Apego versus desapego

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Historias

Siempre recuerdo, y esto lo saben muy bien los que me conocen, a mi abuela paterna “nuestra Ita”. Ella falleció no hace mucho, en mi vida tuvo rol preponderante, siempre me asombró sus fuerzas y sus ganas de vivir aún en las épocas más difíciles de su vida.

Enviudó muy joven con 2 hijos, trabajó para el Estado, hizo su propio negocio, su hijo mayor se casó muy joven y dependió mucho de su apoyo aún siendo viuda, tanto así que al separarse de su primera esposa le dejó a sus 2 hijos para que ella criara, y así lo hizo, crió a mis 2 primos mayores. Con mi papá no tuvo mucha mejor opción, varias veces nos tocó vivir en su casa porque la situación estaba difícil. Yo terminando el secundario viajé a vivir a Buenos Aires para estudiar en la Universidad, me cuidó y me malcrió mucho, siempre me dio más de lo que tenía.

En esta etapa de mi vida yo la vi perder a mi tío, ( su hijo mayor), y a mi primo, que era el corazón de sus ojos. Y me asombró no la falta de dolor sino la superación del mismo. Sabiendo o esperando que la vida le diera algo más. Aún en sus últimos años siempre fue autosuficiente. Yo, como médico me asombraba de ver sus tomografías de cerebro y lo dañado que estaba por múltiples infartos, y ella seguía ahí. Entera casi hasta el final, cuando vio que su vida dependía de otros, y aún sin querer hacerlo, tiro la toalla y simplemente se dejó llevar. Esta imagen me tuvo pensando en estos días en las definiciones de apego versus desapego en las relaciones interpersonales.

Apego, se define como una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos individuos, por medio de sus interacciones recíprocas, y cuyo objetivo inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. No se trata de un sentimiento inmaterial, sino de conductas observables que comienzan de manera refleja. John Bowlby (1907-1990) fue el primer psicólogo en desarrollar una “Teoría del apego”.​ Desde el punto de vista emocional, el apego surge cuando se está seguro de que la otra persona estará ahí incondicionalmente, lo que facilita que aparezcan la empatía, la comunicación emocional y hasta el amor entre estas personas. Desde el punto de vista cognitivo, la propia existencia de una relación de apego, conlleva a la construcción de un modelo mental de dicha relación, una imagen de cómo es el propio niño, representaciones sobre la figura de apego y una teoría mental sobre la imagen que la figura de apego tiene sobre el niño. El vínculo de apego suele aparecer en torno al año y suele darse entre un niño o niña y sus progenitores/cuidadores. Existe la posibilidad de que la figura de apego cambie a lo largo de la vida. Cada relación de apego tiene sus características específicas, dado que algunos factores como la edad o la interacción tienen mucha influencia. Estas relaciones son muy amplias, pero las más importantes son las de asegurar la supervivencia de la cría, darle seguridad, autoestima y la posibilidad de intimar, es decir, tener una comunicación emocional privilegiada, así como refugiarse en situaciones de angustia o confusión para sentirse seguro.

En contraste con el desapego o indiferencia. El loto simboliza el desapego en algunas regiones asiáticas por su capacidad para elevarse sobre las aguas fangosas y producir una flor inmaculada El Desapego, también expresado como “No-apego”, es el estado en el que una persona suprime su lazo de unión al deseo por las cosas, personas u objetos existentes. El desapego como liberación del deseo y en consecuencia del sufrimiento que éste provoca es un principio fundamental para el budismo, hinduismo, jainismo, taoísmo y bahaismo. En el budismo y los textos hindúes el concepto opuesto se conoce como Upadana, traducido como apego. El apego, la incapacidad para practicar el desapego, se ve como el principal obstáculo hacia una vida serena y plena. Muchas otras tradiciones identifican la falta de desapego con las preocupaciones continuas y la falta de quietud que el deseo y las ambiciones personales producen en las personas.

Ella en su vida supo obligadamente sobreponerse a estos conceptos y aplicarlos aún sin conocerlos o comprenderlos. Cito esta semejanza porque creo que en mi vida tan cambiante por miles de motivos que dieron vuelta alrededor mio, como fueron mudanzas desarraigo, cambios de pueblos, de escuelas, de amigos, de trabajos he hecho un espejo en mi de su conducta y he desarrollado esta capacidad de desapego como mecanismo de supervivencia, en los que los únicos que creo pueden romper los hoy por hoy son mis hijos.

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Especialista en Medicina Familiar. Médico asociado al servicio de Neonatología. Maternidad Meisner. Diplomatura en auditoria médica y garantía de calidad de la atención de la salud, Universidad de Favarolo – Argentina [...]