Preguntas sin respuestas

suenos

Historias, Social

¿Son mis ojos o mi imaginación?

¿Es real lo que diviso a una distancia de aproximadamente un kilómetro?

No sé, solo que percibo una ciudad perfecta, veo hogares, tranquilidad, y exhuberante naturaleza. Quiero llegar, pero no avanzo, sigo quieta, escucho murmullos en donde estoy, miro hacia atrás y hay un grupo de personas; extraños que conversan y fuman, pero ellos no ven lo que yo veo, incluso, el lugar en donde estoy no es el mismo que observo cuidadosamente, no tienen absoluta relación, pero deseo llegar de alguna manera, entonces, justo en frente de mí hay plantas que se queman y tampoco entiendo de donde procede el fuego. Me voy y noto un desierto, mientras dos niñas ríen y esto me trae alegría, y justo ahora escucho en tono musical:

Hay un lugar muy especial, muy raro, muy especial para ti…

Se repiten las voces, una y otra vez, en forma de coro, hasta que despierto.

Definitivamente se trataba de un sueño, un confuso sueño que no ha dejado mis pensamientos, y ahora parece una visión, ahora sigo creyendo que las voces sí tenían algo que expresar, algo de certeza, mientras busco en la Internet un lugar que me acepte, un pueblo donde vivir y trabajar. Me encuentro mirando opciones, estudiando los detalles de cada país, conociendo una gota de su cultura, su idioma, su idiosincrasia. Leo cada vez más, pero no es posible encontrar un paraíso adecuado para mí, hasta que con mis ojos agotados ya, logro ver ese espejismo de mis sueños, esos llamativos y a la vez  sencillos hogares de  techos en tono naranja, manifestando aquella escena onírica, no totalmente igual, pero es increíble verlo, me llena de esperanza, y aunque sé que debo vivir el presente, y disfrutar del lugar donde nací, sigue constante el pensamiento de irme y conocer más allá de mi tierra. Tengo objetivos en mente y un propósito, pero me pregunto si para poder llegar a cumplir todas esas metas que me planteo es necesario ser más “buena gente”.

¿Por casualidad, el mundo está lleno de “buena gente”?  ¿Ser generoso o bondadoso es recompensado?

Ver en las noticias que existen triunfadores en áreas económicas y políticas me hace reflexionar acerca de los conocimientos que debo poseer, y cómo debería usarlos. A veces es deprimente leer tanto sobre aquellos que han llegado perfectamente al éxito, o que al menos han emprendido un viaje hacia él.

¿Es necesario tener un talento? ¿Cómo puedo yo, que me creo una inútil llegar algún día a la cúspide de la pirámide? ¿Estaré haciendo las cosas bien?

Así es mi vida, así trabaja mi mente, con una incesante lluvia de interrogantes sin respuestas, e incluso preocupándome por el pasado, por aquello que no hice en su momento, cosas que hoy en día pudieran haber sido y no son.

¿Pensamos todos iguales? ¿Dónde está la diferencia entre alguien que llegó a la cima de la montaña y yo? ¿Acaso la inteligencia de cada individuo determina lo que llegará a ser?

A pesar de todo mi enredo, hay instantes donde me siento bien, donde mi alma está en paz, y mi mente en silencio, y son exactamente aquellos donde parece que no existo, donde me dormí profundamente durante horas. Hay lugares donde mi cuerpo se regocija y es precisamente frente al mar, sintiendo la brisa en mi rostro, o la arena en mis pies, mientras que las olas se llevan mis locas ideas. Hay objetos que me hacen sentir intelectual, como lo son el lápiz cuando escribo, y un libro cuando lo leo, y hasta podría mencionar los espejuelos. Hay personas que me hacen sentir especial cuando tienen detalles conmigo. Existen tantos “hay” en mi vida, y no entiendo de qué me quejo, no soy una persona enferma, soy alguien saludable, y como dicen por ahí: con una larga vida por delante.

¿Estoy haciendo lo que quiero? ¿Me dedico a lo que me gusta? ¿El siguiente paso será el correcto?

Soy un vaivén de preguntas sin respuestas.

Por fortuna tengo vida y por desgracia no sé el motivo, pero de que lo averiguo, lo averiguo.

Han sido tiempos conflictivos, tiempos en los cuales no he logrado nada más que mirarme al espejo cada día y comenzar a cuestionarme. Han sido tiempos de indecisión que nadie imagina y solo yo conozco. Han sido muchos los momentos soportando mi soledad o mi propia compañía ¿Qué de fructífero encontraré en esto? Deseo decirme ¡Basta ya! Deseo frenar mis emociones, mis impulsos, mis pensamientos, deseo que se calle esa voz en mi interior para comenzar a actuar y de una vez, sin tanta  meditación, ser la guionista de mi propia vida con más respuestas a preguntas, que preguntas sin respuestas.

, , , , , , , , ,

Compártenos tu opinión

avatar
  Subscribe  
Notify of

Compártelo con tus amigos si te ha gustado

Artículos relacionados