El amor en los tiempos que corren

El amor en los tiempos actuales

Psicoanálisis

¿Está el amor en decadencia? ¿Sobre qué escribirán los poetas? Habitamos acaso una “Sociedad de los poetas muertos”?

Yo sostengo que no. Y que en todo caso presenciamos el cuestionamiento de algunas instituciones tradicionales como el matrimonio. Pero el amor, aún… resiste e insiste a la ferocidad de la época.

Freud, en su texto “El malestar en la Cultura”, explica que el malestar, es inherente a la creación de la misma, que se basa en el renunciamiento de lo pulsional. Dicho malestar, se manifiesta a través de distintas mascaradas según la subjetividad de la época. Me propongo pensar en el amor en los tiempos actuales: Tiempos de caída del padre, de los ideales…De: “Impossible is nothing”. “Just do it”. Tiempos que se caracterizan por la cultura de lo efímero, el reinado del consumismo y su correlato: la máxima exigencia de eficacia e inmediatez. ¿Qué lugar para el amor, para el encuentro, lo contingente en tiempos de amor a la carta? De vida y amor líquidos. De falta de solidez y compromiso en los vínculos. Tinder, Badoo, Happn… ¿Sirven para encontrar un amor? ¿Qué se busca en las redes? ¿Qué se encuentra?
No me interesa en particular discutir aquí las bondades de las redes ni los sitios de encuentro. No se trata de ensalsarlos ni demonizarlos. De hecho muchas veces me encuentro sugiriendo a pacientes que padecen su soledad el uso de estas herramienteas que pueden tender puentes a encuentros en la vida real. Conozco matrimonios y bebés “Tinder”, por citar un ejemplo. Sin embargo, uno de los síntomas más acuciantes de nuestra sociedad actual es la soledad, en contraposición con la oferta masiva de medios de conexión.

Relaciones virtuales - La soledad de los medios
La gente sola, cada vez más recluída, ante la ruptura de antiguas modalidades de lazo social, en barrios cada vez más cercados, realizando trabajos home office, hiperconectados a su celular.
Me parece innegable que las redes sociales se han instalado como una nueva forma de “socialización” alternativa, ante la falta de tiempos y espacios para otro tipo de vínculos.
Si hablamos de psicoanálisis inevitablemente hablamos del amor y sus desenlaces…El discurso capitalista forcluye las cosas del amor y promueve nuevos modos de goce ligados a los objetos de la tecnociencia. El sujeto solo con su gadget, los encuentros con un otro que se elige en la cartilla del mercado como una “gadgetita” más, con marcada pregnancia del envase que promete un contenido… Lejos del amor cortés, un juego de seducción y un amor que no se consuma, observamos que el amor en el mercado capitalista se basa en el consumo sexual, un “no me comprometo” bastante des- cortés, navegando en un mundo líquido en que la solidez de los ideales y las promesas se disuelven y los lazos se hacen y deshacen rapidamente a gusto del consumidor. Nuestro tiempo no se lleva bien con esto de no consumar, la falta no vende… Habrá quien busque amor, habrá quien busque sexo y habrá paradójicamente quien busque conectarse pero evitar el encuentro cuerpo a cuerpo a través de distintas formas neuróticas.
Recibo muchos pacientes que me relatan que tras conocer a u hombre o a una mujer a través de las redes sociales, pasan al chat de whatsapp y luego de varios días de chat, son bloqueados, eliminados, les clavan visto, y valga la redundancia, si te he visto o te he chateado no me acuerdo… Así de fácil se arman y desarman algunos de los lazos que la tecnología propicia, no todos…
Leyendo Elogio del amor, pienso junto a Rimbaud y Badiou, que, en todo caso se tratará de reinventar el amor en la época…
Badiou plantea que el amor no solo debe ser reiventado sino defendido ya que se encuentra amenazado. París ha amanecido empapelado por la publicidad de Meetic, un sitio de citas, cuyos slogans promocionan “amor sin riesgos”, de caer en la trampa del amor, de sufrir. Dirá: “Es necesario reinventar el riesgo y la aventura, en contra de la seguridad y la comodidad.” Si el mundo actual se basa en perseguir únicamente el interés común de cada uno, el amor niega esto.También dirá que suple la falta de relación sexual, pero que no se reduce ni a un contrato ni a una ilusión, sino a la concreción de un proyecto común desde la aceptación de la diferencia. Que el encuentro es contingente y tiene valor de acontecimiento.
Tras el discurso capitalista se vislumbran las pesadas botas del superyo ordenando gozar. Sin embargo, en este escenario me parece que algo del amor y del deseo, resisten aún… Dejo abierta la pregunta por el que se entiende por estar solo para poder continuarla en mi próximo artículo donde hablo de amor desde el Psicoanálisis… Porque los que atendemos parejas, muchas veces verificamos que la tecnología muchas veces interfiere también en la intimidad de las parejas… Y de muchos que se sienten solos aún estando en pareja.

En mis dos próximos artículos sobre este tema, los invitaré a pensar el amor desde el Psicoanálisis para concluir con la pregunta sobre qué puede aportar el mismo a las problemáticas del amor.

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Licenciada en Psicología de la UBA

Cursando Maestría en Psicoanálisis (UBA). Postgrado en Psicoanálisis, entre otros. Prestadora de Osde y atiende en forma particular. 20 años de experiencia clínica. [...]