Giuseppe Ingegnieri, Abril 24, 1877 – Octubre 31, 1925, mejor conocido como José Ingenieros fue un representante destacado del pensamiento positivista. Ensayista crítico por excelencia, sus trabajos contribuyeron a abrir el diálogo sobre un sinnúmero de aspectos morales y éticos de la Argentina de principios del siglo XX.
entre sus obras fundamentales se destacan los ensayos sociológicos: El hombre mediocre, Al margen de la ciencia, Hacia una moral sin dogmas, Las fuerzas morales, y Evolución de las ideas argentina.
A continuación las frases de José Ingenieros
- Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente.
- La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
- Es un gran signo de mediocridad dijo Leibniz elogiar siempre moderadamente.
- En la utopía de ayer, se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades.
- La rutina es el hábito de renunciar a pensar.
- No se nace joven, hay que adquirir la juventud. Y sin un ideal, no se adquiere.
- Sin ideales sería inconcebible el progreso.
- Cuando las miserias morales asolan a un país, culpa es de todos los que por falta de cultura y de ideal no han sabido amarlo como patria: de todos los que vivieron de ella sin trabajar para ella.
- Las ilusiones tienen tanto valor para dirigir la conducta, como las verdades más exactas.
- Los hombres mediocres repiten que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
- El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está viejo, irreparablemente. La vida humana representa, la mayor parte de las veces, una ecuación entre el pasado y el futuro.
- La verdad es la más temida de las fuerzas revolucionarias.
- La costumbre de obedecer engendra una mentalidad doméstica.
- Las creencias son los móviles de la actividad humana.
- Hay miserables afanes de popularidad, más denigrantes que el servilismo.
- Los únicos bienes intangibles son los que acumulamos en el cerebro y en el corazón; cuando ellos faltan ningún tesoro los sustituye.
- Los hombres que no son mediocres nunca se obstinan en el error, ni traicionan a la verdad.
- El mediocre aspira a confundirse en los que le rodean; el original tiende a diferenciarse de ellos. Mientras el uno se concreta a pensar con la cabeza de la sociedad, el otro aspira a pensar con la propia. En ello estriba la desconfianza que suele rodear a los caracteres originales: nada parece tan peligroso como un hombre que aspira a pensar con su cabeza.
- Los prejuicios son creencias anteriores a la observación; los juicios, exactos o erróneos, son consecutivos a ella.
- Amar es sufrir amablemente; es gozar de una ansiedad perenne, de un sobresalto siempre renovado.
- La medida justa del hombre está en la duración de sus obras.
Qué puedo agregar al Hombre Mediocre si es mi libro de mesita de luz…