Hoy amanece distinto, de un día distinto.
Para mi amanece de guardia de Neonatología.
Noche larga, sin dormir.
La sala de partos es el escenario principal, aunque se entremezcla con la terapia intensiva neonatal. Allí un bebe de 800 gramos hace una semana lucha con la vida dando batalla, varios bebes respirados. Alguna convulsión en uno de ellos fue parte de la noche. Larga noche. Y ahora ya amanece Buenos Aires.
Sin embargo no dejo de pensar en un momento, siempre se vuelve a sala de partos, es que es el escenario donde empiezan las obras para mí.
Para esta mamá, en la que quiero centrarme, ya había empezado hacía unos horas, cuando supo que tenía un trabajo de partos de un bebé que ya no estaba vivo, que iba a ser difícil, pero la mejor forma que tuviera a su bebé era el parto vaginal y esa fue la escena.
Llanto de una mamá pariendo a su bebé sin vida, llantos mezclados con gritos de agonía y dolor, lágrimas en los ojos del papá que sostenía su mano, alrededor mujeres, varias mujeres, distintas profesiones, cada cual en su rol. Pero quietas, atónitas, todas con los ojos lagrimosos respetando el momento de dolor, con mucha pena y no solo era eso era un día de la madre distinto. Para esta mamá seguro. Para esas mujeres también. Mientras recostado sigo pensado y ya acá… amanece Buenos Aires.
Todos los amaneceres son distintos.Nada es igual en nuestras vidas.Las madres paren niños saludables y cada tanto se produce un parto distinto.Triste,doloroso, inesperado que quedara grabado en tu mente profesional.Dedicastetu vida a lo bueno,a curar y de repente un drama prifundo que hace pensar en eld destino de cada vida aun en el utero de su madre. La muerte de ese ser por nacer, se adelanto. Golpeo a los padres y a ti.
Reflexiono, te mando mis saludos, pero no decaigas.
Para la mayoria la vida sigue.Muchas veces es buena.
Un calido abrazo.Victoria
Es cierto y alentador tu comentario. Y el lugar desde el cariño que se expresa. Dificil sostener a esa mama. Solo Dios da consuelo. Y nos recuerda a los golpes de nuestra propia vida. Un cariño