Resulta evidente que se necesita algo más que una puntuación de una prueba para valorar la inteligencia de una persona. Creo que tiene más sentido considerar la inteligencia un fenómeno complejo que puede definirse como una síntesis de diversas habilidades y capacidades. Así, a una persona se le puede valorar inteligente en ciertos aspectos y menos en otros. Por ejemplo, ¿Cómo evaluarías la inteligencia de las siguientes personas?
Un ganador del Premio Nobel que olvida continuamente dónde ha dejado las llaves del carro.
Un campeón de ajedrez que se ha divorciado tres veces.
Un jefe de una empresa con problemas cardíacos asociados al estrés.
Un médico que bebe y fuma mucho.
Un brillante músico agobiado por sus admiradores.
Ante tales contradicciones varios teóricos han tratado de ampliar la interpretación habitual de lo que es la inteligencia. En los 80, un psicólogo de Yale, Robert Sternberg, propuso la teoría triárquica (integrada por tres partes) de la inteligencia: la analítica (capacidad de analizar, evaluar y comparar), la creativa (la habilidad de utilizar la experiencia del pasado para reflexionar y lidiar con situaciones nuevas), y la práctica (la capacidad de adaptarse al mundo real, de seleccionarlo y darle forma). Las personas dotadas de una “inteligencia exitosa”, según Sternberg, son aquellas conscientes de sus particulares puntos fuertes y débiles en las tres áreas. Descubren como potenciar al máximo los fuertes y como compensar los débiles, y desarrollar habilidades para alcanzar el éxito en el futuro.
Howard Gardner
Al igual que Sternberg, Howard Gardner, profesor de pedagogía en la Universidad de Harvard, cree que hay más de una clase de inteligencia y, que cada persona presenta una mezcla única de cada una de ellas. Su teoría de las inteligencias múltiples se hizo famosa gracias a su libro “Estructuras de la mente”, publicado por primera vez en 1983. Gardner y sus colaboradores podrían afirmar que Stephen Hawking no posee una mayor inteligencia que Leo Messi, sino que cada uno de ellos ha desarrollado un tipo de inteligencia diferente. A partir de diversos criterios, entre los que se encontraban la historia del desarrollo humano y con el apoyo de ciertos ejercicios de psicología experimental, Gardner identificó los siguientes tipos de inteligencia:
Inteligencia lingüística: relacionada con el lenguaje tanto escrito como hablado, la capacidad de aprender idiomas y la de utilizar el lenguaje para lograr ciertos objetivos. Ejemplos: políticos, escritores, poetas, periodistas, actores, abogados y conferenciantes.
Inteligencia musical: la habilidad de ejecutar, componer y apreciar las pautas musicales. Algunas zonas del cerebro ejecutan funciones vinculadas con la interpretación y composición de música. Como cualquier otro tipo de inteligencia, puede entrenarse y perfeccionarse. Los músicos de toda índole son ejemplos obvios de esta categoría.
Inteligencia corporal-cinestésica: consiste en utilizar el cuerpo (ya sea una parte o su totalidad) para resolver problemas. Son especialmente brillantes en este tipo de inteligencia bailarines, actores y deportistas.
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