¿Les ha pasado alguna vez?
Tener que transitar este camino mayormente largo del amor que ha dejado de ser, que se esfumó en el viento, que ha pasado a ser “Amor Muerto”. Que queda respeto, cariño, sin dejar de saber el lugar de importancia que ha ocupado la otra persona en nuestras vidas, o aún conscientes del que seguirá siempre ocupando.
Es que ya no unen ni los caminos, ni los proyectos, más aún sus canciones no son más tus canciones. Tu vida se mueve en otro ritmo, en un canal de enlace distinto y a penas lo que hay al lado es afecto similar al de un hermano, pero del resto se ha esfumado y solo quedan cenizas en el viento.
No se como será la vida, pero siempre lo que sigue es incierto. ¿Cuál es la seguridad que dan los pasos cada día? Si nadie sabe siquiera si va a seguir respirando en unas horas. Anoche de guardia tuve una bebé de 37 semanas me nació llorando en la sala de partos, pero agotada porque había sufrido dentro de su mamá una hipertensión severa que la llevó a una cesárea de urgencia y a sobrellevar una anestesia. Pues me respiró unos minutitos y dejo de hacerlo. Mientras veía como iba agotando sus fuerzas y nunca tomaba ese color rosado que esperamos los médicos cuando atendemos a un recién nacido. Hubo que ayudarla, oxigenarla con máscara y masajear su corazón con “paciencia urgente”, hasta que respondió y se estabilizó gracias a Dios. Es que uno no es dueño de la vida de nadie, ni salva ni mata a nadie, solo hace lo que se puede mientras se pueda por el que está cerca.
Nos arrinconamos en una esquina de la casa dándonos pena de nosotros mismos, ay pobre de mí como puedo estar así con el corazón roto en las manos por culpa del otro. Poéticamente suena novelesco y bonito, pero la vida de cada cual es responsabilidad propia y lo que uno vive o deja de vivir por algo lo permite y algún beneficio me da seguir donde estoy. Es fácil darle culpa al otro que estoy donde estoy por culpa de cual o de tal. Pero en verdad y estando todos ya mayores, nuestra vida es nuestra responsabilidad. Dichosa vida si me da la oportunidad de que la comparta en amor con otro y si no es así y la vida lo dio solo por un tiempo, pues dichoso también que lo has tenido. Pero ahorita la vida es cuenta de cada cuál ante el otro y ante Dios mismo. Amor que se ha esfumado, que ha esparcido cenizas en el humo del fuego y ya no va, seguirá como deba seguir caprichoso su camino.
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