Algunas realidades incómodas acerca del bullying

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Psicoanálisis

Llegó la tan esperada presencialidad en muchos países de nuestra América Latina. Y con ella, probablemente se renueven los conflictos que los niños vivían en las aulas. Entre ellos, el muy temido “bullying” y sus consecuencias nefastas para grupos e individuos. A continuación, haremos algunos pequeñas reflexiones a modo de disparador para que juntos podamos repensar sobre esta realidad que a veces viven nuestros infantes y/o adolescentes.

  1. El exitismo paterno, vuelve a los hijos más vulnerables al Bullying

Primero que nada, debo decir este no es el único factor, y no se cumple siempre que un alumno sufre bullying. Sin embargo, sin quererlo, muchas veces los padres generan un caldo de cultivo para que el niño mantenga una actitud de dependencia a la mirada y la palabra del otro, que lo vuelva más vulnerable a la opinión ajena. ¿A qué nos referimos? Pichón Riviere, decía que “todo encuentro, es un reencuentro”, entonces si un niño se está encontrando con bullying en la escuela, en algunos casos (no todos) podemos encontrar la raíz en la casa. ¿Qué actitudes de los padres suelen generar niños más dependientes? Bueno, podríamos mencionar dos, en esta ocasión 

  • Por un lado los valores exitistas de los padres, las exigencias desmesuradas hacia el niño. Esto suele derivar de frustraciones académicas, socioeconómicas o de movilidad social de los padres. Padres que no pudieron estudiar lo que querían o que no se encuentran satisfechos con el nivel socioeconómico en el que están, proyectan dichas frustraciones en el hijo o hija, pidiendo perfección y éxito en todas sus tareas. En especial, las escolares. Entonces el niño, reacciona adquiriendo una actitud timorata y sumisa en el colegio. No se siente aprobado ante la mirada del padre o madre, entonces busca desesperadamente la aprobación del otro en los compañeros. Los niños, quienes aún no han aprendido a desarrollar ni manifestar empatía, captan esta actitud de búsqueda de aprobación y redoblan la apuesta a la crueldad. (De esto hablaremos en otro punto)
  • Niños que no han podido ser investidos desde el deseo, y son tratados como una obligación por parte de los padres. Los niños que han sido deseados, tienen en sí, las huellas de un “plus”. Ese “plus” los vuelve sociables, empáticos, conciliadores. Cuando un niño no ha sido investido desde el deseo, ha sido tratado como alguien accesorio, no especial, el niño aprende que no es importante. Y esto no tienen que ver solo con que haya sido un embarazo buscado o no. Hay embarazos muy buscados que luego no pueden poner al hijo en un lugar de deseo y hay embarazos no-deseados, que luego terminan en un hijo investido en mucho deseo. De todas maneras, debemos reconocer que hay una cierta influencia en esto. Es más probable que un embarazo no-deseado, derive en un niño no-deseado, pero no existe una correlación directa en esto. Quienes no se sienten deseados por los padres, adquieren muy temprano el sentimiento de que no merecen nada y es más fácil que acepten una vida miserable desde temprana edad. Por esto es tan importante que las personas puedan acceder a la planificación familiar. En muchos casos, se trata de niños que son uno de muchos hermanos y los padres no pueden ni tienen tiempo de hacer sentir especial y brindar cuidados a cada uno. De estimular a cada uno y ver por sus necesidades individuales.

Esto también, vuelve a los niños más vulnerables a cualquier cosa que el otro diga o haga en su contra.

  1. Los valores que la escuela sustenta.

En los grados o cursos, suelen repetirse de manera especular, inconscientemente, las lógicas que transcurren en las instituciones. Por lo tanto, un colegio que maltrata a sus profesores, que les paga poco y genera lógicas de competencia y maltrato, generará ambientes más probables de bullying y menos solidario que una escuela en la que los profesores tienen cierta calidad de vida bien integrada a la comunidad, que genere actividades barriales y proyectos colectivos.

Por esto, contrariamente a lo que se cree, el bullying suele ser mucho más cruel en escuelas privadas que públicas.

Cuando estamos eligiendo un colegio para nuestros hijos, también estamos eligiendo los valores que queremos que tenga.

  1. Los profesores y su salida de la adolescencia

Aunque no lo creamos, muchos profesores no han salido de la adolescencia. Me ha tocado trabajar con muchos de ellos y he tenido que ver cómo algunas profesoras competían con la belleza corporal con las alumnas. He visto también cómo profesores competían por quién era más popular en la escuela. Otros competían por quién era más exigente y malvado con los alumnos.

El profesor es un actor indispensable para que el bullying se propague o no. Pero, su capacidad de intervenir ante el maltrato que se le hace a un alumno, dependerá de cómo se pare frente a los ideales sociales. Si es un profesor que no tiene elaborados los conflictos con su propio cuerpo, por ejemplo, difícilmente podrá poner límites cuando los alumnos se burlen de un chico gordo.

Por otro lado, si el profesor no tiene bien elaborados los conflictos ligados al éxito y el fracaso, le resultará difícil poner límites cuando hayan burlas al “nerd”, del grupo.

Por lo tanto, si queremos profesores capaces de cuidar a los alumnos del maltrato simbólico, debemos propiciar con diferentes mecanismos el acceso a la salud mental de los profesores.

  1. Nuestra sociedad, sobre todo las redes sociales, son un caldo de cultivo para el bullying

Vivimos en una sociedad exitista per se, competitiva y cruel. Basta entrar a cualquier red social, sobre todo Twitter o Tik Tok, para ver despligues de crueldad totalmente gratuitos. Esto se agudizó en pandemia, dado que la frustración social de las personas aumentó, y con ella su nivel de enojo.

Por lo tanto, podemos decir que estamos ante una especie de “adolescentización” de la sociedad, donde un diputado se siente en la libertad de acusar a una mujer de acostarse con un presidente y obtener favores por ello.

En parte si queremos que las diferentes manifestaciones de violencia cesen, debemos evaluar a las personas que ponemos en los cargos políticos y no solo mirar el partido al que pertenecen. La persona muestra sus valores con sus acciones, debiéramos investigar las historias de las personas a las que votamos.

Pero más allá de esto, que sería una estrategia a largo plazo, nuestras intervenciones en las redes sociales, son importantes para generar un ambiente de odio o amor en una ciudad o un país.

  1. Los niños son malos, todos

Como sociedad no hemos podido superar esa visión romántica acerca de los niños como seres inocentes y cándidos, incapaces de hacer mal.

Aún cuando hace unos 100 años Freud dijo que eran casi unos perversos. Los niños poseen pulsiones autodestructivas, pasiones desenfrenadas y son capaces de hacer daño.

Por eso el argumento de “los niños no saben el daño que hacen cuando hacen bullying”, peca de ingenuo. Los niños saben el daño que hacen, pero por su inmadurez y las tensiones internas, lo hacen.

Nuestra misón como adultos es ayudarlos a canalizar la libido de maneras más constructivas y más ligadas a la vida que la agresividad.

Cuanto menos estímulo tenga un niño en su hogar o su escuela, más probable será que vire sus pulsiones hacia la muerte y la destrucción. Ya que la energía libre, sin símbolos, sin estímulos amorosos, sin estímulos simbólicos, tiende a ir hacia las pulsiones autodestructivas.

Si usted quiere criar un niño que no sea violento, debe dedicarle mucho tiempo, afecto y paciencia, de lo contrario, la violencia es uno de los caminos más fáciles para la pulsión.

Hasta aquí estas reflexiones incómodas sobre el bullying. Quedo a la espera de sus reacciones ¿han descubierto ustedes alguna otra verdad incómoda acerca de este tema? ¡Los leemos!

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SicologiaSinP.com - Silvia Golubizky

Lic. en Psicóloga. Especializada en Género y Desarrollo

Columnista de paramujeres.com.ar, ejerce como Psicóloga Clínica de niños, adolescentes y adultos. Su área de trabajo es la clínica psicoanalítica. Recientemente obtuvo un diplomado en Género y Desarrollo. Ha dictado talleres, seminarios y conferencias en Tucumán, Buenos Aires y Santa Cruz, en Argentina. En el exterior Santiago de Chile, Washington y Miami. Desde su web difunde trabajos de psicoanálisis y comparte información sobre la violencia de género y la salud mental. [...]