¿Por qué hablo de sentido?, porque nos sitúa en el centro de entender quiénes somos, porque nos hace dueños de nosotros mismos.
Tenemos la tendencia a buscar las causas de nuestros infortunios fuera de nosotros, ya sea como personas, grupos, gobiernos: siempre podemos culpar a otros si no nos va mal.
Si Uds. y yo somos honestos en la intimidad de nuestro ser, donde sería criminal para nuestra felicidad autoengañarnos, caeremos en cuenta que somos, casi en su totalidad, quienes decidimos ser; entenderlo así, no acongoja, no entristece, eres tú hablándote a ti mismo que te dices: bien, hagamos de una buena vez que mi vida, mi única vida, tenga sentido.
Una vez más, que Frankl nos ayude.
“…las disyuntivas predisposición o entorno, herencia o educación, son erróneas ya desde su planteamiento; porque, finalmente -y esto se demuestra una y otra vez en situaciones decisivas-, el devenir de una persona no depende ni de la predisposición ni del entorno, ni de lo que la herencia le haya deparado ni de lo que en su educación le haya tocado en suerte, sino que, al fin y al cabo, todo esto depende de la propia persona, todo se deja al criterio de su propia decisión y, dentro de los límites que las condiciones y las circunstancias lo permitan, esta decisión será una decisión libre. Es decir, el hombre no está libre de circunstancias biológicas, psicológicas y sociológicas, pero siempre es y será libre para adoptar una postura frente a todas estas condiciones y circunstancias, ya sea resignándose a ellas o ya sea superándolas haciendo uso del poder de obstinación de la mente.”
Relata nuestro autor sobre el impacto de una conferencia suya a unos reos de una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos. Cuando les preguntaron, uno de ellos dice:
“Mire, todos intentan convencernos de que nuestro pasado, nuestra niñez, es la culpable de todo, que lo llevamos encima, arrastrándolo sin parar como una rueda de molino atada al cuello. En general, todos nosotros hemos dejado de acudir a las conferencias. A la de Frankl sí que hemos ido porque nos han dicho que también fue prisionero, pero este Frankl nos ha explicado algo muy distinto que los demás, porque ha dado a entender que cada uno de nosotros todavía puede tomar las riendas de su destino, podría convertirse en otra persona.”
Qué dijo Frankl a los prisioneros:
“Chicos, vosotros sois personas, personas igual que yo, y como personas, sois libres y responsables. Habéis tenido la libertad de cometer un disparate, una canallada, un crimen. Pero ahora hacedme el favor de pensar que tenéis la responsabilidad de superarlos a vosotros mismos, de ir más allá de vuestro estado de culpabilidad.”
“… si tomamos en serio al ser humano como tal, si lo consideramos libre y responsable, podremos apelar también a su libertad y responsabilidad, y sólo así le daremos la oportunidad para que realmente ‘tome las riendas’ de su destino, para que se transforme y se supere. Ser persona no significa tener que ser sólo así y nada más, sino que es poder ser siempre de otra manera. Esta capacidad de autoformación, de autotransformación, esta capacidad de madurar más allá de uno mismo no se la puedo negar a nadie, porque si no, la capacidad se marchitará.”
Art. Sobre el Poder de obstinación de la mente, en: El principio era el sentido. Reflexiones en torno al ser humano.
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