Yo no he apretado el gatillo

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Psicoanálisis

Los países ricos fabrican armas. Los pobres las compran para matar a los suyos o a los vecinos. Los ricos también las usan, por supuesto, solo que practican con los pobres. Está muy bien eso de prohibir las pruebas de medicamentos y cosméticos con animales. Con tanto pobre suelto no es necesario maltratar a los bichos.

Se ha entendido mal la banalidad del mal. Hannah Arendt no dijo que cualquier persona es capaz de cometer cualquier atrocidad. Dijo que una atrocidad la puede cometer una persona cualquiera. El orden del razonamiento no da lo mismo. ¿Qué hay dentro de la cabeza de los representantes de las compañías que fabrican armas? Es algo bastante misterioso, porque según cuenta Arron Merat, un periodista que se infiltró en ese mundo, son tipos que solo hablan de lo suyo con muy pocas personas y por lo general no acuden al psicoanalista. En la última Defence and Security Equipment International (DSEI), una feria bianual de venta de armamentos que se celebra en Londres pese a haber sido declarada ilegal por el Tribunal Supremo de Gran Bretaña, también rige el principio de innovación e ingenio de marketing. En el puesto de Raytheon (una empresa que fabrica un misil guiado por láser capaz de hacer picadillo todo lo que encuentra), hay un gran cartel que reza “Golpee con creatividad”. ¿Por qué reservar el buen gusto y el ingenio solo para los desfiles de modas? Una azafata vestida con un traje de camuflaje super sexy informa sobre los equipos para descontaminación de ataques químicos. No es cuestión de llenar la Feria de generales gordos cargados de medallas: un toque libidinal quita mucho dramatismo a estos negocios y mejora las ventas. Las Ferias de armas aburridas y solemnes son cosa del pasado. Si el visitante adivina cuántas balas hay en un enorme recipiente de cristal, gana un vale de 50 libras. Interrogado sobre cómo se siente al saber que las armas de su compañía han matado a 100.000 yemeníes, un ejecutivo de BAE, el mayor fabricante de armas del Reino Unido, se encoge de hombros: “Yo no he apretado el gatillo”, contesta. Es cierto. Él no lo ha hecho y, conforme avanzan los inventos, es cada vez más difícil saber quién lo aprieta. Antes, esas decisiones eran más identificables, porque el gatillo se apretaba con el dedo y no con un algoritmo. El coronel Paul Tibbets lo hizo para soltar la bomba de Hiroshima y murió tranquilamente en su casa a los 92 años. Cumplía órdenes, como decía Eichman, y como también lo dijo el pasado mes de marzo un directivo de la Junta de Exportaciones del gobierno británico que dio el visto bueno a la venta de juguetes bélicos a Arabia Saudita. Hay ideas para todas las necesidades. La firma brasileña Condor vende equipos de choque eléctrico. Son para ahuyentar a los de las favelas cuando se les da por bajar de los cerros y molestar a la gente honrada, explica el vendedor. Él tampoco tiene la culpa de que los pobres se pongan pesados.

La vida de un vendedor de armas es tensa. Por eso, la organización de la Feria ofrece a su disposición cabinas de masajes. Una masajista opina que los cuerpos de estos tipos están bloqueados, que son una masa de contracturas musculares. Lo que más se vende en esa Feria -además de las armas, por supuesto- son amenazas. Hay que venderlas como sea, porque estimulan la demanda y hacen prosperar el negocio. Ya me lo decía mi querido Bauman: la seguridad es la industria más floreciente. Solo hay que saber mantener un grado elevado de alerta. Por ese motivo, el terrorismo es el mejor socio del capital. Orwell escribió que el planeta Tierra era el lugar donde una civilización superior enviaba a su miembros perturbados e incurables. Es muy posible. De hecho, mi Manicomio Global tiene un cartel de bienvenida en la puerta y un telescopio mirando el cielo, para recibir a los que vienen de fuera.

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SicologiaSinP.com - Gustavo Dessal

Psicoanalista y Escritor

Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Docente del Instituto del Campo Freudiano en España. Profesor itinerante en Argentina, Bolivia, Brasil, USA, Italia, Francia, Inglaterra, Irlanda, Polonia. Ha escrito libros de psicoanálisis y también de ficción. Reside en Madrid desde 1982. [...]