Para nada descabellado resulta establecer una analogía entre el Inconsciente que gobierna el comportamiento del individuo con la Élite Dominante Internacional que está por encima de Todos los países. A fines del siglo XIX Sigmund Freud descubrió el fenómeno del Inconsciente. Hasta entonces se aceptaba un modelo de hombre que controla su vida y su comportamiento guiado siempre por la razón y la conciencia.
Esto fue una de las mayores heridas narcisísticas en la historia de la humanidad. El hombre no es dueño de sus actos, ni de sus deseos hay un ente invisible, siniestro, oscuro que está por encima de la voluntad y de la decisión conciente del hombre. Ya avanzado el siglo XXI, el hombre todavía se resiste a creer que hay un poder oscuro, siniestro, invisible que está por encima de los políticos, los gobiernos incluso de los estados “independientes” El ciudadano se mantiene en la ilusión de que elige a sus gobernantes con su voto y cree que vive en democracia (gobierno del pueblo).
El Inconsciente se mantiene oculto, solo aparece en algunas manifestaciones tales como los sueños, los actos fallidos, los mecanismos de repetición, etc. La Élite también se mantiene oculta, aparece en acciones como atentados de falsa bandera, corridas bancarias, devaluaciones, guerras, etc. Al igual que un paciente bien analizado que puede darse ya cuenta de sus actos inconcientes hay algunos que pueden identificar las acciones de la Élite al leer entre líneas el engaño en la información a la que somos sometidos cotidianamente por los medios de comunicación que responden a la Élite Financiera Internacional ya que es quien fabrica el dinero de todo el planeta sin ningún control ni límite. Los psicoanalistas en el consultorio vemos diariamente como el inconsciente traiciona al sujeto y lo lleva compulsivamente a dañarse a si mismo con mecanismos que obedecen a la pulsión de muerte
¿Es acaso esta Élite Dominante un representante colectivo de la pulsión de muerte del Inconsciente que flagela a la humanidad en su conjunto?
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