¿Es el Desarrollo Organizacional sinónimo de éxito?

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Psicología Organizacional

Al pensar en el Desarrollo Organizacional, se piensa en éxito, se piensa en logro, en una visión positiva con la organización, sin embargo, para lograr una armonía entre el macro y micro entorno, se debe pensar en todos los procesos por los que pasa la empresa para  lograr un desarrollo exitoso. Existen modelos científicos que se utilizan como estrategia interventiva, siempre y cuando exista una necesidad de cambio organizacional. En disímiles ocasiones sucede que existe una demanda por parte de la empresa, pero no mecanismos válidos para afrontarla, o por otra parte que la necesidad que suponen no es la demanda real, y por ende no hay un diagnóstico organizacional certero. 

Los problemas que se presentan en cada área de una empresa no son aislados, deben  visualizarse como un sistema completo, por lo cual no deben analizarse por separado se tiene que resolver como un conjunto ya que corresponden todos a una organización y es tarea de la misma resolver todos los problemas como un todo, puesto que cada una de las partes o áreas están unidas entre ellas y a su vez con la empresa como un sistema global complejo, y las decisiones tomadas van a afectar a la organización como sistema y no individualmente. De ello parte la importancia del desarrollo organizacional entendido como el proceso definido y sistémico de un comportamiento organizacional, ante las problemáticas sociopsicológicas, que se sustentan sobre la base del cambio, la innovación y el trabajo. Tiene como fin contribuir a la efectividad organizacional con bienestar laboral, así como el logro de un crecimiento organizacional con impactos subjetivos y positivos en el bienestar humano y el desarrollo económico-social sostenible.

La “triple hélice” es un modelo espiral de innovación que capta las múltiples y recíprocas relaciones en diferentes puntos del proceso de capitalización del conocimiento, expresa la relación universidad-industria-gobierno como una asociación entre iguales, relativamente independientes, de esferas institucionales que se traslapan y toman el papel de las otras.

  • La primera dimensión del modelo de la triple hélice es la transformación interna
  • La segunda dimensión es la influencia de una hélice sobre otra
  • La tercera dimensión es la creación de una nueva cobertura de redes trilaterales y organizaciones a partir de la interacción entre las tres hélices, formadas con el propósito de formular nuevas ideas y formatos para el desarrollo de alta tecnología.

triple-helice

Foto tomada de https://app.emaze.com/@AOCIORQCO#1 

El modelo analítico de la Triple Hélice, propuesto por Etzkowitz & Leydesdorff (2000), va más allá de querer reflejar las relaciones Universidad-Industria-Estado; es un modelo que muestra la dinámica, evolución, transición y cambio de estas relaciones. Este modelo también indica cómo estas relaciones se manejan por individuos y grupos que toman decisiones. Se caracteriza por ser un proceso intelectual orientado a visualizar la evolución de las relaciones entre universidad, sociedad, y distinguido por la intervención de la universidad en los procesos económicos y sociales.

No solo recalca el valor de las relaciones entre universidad, gobierno e industria, sino que también valora las transformaciones internas en cada una de esas esferas, y el modo en que comenzaron a gestionarse, hace algún tiempo, en los países desarrollados. En América Latina, donde industria y universidad tradicionalmente han existido apartadas una de otra, con la academia integrando el sector gubernamental, a veces la triple hélice es tomada como un modelo normativo. Algunos ven en ella un objetivo para esforzarse y lograr un cambio dirigido al mejoramiento de las perspectivas innovadoras. Otros observadores consideran la llegada de la triple hélice como la señal de la caída del existente sistema de innovación, representado por las corporaciones pertenecientes al gobierno patrocinando laboratorios adyacentes a los campus universitarios.

Las empresas deben estar dentro de las universidades y las universidades en el interior de las empresas, y el Estado debe estar vigilante para que dicho enlace se cumpla. En este binomio necesario, instituciones educativas y empresas, se hace presente un elemento que juega un papel importante y que viene a triangular esta relación: el gobierno, para regular y normar las vías de cooperación con la finalidad de dar seguimiento a convenios y aportar beneficios mutuos, en la medida en que todos los agentes del desarrollo interactúen y compartan la visión de un país. 

En los últimos años se ha puesto de manifiesto un renovado interés en recuperar un concepto de extensión universitaria o vinculación con la colectividad, que pueda expresar la debida relación entre universidad y sociedad, bajo la plena conciencia de la más profunda función social de la primera. La UNESCO ha empezado a replantear de manera más potente este tema, enfatizando en la noción de “responsabilidad social” de las instituciones de educación superior y, sobre todo, en el concepto de “pertinencia social de la educación”. Se trata de la exigencia de una sociedad que participe más activamente en las tareas de la universidad y, a su vez, de una universidad con mayores responsabilidades para con esta (UNESCO, 2009).

La comunidad académica debe fomentar el desarrollo humano sustentable y sostenible. Sin embargo, esto no puede ser posible si no se cuenta con una política y una gestión universitaria socialmente responsable que articule y dé coherencia a los pilares fundamentales de la institución: el pedagógico, el epistemológico, el de acción social y el organizativo (Valleys, de la Cruz y Sasia, 2009). Con la vinculación, las instituciones de educación superior consolidan su pertinencia social a través de la formación de profesionales cada vez con mayores conocimientos,  aptitudes y actitudes que les permiten incidir en la sociedad; producir al interior de sus espacios académicos ideas creativas e innovadoras a partir del conocimiento que debe traducirse, mediante el impulso y apoyo necesarios, en bienestar y desarrollo para la sociedad en su conjunto y, en particular, para la educación superior (Alvarado-Borrego, 2009).

Vista la luz de este modo de afrontar el asunto, la innovación conlleva dos aspectos: uno, el de la aplicación e implementación del modelo de manera creativa; y el otro, de gran trascendencia para la Universidad, el impacto que produce sobre la práctica educativa y los estilos de enseñanza-aprendizaje que tienden a promover.

Bibliografía

  • Castillo, H. G. (2010, Enero-Junio ). El modelo de la Triple Hélice como un medio para la vinculación entre la universidad y empresa. Revista Nacional de Administración, 1(1), 84-94.
  • Etzkowitz, H. (2002). La triple hélice: universidad, industria y gobierno. Implicaciones para la  política y la evaluación.
  • Obeso, M. L. (2013, junio-agosto). El Efecto de la Triple Hélice en los Resultados de Innovación. Revista de Administración de Empresas, 53(4), 388-399.
  • Ríos, S. A. (2012). Diseño y validación de un modelo de triple hélice para impulsar la innovación, el desarrollo tecnológico y la competitividad de la micro y pequeña empresa en los municipios de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo

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Juan Ernesto Martinez

Excelente articulo, q pone en perspectiva la necesidades de comprendrender el entorno empresarial mas alla de la propia empresa y su actividad

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