Variables que intervienen en la aparición y evolución del VIH como enfermedad transmisible

vih-tratamiento

Psicología Clínica

Las enfermedades transmisibles han afectado a los seres humanos desde los comienzos de la civilización, permaneciendo como causas líderes de morbi-mortalidad en todo el planeta. El descubrimiento de sus agentes etiológicos, la descripción de sus patogenias y el desarrollo de métodos adecuados para su control, representan grandes logros de las ciencias médicas. (1) Estas enfermedades existen desde que el hombre apareció en el planeta y tienen lugar a partir de las diferentes formas de interacción entre los microorganismos y el huésped susceptible, en su relación de intercambio con el medio ambiente.

Pedro Rodríguez Hernández (2005) realiza una síntesis de las principales enfermedades transmisibles que se notifican en Cuba, según su vía de transmisión fundamental. Clasifica dentro de las enfermedades de transmisión respiratoria las infecciones respiratorias agudas (IRA), la tuberculosis y la meningoencefalitis. Las de transmisión digestiva son las enfermedades diarreicas agudas (EDA), el cólera, el parasitismo intestinal, entre otras. Las enfermedades de transmisión por contacto de piel y mucosas son las enfermedades de transmisión sexual (ETS), la pediculosis, la escabiosis. Las transmitidas por vectores son fundamentalmente la leptospirosis, y el dengue. (2)

Gran parte de las muertes que ocurren en el mundo se debe a muchas de estas enfermedades fundamentalmente la tuberculosis, el VIH/SIDA, el cólera, el dengue y el parasitismo intestinal, que se encuentran entre los principales flagelos que afectan a la humanidad en términos de morbilidad y mortalidad.(3)

Investigaciones consultadas identifican múltiples factores de riesgo para la aparición de las enfermedades transmisibles por diferentes vías, que muchas veces guardan estrecha relación con los hábitos y comportamientos de las personas. (5) Existen factores biológicos, ambientales, psicológicos y sociales, que se relacionan directamente con la aparición y desarrollo de las enfermedades infecciosas haciendo difícil su control y erradicación.

Las Infecciones de Transmisión Sexual son un ejemplo de enfermedades transmisibles que se encuentran estrechamente relacionadas con el comportamiento humano. Estas afectan especialmente a aquellos sectores de la sociedad que realizan prácticas sexuales y comportamientos sociales riesgosos, por lo que se consideran poblaciones de riesgo.

Una de las enfermedades de transmisión sexual que más afecta a la humanidad en el contexto actual es el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), es un virus que destruye el sistema de defensa del organismo humano y provoca el síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Este se transmite en determinadas condiciones, fundamentalmente de tres maneras: a través de relaciones sexuales desprotegidas, durante y después del embarazo y mediante el intercambio de jeringuillas u otros instrumentos infectados. (6) La vía más relevante de transmisión, es la sexual. El riesgo depende de la prevalencia de la infección en la población sexualmente activa y de los comportamientos en salud que asumen las personas.

La prevención es la forma más eficaz de combatirlo que se conoce, esta se realiza mediante prácticas sexuales seguras y evitando el consumo excesivo de alcohol y drogas, pues se conoce que bajo el efecto de estas sustancias aumenta el riesgo de perder el control y tener prácticas sexuales sin protección.

El tratamiento de esta enfermedad tiene varias vertientes, es decir, se utiliza un tratamiento con fármacos para disminuir la cantidad de VIH en la sangre hasta alcanzar niveles muy bajos, acompañado de una dieta adecuada y de cambios en el estilo de vida. Es válido destacar que no existe una cura para la enfermedad pero la combinación adecuada de estos elementos puede favorecer la evolución. 

Los pacientes que presentan VIH-SIDA deben realizar acciones encaminadas a proteger su salud y la de las demás personas, pues les concierne la responsabilidad de advertir a los demás de su enfermedad.

Los factores determinantes de la actividad sexual de una persona son sutiles y complejos, reflexionar sobre las enfermedades de transmisión sexual como un problema de salud que se acrecienta en la actualidad, evitar la propagación del VIH-SIDA, y brindarle a las personas enfermas herramientas para mejorar su calidad de vida, es un reto para cualquier Sistema de Salud. Atendiendo a lo planteado con anterioridad, el presente trabajo se trazó como objetivo:

Describir las variables que intervienen en la aparición y evolución del VIH-SIDA como enfermedad  de transmisión sexual.

La muestra estuvo conformada por cinco pacientes, de diferentes áreas de salud según la procedencia de las integrantes del equipo que llevó a cabo la investigación, su selección fue intencional, tomando como criterios de inclusión:

  • Ser seropositivo al VIH. 
  • Tener más de dos años de evolución de la enfermedad.
  • Brindar su consentimiento para participar en la investigación.

La técnica seleccionada para la recolección de los datos fue la entrevista semiestructurada. Se realizó con el objetivo de explorar en los pacientes las variables que intervienen en la aparición y evolución del VHI. Se entrevistó a cada uno de ellos en su domicilio, contando con la privacidad necesaria para tocar temas tan sensibles  y cuidando de los aspectos éticos. Entre los indicadores sobre los que se investigó se encuentran las variables sociodemográficas, orientación sexual, estilo de vida, mecanismos de afrontamiento, adherencia al tratamiento, apoyo social, personalidad, creencias en salud, aspectos económicos y servicios de salud.

Resultados

Variables sociodemográficas: La muestra quedó conformada por cinco pacientes seropositivos, existiendo un predominio del sexo masculino, las edades oscilaron entre los 26 y 41 años, el diagnóstico de VIH se realizó alrededor de los 20 años, el estado civil que predominó fue el soltero pues sólo dos de ellos están legalmente casados. Tienen hijos cuatro de los pacientes entrevistados, la mayoría concebidos después del diagnóstico de la enfermedad. El nivel escolar que predomina es el superior, todos mantienen vínculo laboral pero ninguno ejerce su profesión en la actualidad. La totalidad de la muestra es de procedencia urbana. 

Orientación sexual y género: En cuanto a la orientación sexual, definida por Celestino Vasallo (6), como la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de una persona en relación con el género de la pareja involucrada en la actividad sexual, podemos referir que los pacientes investigados son en su mayoría heterosexuales, solo uno de ellos es homosexual. Este último asume una identidad de género enfocada hacia la feminidad, que le ha permitido organizar su autoconcepto y comportarse socialmente.

Estilo de vida: Es un determinante de salud que interviene tanto en la aparición como en la evolución del VIH. González Pérez plantea que el estilo de vida es la unidad de lo social y lo individual, el estilo de regulación psíquica del individuo, o sea, la actividad que la persona realiza en su práctica social cotidiana, para la solución de sus necesidades, dentro de las que se encuentra la actividad sexual. (7) Esta afirmación se sustenta en el hecho de que los comportamientos sexuales ya sean de riesgo o no, que asumen las personas están estrechamente ligados a su forma de vida, sus costumbres, sus hábitos, su cultura y pueden convertirse en factores de riesgo para la aparición de la enfermedad. Se requiere de la modificación definitiva de estos comportamientos para lograr una evolución favorable, teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad incurable y su pronóstico depende de ello. 

En la muestra investigada encontramos que la totalidad llevaba un estilo de vida inadecuado, basado en las prácticas sexuales de riesgo, el consumo de alcohol y tabaco, la inestabilidad de pareja entre otros factores que propiciaron la aparición de la enfermedad. Sin embargo la mayoría ha logrado reestructurar su estilo de vida hacia la salud, incorporando hábitos de alimentación saludables, evitando el consumo de alcohol y otras drogas, manteniendo una pareja estable, aunque se conoce que no siempre se protegen en sus relaciones sexuales pues ya se refirió con anterioridad que la mayoría de los entrevistados ha tenido hijos después del diagnóstico de las enfermedad.

Personalidad: Constituye un complicado mecanismo autorregulador de la psiquis y orientador del comportamiento, en el cual se seleccionan preferencias, se otorga sentido, se determina el grado de autonomía, se jerarquizan motivos, se regula la conducta, se determina la valoración, la autovaloración y la toma de decisiones. La personalidad no puede ser modificada fácilmente y por su carácter sistemático tiene alta probabilidad de incidir sobre el equilibrio salud-enfermedad, ya sea de forma positiva o negativa. (7) Las personas otorgan un sentido personal a sus conductas, en este caso los comportamientos sexuales de riesgo que inciden en la aparición del  VIH, de modo que intentar modificarlos requiere de un complejo reajuste de su personalidad en función de mejorar su estilo de vida y favorecer el curso de su enfermedad. No todos los pacientes investigados tienen los recursos personológicos necesarios para lograr la adaptación y el ajuste. 

Mecanismos de afrontamiento: El afrontamiento es un proceso dinámico donde las respuestas de afrontamiento dependen de la naturaleza de la enfermedad, de la situación en la que se produce y de los recursos que el individuo tiene disponibles. Lazarus y Folkman (1984) identifican los tipos de afrontamiento que habitualmente las personas utilizan en situaciones de enfermedad, entre los que se encuentran: la confrontación, el distanciamiento, el autocontrol, la búsqueda de apoyo social, la aceptación de la responsabilidad, la huida- evitación, la planificación y la reevaluación  positiva. 

La negación suele ser una respuesta muy común en las primeras fases de la enfermedad, sobre todo ante el diagnóstico del VIH, después sigue una fase de reconocimiento y reorganización en la cual la persona se enfrenta con la nueva situación y reorganiza su vida en función de ella, que termina en una adaptación y ajuste, como es el caso de la mayoría de los pacientes estudiados, o por el contrario en un fracaso, que es la situación que caracteriza a una paciente que ha mantenido el mecanismo de negación y que por tanto no ha tenido aceptación de la responsabilidad de su enfermedad para consigo y para con los demás.

Apoyo social: En pacientes con VIH esta variable ejerce una función indispensable para la evolución de la enfermedad, es importante sentirse parte de un grupo, más cuando el paciente sabe que no retornará a su estado de salud anterior, esto genera una crisis más que una adaptación sobre todo al comienzo, por lo que es fundamental tener una red de apoyo que ayude a sumir con responsabilidad la condición de la enfermedad. 

Los pacientes entrevistados refieren en su mayoría haber tenido un apoyo familiar favorable, uno de ellos admite que su homosexualidad en un primer momento, generó más conflictos en su hogar fundamentalmente con la figura paterna, que el propio conocimiento de la enfermedad. Los entrevistados coinciden en que es una realidad la tendencia social a rechazar a los pacientes con VIH y las causas son disímiles pero sustentadas casi siempre por desconocimiento, lo cual genera miedo al contagio, sin embargo ninguno refiere ser rechazado socialmente en la actualidad.

Adherencia al tratamiento: La adherencia se refiere a la implicación activa y la colaboración voluntaria del paciente para la realización del tratamiento de una patología determinada, de esta manera se reconoce el papel activo del sujeto en el proceso. Influye en la eficacia de los tratamientos de enfermedades como el VIH que son de larga duración y exigen modificaciones del estilo de vida.

Al referirnos a la adherencia terapéutica que puedan o no tener los pacientes positivos al VIH, es necesario comenzar analizando el principio de autonomía que tenga el paciente pues le concierne el derecho de decidir si lleva el tratamiento o no. La aceptación de la enfermedad es otro factor influyente pues el hecho de no aceptar el diagnóstico, dificulta considerablemente la adherencia al tratamiento. 

La percepción que tenga el paciente del riesgo de morir es otro aspecto que interviene en la adherencia terapéutica y en la evolución de la enfermedad. De los entrevistados solo una paciente admite no llevar el tratamiento pues refiere que su diagnóstico fue un error, evidentemente ella no acepta su enfermedad y en consecuencia no percibe la necesidad de llevar el tratamiento.

Creencias de salud: El comportamiento en salud de las personas está determinado por la susceptibilidad y la amenaza percibida, de un determinado problema de salud, la creencia de que la prevención o el tratamiento son eficaces, que no son costosos económica o psicológicamente y la presencia de un incentivo que movilice el comportamiento, son aspectos que también influyen. En los pacientes investigados se pudo constatar que antes de la aparición de la enfermedad no existía ni susceptibilidad ni amenaza percibida por lo que su comportamiento sexual no estaba enfocado hacia la eficacia de la prevención del VIH u otra infección de transmisión sexual. Sin embargo en la actualidad la mayoría de ellos ha logrado un cambio de comportamiento enfocado en sus creencias en salud. 

Aspectos económicos: El VIH es una enfermedad que afecta a los adultos en plena etapa de productividad, muchos de los cuales están en el punto máximo de esa fase económica. (8) Es conocida además la existencia de restricciones laborales para estos pacientes por el riesgo biológico que representa su desempeño por ejemplo en servicios de salud, pero existen además prejuicios sociales que entorpecen su vida laboral. Las particularidades del VIH como enfermedad, conlleva limitaciones para la realización de algunas actividades por lo que no todos los pacientes que la padecen pueden continuar su vida laboral, por lo que el ingreso económico en ocasiones es bajo y no les permite cubrir todas las necesidades básicas.

bandera-cubana

Servicios de salud: En Cuba, el sistema de salud brinda acceso gratuito a la atención médica y a los servicios de salud en general. La aparición del VIH como enfermedad transmisible está relacionada en la mayoría de los casos como se ha ilustrado en la presente investigación a la percepción de riesgo de las personas y a sus conductas, sin embargo no es solo el individuo el responsable de la aparición de la enfermedad pues el equipo básico de salud, en la atención primaria, tiene la responsabilidad de identificar los grupos de riesgo con el fin de realizar acciones de educación para la salud, de prevención, diagnosticar tempranamente la enfermedad y así evitar su propagación. Con respecto a la evolución de la enfermedad, los sistemas y servicios de salud deben garantizar una atención integral que proporcione la satisfacción de las necesidades de salud y el mejoramiento de la calidad de vida de estos pacientes. La totalidad de los entrevistados refieren sentirse satisfechos con la atención de salud recibida.

Conclusiones

  • Diversas son las variables que influyen tanto en la aparición como en la evolución del VIH como enfermedad transmisible, el sexo, la orientación sexual, el estilo de vida  que asumen los pacientes en este caso los comportamientos sexuales de riesgo y el consumo de alcohol y tabaco entre otros factores. Las características de personalidad y la autorregulación del comportamiento hacia la salud, el apoyo social que requiere la persona enferma, la adherencia al tratamiento y los mecanismos de afrontamiento a la enfermedad asumidos juegan un papel decisivo en la evolución, pues la aceptación de la enfermedad, la reestructuración, adaptación y ajuste que tenga la persona enferma condicionan el cambio de estilo de vida que se requiere y movilizan el comportamiento hacia la salud. 
  • El papel de las creencias, en la percepción de susceptibilidad y el reconocimiento de la prevención es decisivo para evitar la aparición de la enfermedad, por otro lado la creencia de la efectividad del tratamiento una vez infectado y el costo psicológico inciden directamente en la evolución. Los aspectos económicos pueden convertirse en barreras percibidas por el paciente en tanto limiten su capacidad laboral e impidan la satisfacción de muchas de sus necesidades.
  • Los servicios de salud juegan un rol decisivo tanto en la aparición como en la evolución de la enfermedad, pues en la atención primaria, el equipo básico de salud, actúa directamente en la educación para la salud, la identificación de grupos de riesgo, la prevención, el diagnóstico oportuno de la enfermedad. En cuanto a la evolución de la enfermedad en los pacientes, los sistemas y servicios de salud deben proveer una atención integral que garantice la satisfacción de sus necesidades de salud y el mejoramiento de su calidad de vida.

Bibliografía

1-Martínez Abreu J. Las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, un tema de interés para todos. RevMéd Electrón [Internet]. 2014 Sep-Oct [citado: fecha de acceso];36(5). Disponible en: http://www.revmatanzas.sld.cu/revista%20medica/ano%202014/vol5%202014/tema01.htm

2-Rodríguez Hernández, P. Enfermedades transmisibles. Epidemiología de entidades específicas. En: Toledo Curbelo, G. Fundamentos de Salud Pública 2. La Habana: Editorial Ciencias Médicas. 2005. p. 436-472

3-Berdasquera Corcho Denis. El control de las enfermedades infecciosas en la atención primaria de salud: un reto para la medicina comunitaria. Rev Cubana Med Gen Integr  [revista en la Internet]. 2007  Mar [citado  2015  Ene  20];  23(1): Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252007000100001&lng=es

4-Anuario estadístico 2013. Dirección de registros médicos y estadísticas de salud. Ministerio de salud pública .La Habana 2014[versión electrónica] Disponible en: www.sld.cu/sitios/dne/

5-Aguilar Valdés Juan, Aguilar Pérez Mabel, Ojeda del Valle Mayra, Cumbá Abreu Caridad, Romero Placeres Manuel, Ortiz Martínez Mayelín. Factores de riesgo de enfermedades transmisibles en una escuela primaria de la provincia de Ciudad de La Habana (2004). Rev Cubana HigEpidemiol  [revista en la Internet]. 2011  Abr [citado  2015  Ene  20] ;  49(1): 47-53. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032011000100006&lng=es

6-Vasallo Mantilla Celestino. Sexualidad: Salud sexual. Prevención del VIH-SIDA. Revhabanciencméd  [revista en la Internet]. [citado  2015  Ene  23]. Disponible en: http://scieloprueba.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2007000500014&lng=es

7-González Pérez, U. Modo de vida psiquis y salud. En: Nuñez de Villavicencio, F. Psicología y salud. Editorial Ciencias Médicas. La Habana 2001. p. 113-134

8-Ochoa Soto Rosaida. VIH/SIDA y desarrollo. Rev Cubana HigEpidemiol  [revista en la Internet]. 2004  Ago [citado  2015  Ene  23] ;  42(2):  Disponible en: http://scieloprueba.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-30032004000200001&lng=es

, , , , , , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados