¿Cómo recuperarte de una relación manipuladora?

manipulador

Relaciones de pareja

La relación de pareja constituye un vínculo sentimental romántico que se establece entre dos personas. Al hablar de una relación, en primera instancia nos vienen varias asociaciones a la mente como por ejemplo, el noviazgo o el matrimonio. Igualmente y en lo que pudiera definirse como una relación abierta, en la actualidad existen parejas que deciden unirse bajo ciertos términos y libertades que no ofrecen los ejemplos anteriores. Ernesto Sábato en su ensayo, La resistencia, nos muestra algunas consideraciones acerca de las posibilidades que tienen dos personas de encontrarse y formar una relación de pareja:

“Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de las casualidades, sino que nos están misteriosamente reservados. ¡Cuántas veces en la vida me ha sorprendido cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organización secreta, o a los capítulos de un mismo libro! Nunca supe si se los reconoce porque ya se los buscaba, o se los busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino.”

El deseo y la acción de estar en pareja demandan de sus implicados un compromiso de responsabilidad, respeto y cuidado hacia el otro. Una vez se comienza a vivir la relación de pareja, la misma transitará por determinadas etapas.

En primera instancia se inicia con el momento del enamoramiento. Este punto es el que mayor disfrute proporciona a los integrantes de la pareja, salen a la luz fuertes sentimientos de amor y deseo por el otro. Gilbert Tordjman, médico ginecólogo y pediatra francés, practicante y proponente de una sexología no convencional médica, en 1987 propone una conceptualización del amor que pudiera definir de manera clara esta primera etapa.

El amor es una experiencia, una relación entre dos individuos con todo su contenido de vivida, de actuada y no conceptualizada, es esa vivencia específica de cada pareja que se crea cotidianamente en la relación interpersonal. El amor implica duración, intimidad compartida en atracción sexual y emociones y el intercambio de confidencias, alianza contra amenazas y agresiones externas; conceder un mínimo de atención al otro, sigue siendo un imperativo por lo que respecta a una relación auténtica.

A continuación convergen varios momentos o etapas importantes de la relación. La vinculación constituye una fase de conocimiento de ambos miembros, sus comportamientos, sus diferencias, sus valores. Es necesario no perder de vista que la relación va mas allá de los dos implicados para extenderse a la familia y los amigos. Es en este momento donde resulta vital reconocer la magnitud de las diferencias que se tiene con el otro y romper lazos antes de que se vuelva tóxica la relación. 

Luego le siguen varios ciclos como la convivencia, la autoafirmación, la colaboración y la adaptación. En todas ellas los miembros van haciendo cambios, ajustes y hasta metamorfosis, en un proceso que puede tener picos altos y bajos de felicidad y bienestar.

El peor de los escenarios que le puede ocurrir a una relación de pareja es que uno de los miembros se convierta en un manipulador emocional. Llegado este punto es posible que no seamos capaces de darnos cuenta. Las relaciones de pareja que se basan en la manipulación de uno de los miembros sobre el otro ocasionan sentimientos de angustia, culpa o tristeza y poco a poco van lacerando y debilitando la personalidad. De manera general, una persona manipuladora tiene el poder para que te sientas culpable por las acciones que tomes aun cuando en ellas no exista un ápice de maldad. 

En muchas oportunidades hasta puede ocurrir que el manipulado sea consciente de ello y ya sea por miedo, dependencia u otras razones, no se atreve a dar el paso hacia la liberación. La manipulación puede llegar al extremo de que aun habiendo situaciones claras y objetivas sobre lo que el otro hace, decidimos hacernos los desentendidos y poner en duda nuestra percepción de los hechos. 

Existen algunos elementos que de cierta manera ayudan a descubrir esa manipulación de la que hemos hablado con anterioridad. Hay una diferencia grande que va de ayudar a tu pareja con hechos objetivos y acciones reales, a ayudarla, como se dice popularmente de la boca para afuera, solo con palabras. El manipulador te hace sentir en la obligación de estar agradeciendo todo lo que hace por ti, de lo contrario, entra en la comparación del cariño y su superioridad en ese sentido. Cada pequeña acción que realizan es recordada con frecuencia y todo lo que recibas de ellos provocará sentimientos negativos de varios tipos.

El manipulador se aprovecha de sus propias inseguridades. Utiliza, por ejemplo, sus celos y los enmascara para de esa manera alejarte de los amigos del otro sexo. Proyecta sus inseguridades a través de ti y con ese mecanismo te controla y limita tus capacidades. 

Una vez llegado el punto en que tu autoconfianza y autoestima se evaporan, el manipulador habrá logrado otro de sus objetivos, hacer que dudes de ti en toda la extensión. El clímax lo logran una vez tu inseguridad llegue al punto de depender solo de sus opiniones y criterios.  

La ironía sobresale en su comportamiento. La responsabilidad para ellos tiene dos aristas. Primero, te hacen sentir responsables de sus sentimientos siempre que sean negativos y por otro lado se sienten responsables de tomar desiciones por ti, directa o indirectamente y sobre todo influenciarlas. 

Iniciar una relación de pareja siempre implica un reto que crece a medida que la unión transita por las diferentes etapas. Surge un cambio en la vida de los implicados, de estar solos, pasan a compartir la vida y sus vínculos. Estar en pareja también significa tener desencuentros, no estar de acuerdo y adaptarse el uno al otro con cordura y determinadas condiciones. Mas, si la relación comienza a encausarse por rumbos de infelicidad, culpas, tristezas, angustias, toma de desiciones inadecuadas, demostraciones de poder exageradas, deviene en imprescindible la pregunta acerca de si estoy en una relación manipuladora. 

Nunca es demasiado tarde para recomenzar, para darnos cuenta de los errores y tomar acciones a favor de nuestro bienestar psicológico, nuestra calidad de vida y nuestra salud mental. Por tanto se hace urgente alejarse, soltar lastres de infelicidad y control emocional que te limitan. Si ya lograste deshacerte de él o ella resulta necesario tomar acciones para recuperarse de manera satisfactoria del daño. A continuación te presentamos algunos  consejos para recuperarse de una pareja manipuladora: 

– Bloquear contacto, si es posible

– Deja ir la expectativa de cierre

– Ser parte activa de nuestro autocuidado

– Reconectarse con familiares y amigos perdidos durante la relación 

– Permítete momentos de aflicción 

– Perdónate de cualquier acción de la que te hayas arrepentido

– Consulta un profesional de salud mental

– Restablece tus límites saludables: tienes derecho a decir que no

– Edúcate basado en tu experiencia

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anonimo
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anonimo

¿qué quiere decir deja ir la expectativa de cierre?

Solis
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Solis

Tiene que ver con dejar de pensar que debemos juntarnos a darle un cierre a la relacion

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