Aguantar los trapos. Psicoanálisis con adolescentes

aguantar-los-trapos
Aguantar los trapos

Psicoanálisis

AVISO: Contenido sensible para teóricos

Todo paciente tiene su complejidad. No hay uno igual a otro. Los casos podrán tener cuestiones similares pero los detalles los hacen muy distintos. Es así.

La propuesta de hoy es compartir algo sobre adolescentes. Una propuesta callejera. Sin rodeos ni frases de libros. Poder hacer una referencia, no teórica, sobre este mundo que todos atravesamos (aunque muchos no lo recuerden) con determinadas características. Viviéndolo, asumiendo otras posiciones, siendo reyes, siendo verdugos, estando, estando sin estar, rebelándose, haciendo caso…

Si cada familia es un mundo, cada adolescente es una galaxia. Con su propio sol, sus asteroides, sus distancias (de entenderlos a veces se está a años luz), sus días y noches, sus estaciones, sus aires, sus terrenos y olores particulares, sus posibilidades de choque con otros mundos, sus eclipses.

No es normal Sebastián, no es normal que a sus 16 años no invite a sus amigos a casa” decía una madre preocupadísima en la primera entrevista. Pero al conversar sobre si jugaba videojuegos, la Playstation y el “on-line” dieron su revés a la cuestión. Muchos pibes y pibas juegan de esta forma, así que no necesitarían encontrarse en la vereda o ir a ningún lado, ahora pactan un horario y se conectan. Su hijo tiene muchos amigos. Esto cambió en muchos lugares. Tema aparte: ¿Qué es ser un amigo en la adolescencia?

En otra ocasión una madre me había dicho cosas de su hijo de 13 pirulos que iba a venir al consultorio la primera vez. Porque a veces las familias no cuentan nada, solo anticipan la que se (nos) viene… así fue. Pura irreverencia, despojo. Apuntó y disparó “¡Qué hacés!, yo a vos no te voy a decir nada porque ustedes son todos buchones”. Así nos conocimos.

Otra muchacha de 16 años aseguraba en el primer encuentro: “Yo no sé para qué vengo, la que tiene que venir es mi mamá”. La madre comentaba que su hija estaba “…desorientada. No sabe lo que hace. No es lo que yo le enseñé.” porque estaba comenzando una relación con otra mujer. 

Casos que me han ayudado a pensar las primeras intervenciones con cada adolescente en particular. Porque una intervención no es a priori, se arma después. Siempre por la vía del respeto. Siempre bancando. Siempre escuchando.

Porque un psicoanálisis con adolescentes será aguantando los trapos. Trapos que algunos creen ver sucios y ellos sienten comodísimos (esas ropas que no se ponen siempre). Esos trapos que se secan al sol. Trapos que en muchos casos las familias los lavan puertas dentro y no los sacan ni los secan. Quedan siempre con humedad, como algunos secretos y cuestiones muy enquistadas. Trapos que a veces vienen tan relucientes y blancos que llaman la atención y nos preguntamos ¿Cuándo una mancha? En definitiva ¿Cuándo hay lugar para rebelarse o mandarse una macana?

Lo importante será que el adulto pueda acompañarlos a lavar sus propios trapos. Acercándole algunos materiales, dejándolos intentar. Aguantando ciertas roturas, no queriendo emparchar todo. Dando espacio y tiempos.

Y como analista no digo qué hacer, y menos cómo lavar los trapos de cada uno. Pero sí acompaño a cada adolescente para poder hacer algo con lo suyo. Respetando.

, , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados

SicologiaSinP.com - Sebastian Saravia

Licenciado en Psicología

Lector y jugador. Licencia en Psicología por la Universidad de Morón. Ha realizado un Posgrado en Clínica psicoanalítica con niños y adolescentes (Centro Dos). Integra la cátedra de Psicología Institucional (UM). Autor del libro "Escuchar Jugando. Intervenciones respetuosas en psicoanálisis con niños y adolescentes" (Letra Viva). Compilador del libro: "Psicoanálisis con niños" (Ricardo Vergara Ediciones). [...]