Papá Noel no existe
Papá Noel no existe, es un monstruo y tiene botas negras.¡Papá!
Y yo me miro en el brillo de tus botas
Tu mano avanza a mi pelo.
Avanza y acaricia.
Acaricia y arranca.
Arranca y empuja.
Pérdida en el infierno de tu apellido.
Papá Noel no existe, es un monstruo y tiene botas negras. ¡Papá!
¿Cordones? ¿Sogas? ¿Látigos? Ó ¿ las rejas de los campos?
Nunca miro tus ojos,
Son dos cuencas hondas con hilachas de sangre
que extasiados vigilan el camino a la muerte.
El silencio, la traición.
El dolor, la tortura.
El robo de los partos.
La locura.
Papá Noel no existe, es un monstruo y tiene botas negras. ¡Papá!
Y miro las suelas de tus botas que exhiben
mechones de mi pelo, las nalgas de mi madre,
y treinta mil cuerpos rotos, sin nombre ni sepultura.
Papá Noel no existe, es un monstruo y tiene botas negras. ¡Papá!
Y miro la lengüeta de tus botas
Y escucho la caverna de tu boca hilarante
Oid el grito del himno manchado:
“Olvido y obediencia.”
Yo rompo las cadenas.
Tres palabras me embarazan,
Y trituran mi apellido
Papá Noel no existe, es un monstruo y tiene botas negras. ¡Papá!
Y miro la cincha de tus botas ya caídas.
Las arranco, las envuelvo en un pañuelo blanco
las entrego, las denuncio,
las transformo en testimonio del infierno tan temido.
Hija solo de la historia.
Te miro y te respondo:
MEMORIA
VERDAD
JUSTICIA
(inspirado por la nota de Erika Lederer publicada en la revista Anfibia “Hijos de represores, del dolor a la acción”)
Por: María José Bozzone
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