-Disculpe que llegue tarde, Doctor…Jesús me dejó colgado de nuevo porque “disque” estuvo orando hasta las 10 de la mañana.¿ A usted le parece, Doctor? – José llegó agitado y ofuscado
-¿Por qué no se relaja?, José – ¿Le traigo algo fresco para tomar? Hace calor a esta hora…
-Sí, se lo agradezco, si no es mucha molestia…
-Aquí tiene, José
-Doctor, estuve pensando mucho en lo que hablamos en la última sesión
-Fueron muchas cosas José, ¿a qué se refiere?
-A…mi familia…
-Si…
-Bueno, en mi familia hay uno que otro que no fue tan formal ni tan medido…sobre todo las mujeres…siempre son un problema… “tengo una tía [digamos] que quedó viuda y sin hijos. Ella no podía soportar la idea de no tener familia y se volvió prostituta para quedar embarazada, sí, así como lo estoy contando. Si esto todavía no le suena terrible, permítame agregar que el cliente con el que finalmente quedó embarazada era el padre de su esposo, o sea su suegro.
Sin embargo ella no es la única de las mujeres de la vida que tenemos en la familia. Otro de mis tíos [digamos] conoció a su mujer y se enamoró perdidamente de ella a pesar de su pasado. Esta mujer abandonó su vida en la que cambiaba su cuerpo por dinero y se casaron. Todos dicen que de allí en más ella le fué siempre fiel, lo que yo no sé, es como mi tío pudo superar semejante pasado.”
(No son sus tíos, son los ancestros de la familia y supuestos héroes. Se está defendiendo con todo este paciente, estamos llegando a algo muy interesante…)
-José, ¿recuerda que le dije que los griegos sabemos algo de historia Judía?- dijo Paracletos tratando de aminorar la angustia de José.
-Sí, mencionó a Alejandro Magno
-Pues bien, yo conozco las historias de las que me está hablando y tengo una versión algo diferente…No tan correcta, políticamente hablando…
-Mmhm bueno…no sé, es su punto de vista, doctor… Será porque usted no es judío, entonces no entiende… Yo no estoy de acuerdo con esas cosas. ¿Qué tiene que ver con ser correcto? Le estoy contando los escándalos de mi familia…De que las mujeres siempre han sido de moral dudosa. Es terrible doctor…esa no puede ser mi familia. No va con nuestros valores y lo que nosotros consideramos decente…Esos escándalos nosotros no solemos hacerlos…
(Mhmmm…Otra vez el escándalo…)
-Pero cuenta de una manera…algo parcial, me parece…
-Bueno…uno nunca sabe cómo fueron las cosas originalmente
-Claro, José, así es. Lo que me gustaría saber es por qué lo angustia tanto reflexionar sobre estas cosas…
-Doctor, con todo respeto. Esta gente pertenece a mi familia pero no tiene nada que ver conmigo.
-¿Está seguro?
-Pero…por supuesto, doctor. Yo soy una persona de una moral intachable. Soy trabajador, mantengo a mis ocho hijos con mucho trabajo y jamás pero jamás iría a ver a una prostituta. Yo siento que esto no tiene nada que ver conmigo, sinceramente. Usted me está ofendiendo…
-José, yo sé que es duro lo que estamos trabajando. El camino del análisis siempre lo es. Pero tranquilo, hay cosas que duelen, pero curan. Créame.
-Mi confianza sólo está en Adonai, pero intento creerle, doctor…lo intento..
-Ahora bien…Usted me dice que es un hombre al que le gustan las reglas y las medidas y que por eso siente que esta Tamar no tiene nada que ver con usted, ¿verdad?
-Claro…¿cómo sabe el nombre?
– No importa, José, después le cuento. Pues bien, ¿acaso Tamar, no hizo respetar la ley de levirato con lo que hizo? ¿Acaso no habían medidas que no se estaban cumpliendo para resguardarla?¿No se parece quizás usted a ella en eso? Le gustaban las reglas…
-Buuuee-eeeno…pero se disfrazó de…ramera. Eso es romper las reglas…
-¿Por qué no dice pu-?
– Doctor, por favor. – interrumpió Jose -No me hable así. Las personas religiosas no hablamos de esa manera. Yo no soy así, no hablo así.
(Error, Paracletos, ¿para qué peleas batallas inútiles? El paciente no estaba listo para esa intervención. No va a dejar de ser un reprimido de un día para el otro…Eres un viejo tonto)
-Bueno…se disfrazó de “ramera”… ¿por qué? ¿Qué significaba no tener familia en esa época?
-Tener que prostituirse para poder vivir, lo más probable. –asintió José a regañadientes, disgustado. Pero enseguida se recuperó con aire señorial: – Por eso en la Torah hay un especial cuidado hacia las viudas y los huérfanos. Para que nadie lo tenga que hacer…
-¿Existía la Torah en esa época José?
-Doctor, usted es judío y se hace pasar por griego ¿cómo sabe?
(Viene complicada la cosa, ¡qué sesión más difícil!)
-Me gusta mucho aprender de los sabios judíos, José. Es verdad…Pero en lugar de acusarme y enojarse ¿por qué no intenta reflexionar en lo que le digo?- Paracletos hablaba de manera cálida y pausada- : Tranquilícese, por favor…¿qué lo enoja tanto de Tamar?
-El sexo es sagrado, doctor. Con esas cosas hay que tener mucho cuidado…
-¿Y usted cree que Tamar lo hizo por sexo, por promiscua? ¿Por qué se quería acostar con el suegro?
– Bueno, no…
– Póngase en el lugar de Tamar: sola contra una familia rica de doce varones. ¿Había algún juez al que pudiese acudir? ¿Quién se iba a hacer cargo de ella?
-Sí, bueno, pero el que quiere siempre puede…Podría haber salido adelante de otra manera, con trabajo honesto como yo.
-Así que es lo mismo ser una mujer desprotegida sin familia que un hombre con su propio negocio como usted…
-Usted es mala gente, doctor. Me está lastimando…
-Sé que le duele, José, pero créame, estoy haciendo mi trabajo, aunque usted en estos momentos me odie. Acaso ¿no es preferible prostituirse con el suegro una vez, a tener que hacerlo de por vida para sobrevivir?
-Es verdad…Pero en ningún lado dice que Judá pretendía que ella fuese una…ramera.
-Es cierto…¿pero qué opciones le estaba dejando?
-Es verdad…No lo había visto así…
Se produjo un silencio de unos tres minutos.
-Bueno, pero casarse con una prostituta como el otro… ¡qué horror! Pensar que tantos la tocaron, la manosearon…la…
-¿A quién se refiere José?
-Rahab…
-Lo escucho…
(Continuará)
Serie “El Psicoanalista de Jesús”:
Que es esto, una novela??..malísima por cierto..