [...]