El vínculo de los infantes con sus padres va a constituir una de las mejores influencias que puedan recibir en esta etapa de formación de su personalidad. En aras de que esta relación madre-padre-hijo se funde basada en la confianza y el respeto mutuos, es necesario que los progenitores tengan conocimiento de las necesidades del infante y sobretodo de la etapa del desarrollo por la que se encuentra transitando.
Cuando se habla de primera infancia o período preescolar existen un grupo de actividades que rigen la conducta del infante. El juego se destaca como la acción rectora del desarrollo del niño. Mediante este se reflejan la cultura y la sociedad que lo rodean. El infante utiliza el juego de roles como manera de resignificar su realidad. Interpretar la realidad de acuerdo a la forma de percibirla y al mismo tiempo tener el poder de controlarla y modificarla son de los principales beneficios y placeres que el juego le proporciona al infante.
Mamá y papá deben hacer un esfuerzo y quitarse la venda de los ojos con sus hijos. Por lo general en la edad preescolar, la característica fundamental que se presenta en el infante es el egocentrismo puesto que su comportamiento no es casual, se siente motivado a seguir sus propios intereses y de alguna manera cree que todo el tiempo se encuentra inmerso en un juego de roles. Asimismo es necesario destacar que en este momento por el que transita su pensamiento, existe una ausencia total de las reglas lógicas por las que se rigen los adultos y tratan de imponer sus propias lógicas.
Crear lazos en este momento del desarrollo con seguridad, va rendir frutos a largo plazo en cuanto a una relación sincera padres-hijos. Es por eso que en este escrito queremos presentarles algunas cuestiones que sin lugar a dudas van a permitir que el vínculo de padres-hijo se fortalezca y sea legítimo.
10 maneras de vincularse con tu hijo
– Juega como prefiera su hijo durante al menos 10 minutos al día
– Intenta comenzar siempre el día con un abrazo y te amo
– Pasa 10 minutos antes de ir a la cama recapitulando el día junto al hijo
– Haz tiempo para comportarte de modo juguetón con tu hijo
– Atrapa a tu hijo teniendo buenas acciones durante el día y elógialo
– Disfruta de música alegre o relajante con tu hijo
– Salgan juntos a caminar cada vez que tengan oportunidad
– Intenta cenar sentados a la mesa todos los días. Usando el tiempo para una conversación amistosa
– Incentiva la lectura y lea libros con su hijo
– Dele a su hijo un rol, trabajo o forma de contribuir todos los días en casa
De alguna manera mientras intentemos aplicar la mayor cantidad de los elementos antes mencionados, el éxito en nuestra relación con los hijos va a estar garantizado. Decidimos tener un hijo, lo cual conlleva responsabilidades, por tanto es nuestro deber hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proporcionarle el bienestar psicológico que se merecen y necesitan.
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