Reflexiones sobre un análisis lleno de cicatrices

cicatrices

Psicoanálisis

Hay cicatrices en la piel, hay cicatrices que están y me recuerdan etapas, momentos, personas…hay cicatrices que transitaron en mi, hay cicatrices que no pude digerir y que mi cuerpo lo hizo. Hay cicatrices que me recuerdan lo vulnerable que fui pero hay cicatrices… y llega el momento en donde esas cicatrices me recuerdan todo lo que he recorrido, todo lo que he crecido y todo lo que está dentro de mi. Esas cicatrices que están y no se van, me empujan a seguir y a recordar que todo pasa, no con el tiempo sino con el trabajo personal pero por suerte hay cicatrices. 

Siempre me ha llamado la atención la relación que existe entre la psique-soma. ¿Cómo no puede existir una sin la otra pero a la vez pueden llegar a estar tan desconectadas? ¿A qué me refiero con desconectadas? Y va un poco por cuando nuestro psiquismo no es capaz de transitar eso que nos pasa y el cuerpo toma la batuta y lo hace por nosotros sin siquiera enterarnos. Y aquí viene la famosa “falla en la simbolización”. Okey, vamos a explicar un poquito más esto. Alguna vez leí en un libro llamado, Soledad: elección, síntoma o angustia en un apartado titulado, El tatuaje en un mundo donde el tiempo no es presente una frase escrita por Patricia Lazard y Darszon que se me quedó grabada:

La piel es el lienzo donde las palabras pueden expresarse cuando las funciones del lenguaje y la memoria están alteradas… ahí se apuntan los recuerdos y las emociones que no se han dicho” (2019).

La piel sería el mundo de nuestros primeros vínculos, ya que cómo Difiere Anzieu lo explica el desarrollo psíquico comienza desde las experiencias biológicas, es decir lo que nuestro cuerpo va sintiendo y cómo nos lo va traduciendo el otro, que generalmente es la madre. De estas traducciones, miradas, caricias, holding, handling (al estilo Winnicott) se desarrollarán capacidades simbólicas abstractas.

Por esto siempre vi la falla en la simbolización como algo negativo, como algo que tenía que quitar. Tenía tanta prisa en querer tener la capacidad para simbolizar, que se me olvidó ver todas esas cicatrices que ya estaban y no veía y que esto se conseguía a través del vínculo con un otro y no solo cualquier otro. ¡Y que otro! Después de muchos años en análisis, de muchas miradas, de muchas caricias con palabras, de mucho holding con escuchas, de mucho handling con interpretaciones, pude ver esas cicatrices, esas marcas en la piel, ya sea cortadas, tatuajes, enfermedades, etc. Ahí estaban, ahí estaban para contar mi historia, esa historia que yo no había sido capaz de contar pero que existía. Y cuando menos me di cuenta ya había un yo suficientemente fuerte dispuesto a contarla. Si, esas cicatrices son fallas, ya sea por carencias o por excesos pero por suerte están ahí, esperando a ser contadas, esperando a ser entendidas. Y no fue hasta ese punto donde entendí la importancia de esas cicatrices, que estuvieran ahí, devolviéndome mi historia y mi realidad.

, , , , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados

SicologiaSinP.com - Fernanda Treviño

licenciada en Psicología

Psicoterapeuta psicoanalítica egresada de la Universidad de las Américas. Maestría en psicoterapia general en la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Encargada del area de investigación sobre la construcción social del machismo y micromachismo en México [...]

Ultimas publicaciones de Fernanda Treviño   [Ver todas...]

- No estamos solos - 7 julio, 2021