Un tranvía llamado deseo | Testamento
Un tranvía llamado deseo La primera parada fue siempre en las falsedades del gozo de los amores cotidianos. El exilio suele ser el mérito del arte dramático. Éramos dos ferrocarriles, una carrera incesante hacia el otro. Caóticos pero ardientes. Jugando con nuestras armas: mi ingenio, mi salvaje inteligencia, su sensualidad, su maldad. Yo siempre libre [...]