¿Padecía el padre de Luis Miguel una grave enfermedad mental?

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Psicoanálisis

Hace mucho tiempo que quiero escribir sobre esto. Para escribir este artículo me basaré en lo que las versiones popularmente conocidas, dicen. Son los datos públicos a los que todos tenemos acceso.

Por ello mismo, no conviene tomarlo como un diagnóstico certero, pero hay algunos emergentes en la vida de Luis Rey que nos permiten disparar algunas ideas acerca de un cuadro clínico que es mucho más común de lo que se piensa.

Quizás muchos de ustedes, al leer el título de este artículo, pensaron que hablaría de una perversión, dado que es conocido el papel de Luis Rey como “malo de la película”, en lo que se pudo ver en la serie. Aunque reconozco que existen rasgos claramente perversos en el personaje de Luis Rey en la serie, mi inferencia apunta hacia otro lado: la psicosis ordinaria.

¿A qué llamamos los psicoanalistas “psicosis ordinaria”? Popularmente se cree que las psicosis se trata de personas enajenadas de la realidad, que deliran, que tienen pensamientos paranoides, etcétera. Sin embargo, resumiré con lo que un profesor de la UBA (no me acuerdo quien es) suele decir: “Cuando los delirios y las alucinaciones aparecen, la psicosis ya es vieja”. Entonces, ¿qué es la psicosis ordinaria? La psicosis en sus comienzos. Vale aclarar que existen personas, que son psicóticas de estructura, que jamás sabremos que son psicóticas. Y que ni siquiera padecen estos primeros síntomas de los que hablaré a continuación.

¿Cómo se caracteriza a la psicosis ordinaria? Para esto tomaré prestada la descripción de Otto Kernberg, quien no habla acerca de “psicosis ordinaria”, como se describe en el psicoanálisis lacaniano, sino acerca de Trastornos Límites de la Personalidad, o como se ha popularizado el término “borderline”.

El término se acuñó a raíz de encontrarse con sujetos que no deliraban, que mantenían un contacto con la realidad mínimo, pero que tampoco eran tratables con los métodos que los psicoanalistas acostumbraban tratar patologías más leves, tales como la neurosis, con sus correspondientes personalidades medianamente estables y adaptativas.

Los síntomas se caracterizaban por el exceso, más que nada: abuso de sustancias, impulsividad, agresividad, falta de control, conductas adictivas en general. En los años 90, empezaron a aparecer muchas de estas patologías, obligando al psicoanálisis a repensar su clínica.

Es allí donde aparece esta definición de “psicosis ordinaria”, es decir se trata de personas que son de estructura psicótica, pero que aún no han delirado ni alucinado.

Estas personas se nos presentan, al igual que los psicóticos con severos problemas de adaptación social. Lo que los psicoanalistas llamamos “labilidad del lazo social”, es decir, son personas a las que les cuesta mucho permanecer en un vínculo, sostener un trabajo, sostener el estudio. Tienen escasa tolerancia a la frustración, por lo que abandonan rápido los proyectos y, a menos que provengan de una familia con excelente pasar económico, tienden a caer en la marginalidad.

Ahora bien, hecha la descripción de lo que es una psicosis ordinaria, cabe la pregunta ¿por qué decimos que Luis Rey, padecía de esto? Muchos ya se habrán dado cuenta al leer la descripción que antecede.

La serie comienza, justamente mostrando dos conflictos muy comunes en la psicosis ordinaria (si se quiere, tres):

  1. Luis Rey se niega a ser telonero de José José, porque si José José es “el príncipe de la canción”, él que es “Luis Rey”, no puede ser el telonero. Yo no sé si este diálogo es real, o es una traspolación de un conflicto similar, pero es muy común en la psicosis, la incapacidad para entender ciertas metáforas, o de tomarse las palabras de manera muy literal. Lacan dice: “El psicótico trata a las palabras, como cosas”. Aparte, de la soberbia de no soportar ser menos que el “príncipe” porque él es “rey”, hay una falla en la capacidad simbólica, muy propia de las psicosis.
  2. La ambición desmedida, fugada de la realidad. En la psicosis, como los sujetos se sienten desvalidos y abandonados, buscan constantemente un lugar de admiración y preponderancia, en un intento de reparar esa enorme herida narcisista original. Es por esto, que además Luis no puede soportar estar de segunda figura, y es a raíz de esto que tendrá graves problemas con su hijo, más adelante.
  3. Estas conductas, fuera de lo socialmente esperable, lo empujan, junto con su familia a constantes cambios, mudanzas y una vida económicamente frágil.

Dado que no quisiera hacer este artículo largo y pesado, dejaré acá, para continuar en un próximo episodio para analizar otros fragmentos de la vida de Luis Rey y seguir aprendiendo de la psicosis.

Foto de portada tomada de Milenio 2020

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SicologiaSinP.com - Silvia Golubizky

Lic. en Psicóloga. Especializada en Género y Desarrollo

Columnista de paramujeres.com.ar, ejerce como Psicóloga Clínica de niños, adolescentes y adultos. Su área de trabajo es la clínica psicoanalítica. Recientemente obtuvo un diplomado en Género y Desarrollo. Ha dictado talleres, seminarios y conferencias en Tucumán, Buenos Aires y Santa Cruz, en Argentina. En el exterior Santiago de Chile, Washington y Miami. Desde su web difunde trabajos de psicoanálisis y comparte información sobre la violencia de género y la salud mental. [...]