El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. Igualmente comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término «espectro» que se encuentra incluido en el nombre se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad. La incorporación en la escuela conlleva un reto para estos niños y adolescentes, de ahí la creación de este decálogo dedicado a los profesores
Decálogo
1.No hables de mí como si tuviera una enfermedad, me victimiza. Me duele cuando utilizas connotaciones como: “pobrecito” “cuídenlo, es especial“. No necesito la lástima de nadie.
2. No aflores mis debilidades, mis compañeros las saben. Conóceme y resalta mis habilidades. Parece que son menos visibles que las de mis compañeros, pero están allí y que bueno sería para todos que también las vieran.
3. Cuando hablas con el grupo sobre mí y les exiges que me traten, paso a ser de invisible al más atendido del salón. No quiero amigos falsos. Quiero compañeros que respeten mi particular forma de ser. Cuando tengo un amigo lo tengo para siempre.
4. Se creativo en las dinámicas para establecer grupos. Cuando solicitas que trabajemos en equipo y pides que cada quien escoja el suyo, siempre corro el riesgo de que nadie me elija. Usa tu imaginación para crear dinámicas neutrales donde quedemos seleccionados al azar.
5. Se variado también en las evaluaciones. El desarrollo de párrafos me complica. ¿Por qué no variar un poco? De selección múltiple, de verdadero y falso, de completar, son alternativas. Y si ya vienen impresas sería tan buena noticia. No somos amigos el lápiz y yo. Escribir mucho me resulta agotador.
6. Usa alternativas. El pizarrón lleno es una tortura para mis ojos. ¿Por qué no probar con estrategias como debates, exposiciones y mapas mentales? Es tan distinto al monótono transcribir. Las clases las tengo en YouTube. Enséñame a analizar y a argumentar. Prepárame para la Universidad y para el mundo.
7. Cumple tus planes de evaluación. Si decides variarlo, necesito saberlo. Recuerda siempre que los cambios son difíciles para mí y debo procesarlos.
8. Toma en cuenta mi pensamiento concreto y mi lenguaje literal. Me tomo a pecho lo que dicen por eso las clases me resultan agotadoras.
9. Ábrete a entender que algunos necesitamos otros ritmos con nuestros momentos de relajación. Hay ruidos que me aturden, contactos que no tolero, olores que me inundan. Necesito momentos para recobrar calma, permítemelos.
10. Conoce mi autismo, bríndame un ambiente de franca aceptación, quizá te sorprendas positivamente con algunas de mis características. Yo a cambio te doy mi honestidad, mi nobleza y mis aprecios sinceros.
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