Cuarentena: La convivencia con niños y niñas y sus desafíos (Una mirada desde el psicoanálisis)

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Psicoanálisis

Uno de los grandes dilemas de quienes son padres en estos momentos es ¿qué hago para entretener a mi hijo o hija? ¿Cómo lo estimulo? ¿Le hará mal el encierro? ¿Por qué está tan molesto o molesta?

A continuación elucidaremos algunos principios del psicoanálisis que pueden ayudar a quienes atraviesan estas situaciones.

1- El responsable del clima afectivo de la casa es el o los adultos o adultas.

A menudo quienes nos consultan por un niño con irritabilidad, nerviosismo o insomnio, son ellos mismos quienes padecen tales cuestiones. Los niños y niñas son sensores emocionales por excelencia. Captan cuando el adulto que los cuida está molesto, irritable o alguien le cae mal. Muy a menudo (aunque no siempre, es cierto) los niños reflejan el estado afectivo del padre o madre. Entonces, antes de interrogarse por el estado de su hijo o hija pregúntese usted: ¿Qué me pasa con esta situación de encierro? ¿Qué siento? ¿Qué me preocupa? ¿Mi actitud es relajada o estoy provocando un clima de tensión en mi casa? La atmósfera afectiva que nos rodee, impactará necesariamente en nuestra familia. Los niños no tienen la capacidad de manejar ni gestionar sus emociones porque hay una imposibilidad biológica en ello, ¿cómo las manejas tú como adulto?

2- Los niños no precisan ser entretenidos, sino deseados y disfrutados. 

Según lo que los psicoanalistas vemos en el consultorio, uno de los grandes desafíos parentales es poder sostener el deseo sin que les gane la necesidad. La convivencia, en cualquier vínculo, implica un desafío extra para el psiquismo, ¿por qué? Porque los seres humanos tenemos necesidades pero somos seres de deseos. Por ejemplo, no podemos comer todos los días exactamente lo mismo por más que sea una comida que nos guste. Necesitamos desear, no solo satisfacer un instinto o una necesidad. Nadie necesita comer lasagna, deseamos comer lasagna. Necesitamos un plus más allá de la supervivencia. 

Con el vínculo con los niños, muchas veces pasa que por el agotamiento laboral y la indefensión infantil, sumados a las múltiples actividades del día, se pierde el deseo.

Está la necesidad de ir a la escuela, la necesidad de comer, la necesidad de bañarse. Y los primeros que se dan cuenta de eso son los niños. Que reaccionan “portándose mal”, “haciendo lío”, “teniendo hiper-kinesia”. ¿Por qué? Porque los niños desean ser deseados, no padecidos por obligación o necesidad.

El hecho de que en este momento aparezcan reclamos de los padres que no saben cómo “entretener” a sus hijos, puede significar en muchos casos (no todos) que los padres están saturados de su rol paterno o materno. Agotados de ser mamá o papá y no poder ser seres individuales.

Los niños notan que el padre o la madre no desea estar con ellos, y reclaman entretenimiento.

¿Qué podemos recomendar desde el psicoanálisis? No tenemos todas las respuestas pero ahí van algunas ideas:

A- Tómese tiempo para estar a solas consigo mismo o con su pareja, sin niños. Alienarse a un deseo es ahogarlo. Si usted quiere disfrutar a sus hijos, limite el tiempo compartido. Es cierto que las magnitudes de los espacios no siempre dan para hacerlo de manera fácil. Si este espacio es a solas con su pareja, no necesariamente debe ser un momento sexual. También pueden conversar o hacer algo que ambos disfruten. Cuanto más espacios logre proteger de la presencia de sus hijos, más disfrutará en el momento de tenerlos.

B- Juegue con ellos a lo que usted disfruta, no siempre a lo que disfrutan ellos. Muchas veces, los padres vienen con el versito remanido “los chicos de hoy viven con el celular, ya no juegan a la escondida, ni al balero, ni se suben a los árboles”. Juegue usted a las escondidas con ellos. Si tiene patio con árboles, súbase a los árboles con ellos. Repetimos, el ambiente afectivo es responsabilidad suya no de los niños o niñas. Le seguirán en lo que usted haga, si le ven entusiasmado, se entusiasmarán.

C- Los niños también necesitan estar solos de vez en cuando. Esto depende de la edad, pero enseñe a su hijo a jugar solo o sola. Es cierto que los niños menores de 4 o 5 años, necesitan de la constante presencia de un adulto con ellos al lado suyo que los estimule. Sin embargo, esta dependencia extrema, paulatinamente debe ir desapareciendo. Jean Piaget, hablaba del habla egocéntrica, cuando el niño va introyectando la función del pensamiento simbólico. Él explica que el niño, se refiere a sí mismo en tercera persona (para Lacan esto se denomina estadío del espejo, cuando el niño va interiorizando una imagen de su lugar en el discurso y el deseo del otro). Esta habla egocéntrica, se trata de que el niño va describiendo en tercera persona las actividades que realiza: “Ahora, Juancito pone el muñeco en el camión”, “Ahora Jenny juega a que es doctora”, y así sucesivamente. Esto es un ejemplo de que los niños también necesitan estar solos de vez en cuando. Jugar solos, pensar a solas. Si los niños son muy dependientes, piense en consultar a un especialista.

3- Los niños deben aprender a disfrutar de la quietud y las actividades pasivas, así como de la actividad

¿Usted disfruta de las actividades en quietud? Como mencionamos en el número anterior de esta serie, la capacidad de disfrutar de la quietud, la reflexión y la interioridad es muy importante para el psiquismo. Si usted necesita estar en constante actividad, algo puede andar mal. Si su hijo o hija no sabe “estar quieto” pregúntese si usted sabe. Si los lo ven leer, querrán leer. Si lo ven mirar televisión, querrán mirar televisión. Si usted quiere que sus hijos aprendan a disfrutar de las actividades del adentro, aprenda a disfrutar usted del adentro.

Hasta acá este segundo capítulo sobre pandemia y psicoanálisis. Los espero en el próximo número.

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SicologiaSinP.com - Silvia Golubizky

Lic. en Psicóloga. Especializada en Género y Desarrollo

Columnista de paramujeres.com.ar, ejerce como Psicóloga Clínica de niños, adolescentes y adultos. Su área de trabajo es la clínica psicoanalítica. Recientemente obtuvo un diplomado en Género y Desarrollo. Ha dictado talleres, seminarios y conferencias en Tucumán, Buenos Aires y Santa Cruz, en Argentina. En el exterior Santiago de Chile, Washington y Miami. Desde su web difunde trabajos de psicoanálisis y comparte información sobre la violencia de género y la salud mental. [...]