El psicoanalista de Jesús (Capítulo III)
-Muchas gracias por el cordero, Teo, estaba delicioso como siempre -Gracias, Señor -Ahora sígueme contando la historia de Tamar, Simón. -¡Ja ja ja pero hombre! No te has aguantado si quiera a que terminemos de comer ¿eh? Bueno…Gracias, Teo. Vé tranquilo a descansar. Yo me encargaré de lo que falta. Recuerdas, Paracletos, que te dije [...]