Las feministas aman a los hombres: Historias de Amor, Feminismo y Psicoanálisis

En estos últimos años, en los que el feminismo ha empezado a aparecer en los medios de comunicación y se ha vuelto tema de debate en las redes sociales, existe una caricatura acerca de las feministas y el feminismo.

Hay quienes dicen que las feministas son feas, agresivas, “guarras”, etcétera. Si bien sería muy interesante analizar las cosas que se dicen acerca de las feministas (desde dónde, quiénes, por qué), hoy quisiera compartir algunas historias que demuestran que, lejos de tratarse el feminismo de odio hacia los hombres, el amor hacia los varones ha sido uno de los grandes propulsores del feminismo. Y el psicoanálisis ha sido testigo de ello.

Para esto he seleccionado algunos recortes sobre la historia del psicoanálisis y el feminismo, que demuestran que el amor hacia los varones, ha sido muy importante en el proceso de empoderamiento de las mujeres. Lejos estoy de afirmar que ha sido el único o que el feminismo se construyó en base al amor a los varones, ya que hubo muchos aportes desde muchas problemáticas que atravesaron a las mujeres y otros colectivos, para constituir el movimiento que hoy llamamos feminismo.

Comencemos…

1. Cuando Freud empezó a analizar a sus pacientes histéricas, éstas tenían muchas veces una o dos características comunes: eran hijas de la burguesía europea victoriana, obligadas a casarse muchas veces con hombres mayores en contra de su voluntad. Esta represión brutal de la autonomía y el deseo femenino creaba cuadros psico-físicos invalidantes en muchos casos. Freud fue descubriendo que cuanto más las mujeres pudieran ser libres en cuanto a su sexualidad y su deseo, más sanas serían. Inclusive osó decir que las mujeres de clase obrera, al poder ejercer su sexualidad con mayor libertad tendían a tener menos cuadros psicopatológicos que las reprimidas burguesas de la época.  No sólo en cuanto al ejercicio de la sexualidad adulta sino de la sexualidad infantil también. Muchas de estas mujeres obligadas a casarse con quienes no amaban, amaban en secreto a otros hombres. El psicoanálisis fue una de las primeras corrientes que empezó a hablar sobre la necesidad de las mujeres de elegir con libertad sobre su sexualidad. Esta libertad, propiciaría vínculos más sanos con los varones. Por lo tanto el psicoanálisis y el feminismo tienen como aporte común el deseo de las mujeres de amar a los hombres desde la libertad y no para ser mantenidas. ¿Quién ama más a un hombre? ¿ Una mujer que desea depender económicamente de él o aquella que elige amarlo por él mismo, y no por su dinero?

2. Tanto el psicoanálisis como el feminismo tuvieron desde el principio la pasión de separar deseo sexual de procreación. Muchos cuadros psicopatológicos que Freud analizó tenían como orígen prácticas anticonceptivas antiguas como el “coitus interruptus” . La vergüenza que provocaban los embarazos no deseados fuera del matrimonio, hacia que se convertían en secretos familiares luego, generando síntomas. Hay quienes afirman que Freud dejó de tener relaciones sexuales con su esposa Berta durante un tiempo por temor a dejarla embarazada, ya que contaban con muchos hijos.  Este era un conflicto que atravesaba frecuentemente los matrimonios de la época. Mientras los sectores más conservadores de la sociedad se agarraron la cabeza con la invención de la píldora anticonceptiva en la década del 60, el psicoanálisis desde principios de siglo XX estuvo produciendo conocimientos en cuanto a la diferencia entre deseo sexual y reproducción. Tanto el feminismo como el psicoanálisis celebran el ejercicio de la sexualidad humana, sin que ésta deba estar ligada necesariamente al deseo de un hijo. Para Erich Fromm, lo que más necesitaba un niño no era una madre consagrada a su cuidado, sino una madre feliz. Para Lacan, el ejercicio del deseo de la mujer era lo que le señalaba al niño un límite entre él y la madre. Ya que si mi madre desea a otro u otras cosas que no soy yo, eso permite cortar el cordón emocional que me une a ella e iniciarme en mi deseo. Esta imagen de madre abnegada y desexualizada, siempre fue combatida por el psicoanálisis. Tenemos aquí entonces, claramente hombres y mujeres que desean desde el psicoanálisis y el feminismo amarse libremente sin que por ello traer otra vida al mundo, como los mandatos de la iglesia católica intentaban e intentan hasta hoy estipular.

3. El psicoanálisis fue uno de los primeros dispositivos que les permitió llorar a los hombres. El mandato de hombre como ascéptico a las emociones, duro y frío, fue combatido por el psicoanálisis desde el principio. Freud afirmaba que las emociones enterradas no morían, sino que reaparecían de las peores maneras. De esta manera la necesidad de ternura de los niños varones, su necesidad de cariño tanto materno como paterno, fue comenzada por Freud y continuada especialmente por psicoanalistas feministas como Silvia Bleichmar, quien afirmó que en su conducta con las mujeres iba a ser determinante la relación que los hombres heterosexuales habían tenido con su propio padre en la infancia. Los hombres aprenden a amar a las mujeres, según Bleichmar, según la manera en la que el varoncito ha sido amado por su padre. 

La próxima vez que alguien te diga que las feministas odian a los hombres, puedes mostrarle este artículo. Hasta la próxima.