Durante varios años muchas iglesias a las que asistí tenían gente llena de odio hacia la gente pobre. Lo disfrazaban con términos como “populismo”, “meritocracia”, “corrupción”. Pese a que siempre tuve mis reservas hacia los gobiernos populistas, básicamente por el daño ecológico enorme que hacían y nadie decía nada sobre eso. También me parecían gobiernos intolerantes en algunas cuestiones, y por ahí compartía las críticas que esta gente -claramente con ideología de derecha- hacía hacia el populismo. Por otro lado, mi formación académica me había adentrado en la izquierda algo más radical y siempre estaba lista para criticarlos, al igual que la gente de derecha.
Sin embargo, pese a que claramente no estaba de acuerdo con muchas cosas que se hicieron durante el populismo en mi país, siempre charlaba con mis hermanas lo mismo: era innegable que la gente pobre estaba muchísimo mejor. La clase media, un poco mejor. Pero habían muchas injusticias también.
Empecé a no tolerar los discursos de derecha más o menos por el 2015, año en el que Macri ganó las elecciones en Argentina. Lo que me parecía increíble, era que gente a la que yo consideraba cristiana, hablaba de los pobres con un autoritarismo y una saña, increíbles. Los llamaban vagos, planeros, sucios. Cristianos. Que iban todos los fines de semana a la iglesia y cantaban himnos al lado mío. Nunca vi tanto odio legalizado. De repente alguien decía que admiraba mucho a Hitler (googlen Durán Barba Hitler), y a la gente no le parecía grave. Más grave les parecía una mujer a la que llamaban “chorra”, “atorrante”, yegua. Cristianos.
La verdad es que me costaba mucho explicarles quién era Keynes, que estaba bien ser compasivos hacia los pobres, y que no eran un curro los derechos humanos. Justamente, las cosas que para mí estaban bien del “populismo”, eran las que ellos criticaban. Y debo reconocer una cosa: cada vez que increpé a la gente que era peronista o kirchnerista sobre los desastres ecológicos que se hacían, en el 90% de los casos, me dieron la razón y reconocieron que eso estaba mal. Y les juro que es cierto.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el COVID 19? Pues que ahora se demuestra, empíricamente que, en sus principios, el “populismo” tenía razón. Que cuidar del otro no tiene que ser considerado un gasto. Que la salud debe ser pública, y que hay que ocuparse del otro, SIN JUZGAR si se lo merece o no se lo merece. Porque si se enferma uno, nos enfermamos todos. ¿Te parece muy comunista lo que digo? Aunque no lo creas, son principios bíblicos.
¿Recuerdas cuando se cuenta en el antiguo Israel que cuando el pueblo se apartaba de Jehová le venían plagas y los atacaban ladrones? Estamos acostumbrados a ver esto con ojos místicos solamente. Y muchas veces es descartado como inválido por las mentes más racionales. Sí, es verdad que excluir a Dios atrae el mal a nuestra vida. Pero hay mucha gente que sin seguir a Dios conscientemente, sigue principios que tienen que ver con el bien. Por consiguiente, en gran parte al pueblo le sobrevenía la pobreza porque dejaban de respetar las leyes de economía solidaria y comunitaria.
Si alguna vez te pones a estudiar en detalle las leyes levíticas vas a darte cuenta de algo: eran medidas, muchas veces que eran “populistas”. Sí, por supuesto que apedrear prostitutas, homosexuales y adúlteros estaba pésimo. Eran parte de las limitaciones del contexto que provenían. Compáralas con el código Hammurabi, y te darás cuenta que eran mucho más “suaves”, que las de sus vecinos.
Pero si dejas de centrarte en lo explícito del texto y vas a lo implícito, te darás cuenta de que había un sistema de seguridad social muy comunitario:
-Nadie podía tener un esclavo por más de 7 años, a menos que el esclavo se haya encariñado con al familia y decidiese él mismo quedarse como un miembro más.
-Las viudas y los huérfanos debían ser protegidos (las viudas no podían trabajar porque el único trabajo pago para las mujeres en esa época era la prostitución)
-Cuando la gente pasaba por un campo, podía comer de lo que estaba allí, siempre y cuando no se llevara, no acumulara.
-¿Recuerdas la historia de Rut y Noemí? Rut era una “planera”, porque recogía las gavillas que se les caían a los segadores para ella y su suegra. Porque había una ley levítica que decía que si se caían espigas, no se debían recoger sino dejar para las viudas y los huérfanos.
-Las fiestas eran comunitarias, todos tenían vacaciones una vez al año y tenían derecho a la diversión y a la espiritualidad de las fiestas.
Podría seguir y seguir pero creo que es suficiente. Toda la defensa bíblica que tienen quienes usan la biblia para hablar mal del populismo es: “Ah, pero Pablo dice que, “el que no trabaja que no coma”. Sí es cierto, ¿sabías que mucha gente se hizo inmensamente rica gracias a la especulación financiera del neoliberalismo? Gente millonaria que no trabajaba y como tenía contactos con el gobierno, gracias a las estrategias de suba y baja del dólar se volvió aún más millonaria. Pero si lo que te preocupa son “los planeros”, en la mayoría de los casos son gente que sufre pobreza estructural. Que no tiene hábitos de trabajo porque es tan pobre que nadie le enseñó a levantarse temprano y cumplir un horario. Te invito a que leas lo que Mayra Arena dice al respecto.Y eso tiene que ver en gran parte con el colonialismo y la aculturación. Tema de los que hablaré otro día.
El texto de Pablo “el que no trabaja que no coma”, se refiere a gente que está dentro de la iglesia (leé el contexto) y se aprovecha de la cultura caritativa de la iglesia.
¿Alguna vez viste a Jesús cuestionando a sus seguidores por estar escuchándolo en lugar de trabajar y negarse a alimentarlos por eso? No, al contrario. Reprendió a Marta por “su cultura del trabajo”.
Y si me quieren retar por hablar cuestiones ligadas a la política acá les paso el párrafo de un renombrado y tradicional pastor adventista al respecto:
“ Seguramente usted conoce, igual que yo, a “hombres buenos desamparados” e “hijos de hombres buenos que piden limosna”. Las palabras de David (Sal 37:25) se hallan insertas y se explican, dentro de la realidad social, económica y cultural de la Palestina hebrea del siglo IX a C….Estoy seguro de que usted y yo tampoco veríamos mucha gente justa pidiendo limosna si viviéramos en una sociedad de esas características o, al menos EDIFICADA SOBRE ESOS VALORES E IDEALES. Podría existir, como entonces gente “de condición modesta”, pero no miseria.” (Hugo Cotro “¿Qué dice la Biblia? (Pág 55 y 56)
El año pasado cuando dije que votar a Macri iba en contra de los principios que Jesús había enseñado, muchos dijeron que estaba mezclando política con religión. No, estaba mostrando de qué manera los principios que subyacían a sus políticas eran el egoísmo y el orgullo. Vuelvo a citar al Pr. Hugo Cotro en cuanto a los candidatos que elegimos:
“Creo que Dios, o el Bien, no se mueve en el vacío, sino que actúa en la historia y en el mundo de manera encarnada, por medio de seres humanos, lo mismo que el Mal. La única diferencia es que el Mal nunca carece de mano de obra.
“Desgraciadamente, en muchas ocasiones el resultado de una elección nada tiene que ver con los deseos de Dios.
“…creo en la alternativa del voto “romántico” como un acto ético, de respeto propio, reafirmador de la propia dignidad. Creo en la necesidad moral de votar a quien SE DEBE y no necesariamente a quien CONVIENE.
Entiendo que esa perspectiva ética del voto idealista emitido a conciencia es más acorde con el espíritu del cristianismo bíblico en el ejemplo de Cristo, quien nos enseñó a anteponer el deber y ALTRUÍSMO al EGOÍSMO” ( “¿Qué dice la Biblia?” Págs 70 y 71 Las mayúsculas son mías)
Esto se escribió en la década de los 90, cuando mucha gente votó a quien había llevado a la Argentina a un nivel de desocupación del 25% gracias a las políticas neoliberales, pero muchos lo votaron porque estaban endeudados en dólares y temían a la hiperhinflación. En 2019 muchos votaron a Macri por odio y para no reconocer que se habían equivocado la primera vez. Y claro, por odio a los pobres, como mencioné anteriormente.
¿Quieren saber qué parte de culpa tienen las iglesias en el COVID 19? El haber inculcado en sus miembros el egoísmo, el orgullo y el desprecio por la gente “del mundo”. Eso les hizo votar a la derecha religiosa, poderes que por lo menos para el protestantismo hace unos 150 se sabe que son perseguidores y fascistas.
Y a quienes nos pasamos diciendo que eso estaba mal, que había que ser compasivo, que había que apostar por quienes bregaban por el bien común nos tildaron de “comunistas”. Ahí tienen el resultado de su egoísmo.
Estados Unidos tiene 2 camas de hospital cada 1000 habitantes. Argentina y Cuba tienen 5. Argentina y Cuba tienen sistemas públicos de salud. Y están obteniendo muchos mejores resultados que Estados Unidos y Europa en su lucha contra la pandemia. No significa que las persecuciones religiosas del comunismo cubano hacia los cristianos hayan estado bien, tampoco. Ni que la corrupción kirchnerista y los graves problemas ecológicos de los que son responsables sean buenos. No, no significa eso.
No significa que los argentinos ni que los cubanos seamos mejores personas ni estemos más cerca de Dios que el resto. Significa que cuando se siguen los principios de solidaridad y generosidad que Jesús enseñó, se tienen mejores resultados.
¿Qué va a ser más importante en tu vida a partir de ahora? ¿El egoísmo o la generosidad?
El enfoque de este artículo no está mal del todo mal, pero cargar la culpabilidad de la pandemia al “protestantismo” sería demasiado simple y trivial. El problema va mucho más alla de la religión, estamos hablando de sistemas globales, formas de vida que promueven el egoísmo y centralización de las riquezas en unos pocos, estamos hablando de capitalismo.