Adolescencia: ¿rebeldía sin causa?

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Psicología Clínica

Muchos padres con hijos adolescentes tienen la percepción de que se trata de una edad compleja y difícil de manejar. Curiosamente muchos adolescentes se sienten incomprendidos y consideran que son los adultos, los que les hacen difíciles las cosas.

La adolescencia es una edad de gran crecimiento psicológico, que debería ser bien aprovechada a la par de generar disfrute para todos. ¿Cómo lograrlo?

Una arista imprescindible en aras de asegurar un buen tránsito por la adolescencia, es la buena comunicación entre hijos y padres o adultos en general. Los adolescentes tienen un nivel de madurez que los acerca mucho más a la horizontalidad en las relaciones con los adultos. No aceptan normas, restricciones e imposiciones sin que medien las explicaciones y los argumentos. Y eso que solemos interpretar como rebeldía o desacato, son señales de desarrollo. Para aquellos padres que desde que sus hijos eran pequeños se acostumbraron a conversar y reflexionar, incluso en los momentos de mala conducta, la llegada a la adolescencia solo supone cambios de calidad en los intercambios. Pero para las madres y padres que establecieron sistemas autoritarios, donde la voz de mando de los adultos debía cumplirse sin cuestionamientos de ninguna índole, llega a ser una sorpresa desagradable que ya no funcionen los modos con los que anteriormente se controlaba al niño, ahora ya adolescente. En estos casos la vida familiar puede llegar a convertirse en un verdadero campo de batalla, donde la rebeldía ciertamente sus tiene causas.

Un conflicto frecuente es el que surge cuando los padres les indican a los hijos que el estudio es la misión fundamental y que las relaciones con otros y la diversión, debe estar en un segundo plano. En este sentido es bueno conocer que en la adolescencia se está generando un profundo proceso de conformación y desarrollo de la personalidad, que casi pudiera considerarse como una asignatura más en el sentido de lo imprescindible que resulta, que el muchacho o muchacha cuente con espacios y tiempos para darle satisfacción a múltiples necesidades psicológicas. Así como para un niño es indispensable jugar, para un adolescente es vital contar con un grupo de amigos y compartir con ellos de diversas maneras. Se trata de necesidades tan apremiantes que el intento de los padres de frenarlas, puede generar cambios de conducta muy difíciles de manejar y una consternación que se resume en esa frase recurrente: Es como si me hubieran quitado a mi hijo y puesto a otro en su lugar.

Es cierto que nuestro sistema educacional implica un rigor y sistematicidad en el estudio, donde cada día cuenta en relación con metas mayores pero mediatas, como obtener el pre-universitario o una carrera en la Universidad. Con esas miras y a sabiendas de lo complejo que resulta para el adolescente conciliar el disfrute de la edad con los proyectos futuros, es que los padres se preocupan. Pero la clave está en ayudarlos a planificar el tiempo, a organizar la vida y a llevar de la mano el estudio y la satisfacción de necesidades, de las que también depende su desarrollo integral y el bienestar psicológico.

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SicologiaSinP.com - Roxanne Castellanos Cabrera

Licenciada en Psicología

Lic. en Psicología (2001) Máster en Psicología Clínica (2008) Doctora en Ciencias Psicológicas (2017) Profesora Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. Compiladora y autora de "Psicología. Selección de Textos", Editorial Félix Varela (2003), autora de "Los niños, la Escuela y otros temas. Sugerencias para padres y maestros", Editorial José Martí (2016). Investiga en temas de bienestar psicológico infantil. Directora del Centro de Orientación y Atención Psicológica (COAP) de la Facultad de Psicología, de la Universidad de La Habana. [...]