Ética y moral en la violencia de la escena trágica

Frase de Aristóteles sobre el carácter y la conducta

Psicoanálisis

Diferenciar ética y moral ya es un clásico, no sólo en filosofía; debemos a Lacan aplicar su distinción también en el campo del psicoanálisis. “Al hablar de ética del psicoanálisis, me parece, no escogí al azar una palabra. Moral habría podido decir también. Si digo ética, ya verán por qué, no es por el placer de usar un término más raro”. Observemos de paso, que dice ética del psicoanálisis, no del psicoanalista (lo mismo aplica para el discurso: es del psicoanálisis, no del psicoanalista)

El artículo con el relato de Juliend Freund, publicado en La Vanguardia Digital, que publicó Gerardo Tomeo en su página de Facebook, me impresionó por su crudeza trágica y reproduje un fragmento, que después llevó a un intercambio de comentarios.

Al evocarme el tema de la violencia y evocar también el dilema de ética y moral en la escena trágica, especialmente en Antígona de Sófocles, me sentí inclinado a reunir esas inquietudes en esta nota. 

Sugiero no ahorrar al lector el texto completo de Freund en La Vanguardia Digital, ni dejar de volver a releer el maravilloso texto de Sófocles, e incluso la tragedia de Esquilo “Los siete contra Tebas”, verdadera “precuela” -como diríamos ahora- de la versión de Sófocles.

Juliend Freund, quien se autodefine como un reaccionario de izquierdas… presentó en 1965 en La Sorbone su tesis de doctorado bajo la dirección de Raymon Aron, inspirada en lecturas de Carl Schmitt. Su tesis se titula “La esencia de lo político”

Hijo de padre obrero y madre campesina, durante la ocupación alemana Freund cursaba de día como estudiante en la universidad -su tema era “El rol práctico de las ideas en Kant”- pero al caer la noche se transformaba en miembro de la Resistencia contra el régimen de Vichy.

En el verano de 1944, a la edad de 23 años, Freund, en tanto que miembro del grupo armado FTP (“Francotiradores y Partisanos”), atraviesa una experiencia que lo dejaría marcado para toda la vida. 

En palabras de Freund: 

“El jefe de nuestro grupo FTP tenía como amante a la maestra de un pueblo cercano a nuestro campamento, al costado de Lurs. Esta maestra, una muchacha joven de 23 años, había roto con él y nuestro responsable había decidido vengarse acusándola de haberse pasado al bando de la Gestapo. Él le hizo creer a la mayor parte de los camaradas del grupo que esa joven muchacha había ido a la Gestapo de Digne para denunciarlo. A las seis de la tarde fueron a arrestar a la muchacha e inmediatamente se instituyó ‘un tribunal del pueblo’ para juzgarla, con un fiscal y tres jueces. Entonces yo pregunté: ‘¿Dónde está el abogado? Nosotros no vamos a continuar a la manera de Hitler. Hace falta un abogado’. Y yo decidí cumplir el papel de abogado. En mi alegato, formulé una pregunta: ‘Puesto que se afirma que ella ha ido a la Gestapo de Digne, ¿cómo saber si no estamos en relación con la Gestapo de Digne?’. Eso fue terrible. Ella era inocente y el tribunal la condena a muerte. Esa noche de espanto los partisanos la violaron en un galpón de heno. Y, al alba, ella fue ejecutada sobre una pequeña montaña llamada Stalingrado. Había un arroyuelo que corría cerca del campamento. A la mañana, mientras yo me lavaba la cara, escuché el fusilamiento. Habían pedido voluntarios. Todos fueron voluntarios. Yo era el único que no fui. Después de una experiencia tal, uno no puede tener la misma mirada sobre la humanidad. A partir de entonces, yo comencé a reflexionar sobre esta moral de la que se nos habla, mientras que éramos capaces de cosas tan espantosas”

El conflicto entre ética y moral se representa generalmente en una escena de dimensión trágica. En la clase del 25 de mayo de 1970 del seminario La Ética del Psicoanálisis, Lacan menciona a Antígona como “en lo que tiene de desconcertante esa víctima tan terriblemente voluntaria”. En el relato de Juliend Freund la víctima no parece “voluntaria”, pero algo en esa historia me recuerda a Antígona. El lazo privado cruzado con la cuestión pública (política). Los partisanos que se ofrecen como voluntarios, torturan, violan y finalmente fusilan a la víctima, en nombre del deber moral. Freund se aparta, aunque no actúa para impedirlo.

¿En nombre de qué se aparta? Del derecho: en el simulacro de juicio popular toma el lugar de abogado de la jovencita porque el derecho nos diferencia, no podemos ser como Hitler dice, es su ética. En otro momento de esa clase su autor, en referencia al análisis de la pieza de Sófocles que hizo Erwin Rohde, afirma “Habría que destacar la acción con el ambiente, los personajes, los caracteres, los problemas, todo lo que quieran de la época”, entonces el contexto del relato de Freund puede ser aplicado a esta tragedia y se habilita a trasladar el drama a esta época; de hecho se hizo (incluso tenemos una versión criolla “Antígona Vélez”, de Leopoldo Marechal) Y remata Lacan esta reflexión: “Si esto es cierto”, la referencia a la época, entonces “Anouilh tuvo razón con su pequeña Antígona fascista” Esta enigmática calificación parece asociada a la actualización de época en la obra del dramaturgo francés, que fue estrenada en febrero de 1944, bajo la ocupación alemana de Francia; pero justamente se vinculó al personaje con la resistencia a la opresión. 

Sin embargo, y volviendo a la tragedia de Sófocles, podríamos discutir que es del orden del bien moral y qué de la ética. No es sencillo ni evidente (en este comentario dejemos de lado el tema del brillo bello de Antígona), ya que la defensa de la ley (el orden público) estaba del lado de Creonte al prohibir el entierro del traidor Polínices, y la reivindicación de lo particular (del orden familiar y privado) en Antígona. 

Como fuera, la obra trágica es un drama novelado, en cambio el relato de Freund un evento histórico vestido de crimen, entre infinidad de otros crímenes -a diversa escala- contemporáneos de aquel. 

Volviendo a Polínices y el derecho a la sepultura, recuerdo que los nazis ejecutados en Núremberg fueron cremados y sus cenizas dispersas, y el mismo destino tuvo el cuerpo de Eichmann. A todos ellos se les negó, como Creonte a Polínices, la sepultura; por el bien común, de orden público (evitar que sus sepulcros se transformaran en lugar de reunión y veneración para los movimientos nazis supervivientes) 

Ética y Moral, un conflicto en banda de Moebius.

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SicologiaSinP.com - Juan Carlos Mosca

Licenciado en Psicología, Universidad de Buenos Aires

Psicoanalista. Posee una vasta trayectoria docente universitaria. Autor de alrededor de 80 publicaciones en libros, diarios y revistas en papel y digitales en internet. Panelista, conferencista y coordinador de mesas Redondas. Miembro participante de la Biblioteca Sigmund Freud, de Porto Alegre (institución convocante de los Encuentros Lacanoamericanos de Psicoanálisis) [...]