Mary Whiton Calkins, una vida dedicada a la psicología

Mary Whiton Calkins

Nombres de la Psicología

Transcurría la primavera de 1863, marzo 30 en el poblado de Hartford, Connecticut, nace una de las personalidades más importantes dentro de la psicología de los Estados Unidos. Mary Whiton Calkins era su nombre.

De su familia de origen se habla poco. Se conoce la influencia que tuvieron para su formación ambos padres. Wolcott Calkins, su padre era un pastor presbiteriano que conociendo el tipo de educación que recibían las mujeres en la época, toma le decisión de diseñar y supervisar la formación académica de Mary. Aún cuando fuera una familia religiosa el padre se preocupa por la preparación y el conocimiento de su hija mayor. Esto resulta un motivante de relevancia para el modelo identificativo de Mary en la conformación de su identidad, y para defender la posición de la mujer frente a la academia y el conocimiento años posteriores.

Por su parte, sobre la madre se conoce la relación de apego con su hija, relación que era recíproca y su preocupación porque estudiara y aprendiera. Mary Whiton fue muy apegada a su familia. De hecho, siempre estuvo junto a sus padres. Desde temprano comenzaron a formarse en ellas valores correspondientes a una ética del cuidado, que desde una identidad genérica tradicional se les asigna y asumen las mujeres.

La familia se muda en 1880 a Newton, Massachusetts. En esta casa Mary vivirá desde entonces hasta que muere. Mary no se casa y no tuvo hijos. No obstante, estuvo a cargo de sus padres en su vejez, y especialmente de su madre de quien cuidó largos años mientras estaba enferma. Todo lo cual responde a esa ética del cuidado y a la atribución de la misma a las mujeres.

En 1882 y en gran medida gracias a la preparación recibida por su padre, ingresa en el Smith College. Sería entonces un curso secundario, en términos de excelencia académica. Una mujer en su época no podría aspirar a mucho más por las prohibiciones legales del acceso de las mujeres a las universidades de mas prestigio.

Al año siguiente su curso se ve interrumpido debido al profundo dolor que causa tanto a ella como a su familia la muerte de su hermana Maude. Decide entonces retirarse un tiempo de la universidad y estudiar de manera autodidacta, hasta su reingreso, en el otoño de 1884. Es entonces cuando un año después se recibe como en la carrera de Filosofía. 

La estancia en Europa que se alargó por 16 meses le permite a Mary acercarse a los clásicos filosóficos ampliando así su conocimiento y cosmovisión del mundo. La tarea de la educación de Mary estuvo a cargo de su padre puesto que la lógica de funcionamiento familiar a partir de roles tradicionales de género así lo dictaba. No obstante, se debe resaltar su constante ayuda a Mary para el crecimiento profesional. Si bien no se puede hablar de una conciencia de género, si puede decirse que la orientación de este hombre al logro, al conocimiento sirvió de motivante positivo en Mary, de cara al crecimiento profesional.

El regreso a América le deparó su inclusión como profesora de griego en el Wellesley College, una universidad liberal para mujeres. En este período se destaca en la profesión de educar, tradicionalmente homologada a cualidades femeninas, que responden además a la ética del cuidado, de la asesoría, la formación, la guía de otro/a.

Un profesor del departamento de Filosofía nota las destrezas de Mary para la enseñanza y su inteligencia. Por ello le solicita debatir sobre qué se necesitaría para la enseñanza del nuevo campo de la Psicología- la cual continuaba siendo una subdisciplina de la Filosofía-. Apostaba porque se les unieran en la enseñanza y en el desarrollo de la Psicología dentro de su departamento. Solo que para poderla admitir ella debía prepararse en algún curso de Psicología. Sería muy bueno para la cátedra contar con la presencia de una mujer, tan escasas en aquellos tiempos dentro de los ámbitos académicos, y que fuera tan ilustrada. Esto permite que abra uno de los primeros laboratorios de Psicología en Estados Unidos en la Universidad de Wellesley en 1891. Puesto que guardó durante cuarenta años hasta su retiro.

El único requisito para tomar el puesto estuvo en lo que develó una de las barreras de género más fuertes que Mary debía enfrentar y, que a su vez, le permitió tomar conciencia de género y pronunciarse en su contra. Se trataba de tener que pasar un programa de un año en Psicología, lo cual parecería imposible. 

Por la insipiencia de la Psicología para 1890, existían escasos centros donde tal curso se impartiera y; por ser mujer los escasos centros que lo enseñaban tenían objeciones sobre su ingreso. Resulta que ya Rosseau en el siglo XVIII había forjado un imaginario social de educación en la que las mujeres no cabían, de ninguna manera, por su “incapacidad” para estudiar las verdades absolutas o para toda actividad cognitiva de generalización. Ya se había formado una conciencia de inferioridad intelectual en las mujeres. Sería un desperdicio y una falta de prestigio al formar a personas que luego pudieran no resultar como buenas profesionales.

En un primer momento pensó estudiar en el extranjero, adscrita a la posibilidad de hacerlo en Alemania, ya que su padre era de esa nación, y la misma tenía universidades muy prestigiosas, entre ellas la de Leipzig. Ya decidida a estudiar en una de las universidades alemanas recibe una carta de una estudiante que asistía a la Universidad de Gottingen alertándola de la inutilidad de convencer a las autoridades respecto a la educación académica de las mujeres, “(…) al menos en nuestra generación”. Incluso un profesor suyo ya le había comentado sus criterios sobre lo interesante que sería poder contar con las mujeres en las universidades. Eventos como estos iban formando en Mary una conciencia de género primero por las vivencias negativas de discriminación en el ámbito académico, espacio en el que se movían varios motivos.

Comienza su búsqueda en los Estados Unidos. Fue entonces cuando la Universidad de Michigan, donde estaría estudiando con la tutoría de John Dewey; y la de Yale, con las instrucciones de G.T. Ladd, parecían prometedoras. Sin embargo, se trataba de universidades que no tenían laboratorio de Psicología y encima, recibe otra carta disuasiva de una estudiante. En ella le expresa de su alegría al tenerla con ella, pero que el profesor Ladd decía que para estudiar debería tener otra compañera que asistiera con ella a las conferencias y su aceptación serviría solo como oyente, no le valdría en título alguno el curso. De ahí que Mary decide no ingresar a ninguna de estas universidades. Ya era difícil entrar a las universidades, menos posible sería encontrar a otra mujer en la época que quisiera estudiar en un curso de Psicología: muy pocas tenían educación universitaria previa y menos aún, condiciones o motivos para especializarse en una rama de la Filosofía tan incipiente.

La prestigiosa Universidad de Harvard sería de las pocas que contaba con un laboratorio de Psicología. Conociendo su interés en la Psicología los profesores William James and Josiah Royce invitaron a Mary Whiton a sentarse en sus conferencias, participación que sería de manera muy informal. De ahí que Mary acepta la invitación y pide la solicitud de manera formal a Harvard. Sin embrago, el presidente Eliot se rehúsa a autorizarla por la reacción negativa del cuerpo directivo de la universidad, al conocer de la presencia de una mujer dentro de sus aulas de conferencia. Se pondría de manifiesto, de manera explícita una de las barreras más excluyentes de las mujeres en las academias. Uno de los mecanismos de poder- en este caso legal- que más costos supuso para las mujeres saldría a la luz.

Ante la negativa su padre, empleando su prestigio y posición de poder- al menos a nivel social- escribe una carta formal solicitando la admisión de su hija en la Universidad y explicando las intenciones de su curso. La universidad de Wellesley también toma partido y testifica su solicitud de aceptación de Mary debido a que era miembro de su facultad y que su curso se fundamentaba en una necesidad de la universidad de Wellesley. El 1 de octubre de 1890 Harvard acepta la petición, y acepta que Mary asista a las conferencias de James y Royce. Pero en los registros aparece la siguiente nota: por permitir este privilegio a la señorita Calkins no la convertía en estudiante de la Universidad con derecho a inscripción.

Fue la única que quedaba en la clase de James, de manera que esto le permitió una sesión privada sobre todo tipo de conocimientos. También tenía el privilegio de la nueva publicación de James, Principios de la Psicología. Además de su asistencia a las clases de Royce y James, Mary aprovecha las oportunidades que podía y comienza a estudiar durante el siguiente año Psicología Experimental con el Dr. Edmund Sanford, de la Universidad de Clark, quienes comenzaron el estudio de los sueños a través de la introspección sistemática de sus propios sueños. Experiencia que le valió para establecer el primer Laboratorio de Psicología del Wellesley College.

De vuelta a la Wellesley College, como profesora de Psicología en la Facultad de Filosofía, se establece en el laboratorio de Psicología Experimental, el primero en una universidad para mujeres. Imparte un curso a cincuenta estudiantes sobre Psicología, abordado desde el punto de vista fisiológico. Curso en el que instruye a sus participantes en varias áreas de la Psicología y en el que desarrollan experimentos sobre Psicología Cognitiva como la sensación y la asociación.

Luego de la fundación de la American Psychological Association (APA), en su segunda reunión anual de 1893 Mary Whiton y Christine Ladd- Franklin fueron propuestas como miembros. Teniendo en cuenta la discriminación de las mujeres en las Universidades de mayor prestigio, y otras barreras de género a las que tuvieron que enfrentarse, y la ausencia de mujeres en otras asociaciones científicas, esta invitación pudiera explicarse- en cierto modo- por la escasa presencia de simpatizantes con la naciente disciplina y la necesidad de ganarlos. No obstante, ambas mujeres venían creciendo profesionalmente y cobrando prestigio. Además, Mary no solo comenzó los debates a lo interno de la Psicología, sino que funge como luchadora de los derechos de las mujeres para estudiar en las academias y otros derechos como el del sufragio.

A la llegada de Hugo Münsterberg a la universidad de Harvard, solicita nuevamente a su presidente permiso para estudiar en los laboratorios y complementar sus estudios en Psicología Experimental. Nuevamente su petición es aceptada, aunque con las mismas condiciones que la vez anterior: no sería inscrita como estudiante, solo estaría como invitada. Mary impresionó enormemente a Münsterberg durante sus tres años (hasta 1894) de aprendizaje. Era una mujer que conocía mucho y que comprendía las relaciones entre los procesos, que se cuestionaba lo que aprendía, que profundizaba…

Tal fue su fascinación con Mary Whiton que le escribe al presidente Eliot para que le concediera la admisión en un doctorado, por ser la estudiante más experta que había encontrado en sus años de profesión en dicha universidad. La rigidez institucional y la poca sensibilidad y conciencia de género de las autoridades luego de analizar el caso, el 29 de octubre de 1894, denegaron la solicitud. Este sería el principio de una controversia sin fin, respecto al título doctoral de Mary Whiton Calkins, que abarca nuestros días.

Mary no paraba de experimentar y escribir sobre Psicología. Fue por esta época en que, a raíz de sus investigaciones, origina un método técnico para el estudio de la memoria que más adelante se refiere como el método de pares asociados. Luego G. E. Müller perfecciona la técnica y más tarde E. B. Titchener lo incluye en su Manual del Estudiante, tomando crédito por ello. La cual constituyó otra de las barreras a las que Mary Whiton tuvo que enfrentar: el robo de teorías o ideas. No solo por el hecho de ser la base de una serie de investigaciones, sino porque ni siquiera le mencionaban en estos libros, de ahí también que poco a poco se fueran borrando sus huellas en los currículos universitarios.

Sin embargo, Mary presenta su tesis, que siendo coherente con su período de preparación y los trabajos realizados en los laboratorios de Psicología, se trataba de una investigación experimental sobre la asociación de ideas. Era el 28 de mayo de 1895, y estaba en presencia de un grupo de varones profesionales de Harvard: Palmer, James, Royce, Münsterberg, Harris y el Dr. Santayana. La suya fue una exposición de excelencia, pero aunque todos los examinadores votaron unánimemente porque Mary Whiton Calkins satisfizo los requisitos necesarios para otorgarle su título de Doctor en Psicología, (nota aclaratoria que aparece en los registros de Harvard) no se lo otorgan. Las reglas en la universidad de más prestigio eran bien claras, las mujeres no tienen lugar como estudiantes inscritos y menos aspirar a doctorarse. Vuelve entonces a Wellesley College en 1895, se hace profesora asociada de Psicología y Filosofía y por sus resultados la promueven a los tres años a profesora.

Ya sus vivencias para acceder a la universidad, las enseñanzas de su padre, las reflexiones de otros profesores, su búsqueda de conocimiento, la formación de un pensamiento cuestionador, reflexivo fueron formando en Mary Whiton conciencia de género. De ahí que comienza a convertirse en defensora de los derechos de las mujeres y en fiel desmontadora de las teorías erradas que apoyaban las diferencias intelectuales entre mujeres y hombres.

Ejemplo de ello fue cuando refuta el trabajo de su colega Joseph Jastrow, quien presenta una investigación entre estudiantes universitarios mujeres y hombres, donde se les pedía que escribiesen 100 palabras lo más rápido que pudiesen. En sus resultados concluye que las mujeres tenían menor variedad entre sus palabras que los hombres; y que en su mayoría se trataba de palabras del ambiente o el espacio inmediato donde estaban. Por su parte los hombres se repetían menos y las palabras estaban asociadas a eventos abstractos, útiles, constructivos y generales.

Esto enfurece a Mary y abiertamente le refuta diciendo que si eran ciertas las diferencias entre los intereses de mujeres y hombres, también lo era la incapacidad para evitar los efectos del ambiente en esos intereses. Pone en tela de juicio una idea clave para la comprensión de las influencias del ambiente en la educación, y más aún en los intereses, en la misma personalidad. Desmonta toda una serie de teorías que se seguían centrando en las diferencias entre ambos y que se empeñaban en colocar a las mujeres en la posición de desventaja intelectual, pero que sin embrago, no contemplaban la influencia ambiental de estas diferencias.

“Ciertamente, un estudio estadístico, si está suficientemente extendido, puede establecer diferencias características entre los intereses de varones o mujeres, y todas las conclusiones del Dr. Jastrow pueden de hecho ser interpretadas de esa forma. Mr. Havelock Ellis, sin embargo, y Dr. Jastrow, quizá, con la expresión «rasgos mentales masculinos y femeninos», pretenden una distinción entre el intelecto per se masculino y femenino. A mi entender se trata de algo fútil e inviable, debido a nuestra total incapacidad para eliminar los efectos del ambiente. Hoy en día las diferencias en la educación y tradición de varones y mujeres comienzan en los meses más tempranos de la infancia y continúan a lo largo de la vida. La mayor parte de las preferencias que han sido encontradas en los dos experimentos, por ejemplo la preferencia de las mujeres por lo que está relacionado con la casa, son obviamente intereses cultivados”. (Calkins, 1896, en García Dauder, 2009, p. 17).

Sería esta la que se considera controversia Calkins- Jastrow. Conocida además como la primera controversia sobre diferencias sexuales en procesos cognitivos en la literatura de Psicología. Una estudiante suya también estuvo a su lado en este debate: Cordelia Nevers.

Su obra escrita estuvo dividida entre sus dos profesiones: Filosofía y Psicología. Cuenta con más de cien artículos tanto en revistas profesionales de una disciplina como de la otra. Entre sus cuatro libros: Introducción a la Psicología (1901), Los persistentes problemas de la Filosofía (1907), el cual tuvo cinco ediciones y El hombre bueno y el bien (1918).

Es que tanto en Filosofía como en Psicología estuvo trabajando durante toda su carrera. En 1905 es elegida presidenta de la American Psychological Association, doblemente presidente. Además fue la primera mujer en ocupar ese cargo y la decimocuarta de ambos sexos. Luego en 1918 fungió como presidenta de la Asociación Filosófica Americana. Llama la atención esta asignación, por el poder que implica ambos cargos, por lo que la transgresión del espacio público significa en términos de reconocimiento y poder. Esto demuestra la gran obra que tuvo esta mujer en ambos campos de las ciencias sociales y el doble esfuerzo que implicó llegar a él. Hago notar esto porque teniendo en cuenta los antecedentes de experiencias sexistas y androcéntricas que tuvo que enfrentar, el grado de Doctor que nunca Harvard le llegó a otorgar, cómo logra ser la presidenta de una organización protagonizada por varones. Pone en evidencia su obra, su trabajo, su sabiduría. 

Comienza a elaborar a partir de 1900 lo que sería su propio sistema de la Psicología: la conocida Psicología del self. Una psicología de la personalidad, introspeccionista. Es un sistema donde el yo o self, como la persona u organismo que es consciente, que experimenta lo que conduce o es conducido. Además, concede gran importancia al self, a los objetos externos al self y a sus relaciones con los objetos. Esta es una de sus contribuciones claves a la Psicología.

Sus teorías sostenían, a diferencia de lo que entendía el Conductismo que en la época iba ganando en ascenso, que el tema central de estudio de la Psicología sería la conciencia del yo. Es una propuesta transgresora en todo el sentido de sus postulados. Para entonces la conducta y todo el auge watsoniano ganaba prestigio, entonces ella apuesta por una concepción epistemológicamente diferente. Sin embargo, su teoría comenzó a verse anticuada y finalmente disuelta, al emerger otras teorías psicológicas.

La negativa de Harvard por otorgarle su título doctoral sirvió también para que emprendiera una conciencia de género que no quedaba en el plano de la percepción de la misma o del malestar que suponía entenderla como consecuencia de ser mujer en esa cultura patriarcal, sino que la llevo a pronunciarse públicamente al respecto y a luchar por los derechos de la mujer. Ejemplo de ello fue el discurso que pronuncia ante una convención nacional del sufragio en Baltimore. Allí se hizo escuchar y denunció la incoherencia del sistema educacional al tener diferencias en la educación basadas en teorías que se rigen por supuestas diferencias intelectuales entre mujeres y hombres, en un país que se declaraba democrático y que se regía por el derecho al sufragio de sus ciudadanos. Denuncia la diferenciación como ilógica. Muestra en Mary Whiton una característica de transgresión también, fungir como feminista, luchar por los derechos ciudadanos de las mujeres. Lo cual no podría haber sido diferente por su historia, por su pensamiento de avanzada y por su coraje al hablar de temas “prohibidos”, al desmentir teorías o posturas políticas. Muestra en Mary Whiton además una identidad genérica que traspasa lo que tradicionalmente se le asignaba y se asumía por una mujer.

Fue coherente con su postura. Y esto lo demuestra cuando rechaza la propuesta de un Doctorado en Radcliffe College, el cual podría ser homologable al de Harvard solo que en una Universidad en que se aceptaba inscribir a las mujeres. A pesar de que varios de sus colegas y alumnos pujaron para que esta posibilidad fuese posible, y de la aceptación de la institución para que valiese, Mary se niega. Su fundamento estaba en que a pesar de que eso le serviría de mucho, su aceptación significaría que Harvard nunca se preocupara en permitirle a una mujer doctorarse, sería tomar el curso más rápido, el camino más fácil pero que con eso no lograría cambio alguno.

Fue una mujer que defendía la condición de las mujeres y que se implicaba. Es una muestra de altruismo, de esa ética del cuidado que pone las necesidades de los otros en el centro de su identidad genérica. Le costó nunca recibir su título de doctora en tal universidad, pero su obra para con la Psicología y con las demás mujeres dejó una huella que sólo comienza a reconocerse a visibilizarse a la luz del auge del feminismo académico.

No solo estuvo en la presidencia de las sociedades de Psicología y de Filosofía, sino que en 1908 aparece en una lista de los psicólogos líderes en Estados Unidos, ocupando el duodécimo lugar. Las Universidades de Columbia y la Smith le otorgan títulos honoríficos en 1909 y 1910 respectivamente. Universidades que además le ofrecen cargos docentes en sus facultades, ofertas que se ve en la necesidad de rechazar por la responsabilidad de cuidar a sus padres. De ahí que permanece en su Wellesley College durante el resto de su carrera. A pesar de que nunca se casó o tuvo hijos, no quedó exenta del cuidado de sus padres en su vejez y luego en sus enfermedades.

Luego de una carrera docente de más de cuarenta años de desempeño de excelencia, decide retirarse en 1929, con el título de Profesor de Investigación. Su proyecto de retiro era escribir sobre los temas que tanto había investigado y continuar en compañía de su madre. Solo pudo hacerlo durante un año, pues el 26 de febrero de 1930 Mary Whiton Calkins muere de un cáncer inoperable. Muere con una obra enorme, no solo por su cuantía sino por la grandeza de lo que escribió y por la transgresión que supuso por entera, no solo en defensa de las mujeres sino en tener el coraje de encarar a los hombres que dominaban la ciencia en su época y sacrificar otras esferas de la vida para lograr el reconocimiento de la Psicología, aún cuando la Universidad de Harvard jamás quiso otorgarle su doctorado.

Sus ideas no solo fueron ocultas mientras estaba activa y viva, sino que a siete años de su muerte otra persona hablaría de sus ideas para después dejarla oculta. Se trataba de Gordon Allport, quien en 1937 escribe un libro sobre personalidad titulado Personalidad: una interpretación psicológica, en el que haría referencia a las ideas de Mary Whiton sobre la psicología del self. Sin embargo, en la tercera edición de la obra no le reconoce sus ideas. 

Por hechos como este poco a poco su labor científica (la técnica de pares asociados, las de estudio de la memoria, las investigaciones sobre los sueños, los colores, la psicología del self…) y su personalidad en la Psicología, fueron desapareciendo de los currículos universitarios.

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Alejandra - software clima organizacionalRosa Angélica Recent comment authors
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Rosa Angélica
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Rosa Angélica

En la época actual, ¿se reconoce la obra investigadora de Mary Whiton Calkins, en toda su profundidad, trascendencia y utilidad? Ella trabajó por el bienestar humano, no por la gloria y los honores; por eso cabe preguntar si se aplica su ciencia y si se trabaja investigando por ese rumbo.

Alejandra - software clima organizacional
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¡Bravo! Llevaba tiempo buscando un artículo asi de objetivo, bien hecho.

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