Sandra Abd’Allah-Alvarez: feminismo, raza, discriminaciones, emigración y cultura

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Negra cubana tenia que ser

Entrevistas

Es complicado expresar con palabras lo que sentimos en determinadas ocasiones. Hace unos días se me hizo inmensa la labor de introducir a Sandra Abd’Allah-Alvarez Ramírez, Negra Cubana tenía que ser. Su obra, labor, experiencias y convicciones son tan abarcadoras, vanguardistas y hasta desafiantes, que me atrevería a decir que quedé perpleja y hasta intimidada por semejante personalidad.

Sandra es cubana, licenciada en Psicología y Master en Estudios de Género. Bloguera, activista pro derechos de la mujer, los afro descendientes y la comunidad LGTBI. Fundadora de la primera revista en español en Hannover Azúcar&Kalt.

Sicologia sin P tuvo el gusto de dialogar con la Negra Cubana. Fue una conversación exquisita: feminismo, racismo, apropiación cultural… harto relevante y abarcadora…

A continuación la entrevista

Por qué bloga y por qué “Negra Cubana tenía ser” ¿Qué elementos o conceptos tuviste en cuenta a la hora de elegir el nombre para tu ciber espacio? ¿Qué temáticas debates en este?

“Negra Cubana tenía ser” pretende revertir una frase muy racista que existe en nuestro país que dice “tenía que ser negro” o “tenía que ser negra”, la cual se usa fundamentalmente para reforzar la discriminación racial cuando una persona negra se comporta de una manera “esperable o esperada” por ser precisamente negra.

Yo tomo esta frase, la cambio un tin, le incluyo la palabra cubana y reposiciono cada palabra, para decir que, porque soy una mujer negra y cubana, tengo determinada manera de pensar; entendiendo por ello que mi conciencia racial se desarrolló en el contexto de la sociedad cubana y partiendo, precisamente, de mi identidad racial.

En determinados momentos le he llamado bloga, sobre todo al principio, para posicionarme políticamente, ahora indistintamente le llamo bloga o blog bitácora, y eso pasó a un segundo plano.

¿Qué temáticas debato o pongo sobre la mesa en mi bitácora? Tiene que ver con quién soy yo. Las temáticas soy yo misma y la manera en que he ido incorporando determinadas experiencias en mi vida. En un momento era feminismo negro a pulso. Luego se ha ido incorporando la identidad lésbica cuir, la identidad como migrante, se ha ido desarrollando de manera paulatina mi identidad virtual: Negra Cubana. Muchas personas me llaman de esta manera y para mí es muy importante conservar esta identidad en todos mis espacios, en todas las redes sociales aparezco como Negra cubana. He incorporado otras temáticas que tienen que ver más con la realidad cubana, como puede ser la gentrificación, el trabajo por cuenta propia, la desigualdad, la temática racial y el racismo estructural en Cuba.

Directorio de Afrocubanas: ¿qué motivaciones e incentivos les inspiraron a su creación? ¿Qué impacto ha tenido en la difusión y visibilización de la obra de tantas mujeres como parte de la cultural nacional cubana?

El Directorio de Afrocubanas, lo he dicho en más de una ocasión, es una manera que tengo de devolver a las afrocubanas en forma de agradecimiento a estas mujeres, por todo el trabajo que han hecho, de manera consciente e inconsciente. De esta manera, —personas especialmente mujeres negra y cubanas como yo—, se aprovechen del legado que aquellas han dejado.

Para mí es tan importante hablar de las que ya no están y son fundacionales en el feminismo negro cubano o de determinados ámbitos del quehacer cotidiano de nuestro país, de la región y de manera universal. Es una manera que tengo de retribuirles a estas mujeres y aprender muchísimo de ellas. Yo he conocido cada una de estas figuras porque he tenido que, de manera incisiva, investigar su obra y buscar información no solo en las redes sino también en bibliografías, enciclopedias, directorios, en otros formatos que no son precisamente el digital.

Yo he querido centrarme en las afrocubanas que son y han sido invisibilizadas. Por ejemplo, es muy fácil encontrar información sobre Nancy Morejón porque es Premio Nacional de Literatura y su obra ha sido traducida a varios idiomas, es de referencia internacional en todas las universidades, en muchas de Europa y Estados Unidos se le cita. Sin embargo, hay otras figuras tan importantes como Nancy Morejón, como puede ser la primera neurocirujana latinoamericana que es la doctora Irene Zamalea, santiaguera y ya fallecida, quien fue la primera latinoamericana que ejerció la neurocirugía. Una santiaguera que luego se fue a vivir a La Habana y desarrolló una parte muy importante de su carrera en el hospital Miguel Enríquez, en la barriada de San Miguel del Padrón. Entonces, es una figura completamente invisibilizada, y así hay muchísimas otras.

También me interesan ámbitos del quehacer que también son invisibilizados porque han sido lanzados, históricamente, a la periferia, como pueden ser las curanderas, las santeras o comadronas. Hasta el momento no he encontrado ninguna parte porque, luego del triunfo revolucionario cuando los partos fueron universalmente institucionalizados, esa figura perdió el valor que tuvo hasta entonces y es muy difícil encontrar información sobre algunas. Es por ello que no tengo aún a ninguna en el Directorio de Afrocubanas, pero tienen que existir todavía, al menos en la memoria, mujeres afrocubanas que se desarrollaron en ese ámbito. De esta manera he construido el Directorio de Afrocubanas, y para mí significa un constante aprendizaje.

Me quedó por responderte el impacto que ha tenido el Directorio de Afrocubanas.

El Directorio es un trabajito de hormiga, creo que más allá del impacto que pueda tener en las redes sociales, que puede ser o no confirmado, lo importante es visibilizar las obras. El impacto o los resultados se verán más adelante, no es algo que ahora mismo me preocupe. Yo quiero devolverle al universo eso que me ha llegado como legado, quiero reconocer la obra de las contemporáneas que están luchando ahora muchísimo tanto en Cuba como fuera de la Isla. Entonces en próximos años veremos el impacto.

Sandra, negra, latina, cubana, feminista, emigrante… ¿cómo ha sido tu inserción en la sociedad alemana que dista tanto de la nuestra? ¿Cuántas veces y cómo ha sido tu proceso personal de reinventarte? ¿Qué ha sido lo más chocante y/o difícil en este sentido? ¿Qué gratificaciones, aspiraciones y logros a nivel profesional y personal consideras haber realizado amén de las circunstancias?

Sobre mi vida en Alemania qué decirte. Primero, Sandra es negra, caribeña, cubana, feminista, migrante, lesbiana, socialista, antirracista, cuir, vegana, gorda, soy muchísimas cosas más, poli amorosa, muchísimas…

Sobre la inserción, tengo que decir que he sido una persona privilegiada, que tengo el privilegio de haber estudiado en Cuba, de tener un Máster. Esto se convierte en una ventaja porque aquí en la sociedad alemana el “papelito habla”, lo cual significa que, si se viene sin determinada preparación y sin los documento que la acrediten o  confirmen es muy difícil poder insertarse.

Llegué como no todos los migrantes. También en una situación de privilegio. Estuve un año y medio estudiando alemán, sin la necesidad de tener que trabajar. Vine para acá por cuestiones de amor y mi pareja en aquel momento me apoyaba completamente. Así pude dedicar un año y medio a estudiar alemán, que esa no es la generalidad de las personas que migran a un país como este, donde necesariamente tienes que aprender la lengua si quieres salir adelante.

A los dos años comencé a trabajar; primero como profesora de español en un instituto privado de tutorías y repasos, —la llamada escuelita que hay en Cuba—, y luego pasé en una organización no gubernamental como trabajadora social. Me mantengo trabajando con un contrato por tiempo indeterminado.

Todo esto es una situación de privilegio, lo reconozco, sé que hay muchas personas allí en la calle dándolo todo. Yo tuve la suerte de que mi empleador, mi empleadora, tuvo en cuenta mi título y no necesitó que yo lo revalidara. Además tengo la suerte de trabajar en una ONG que apoya a migrantes y personas refugiadas, o sea trabajo prácticamente en el paraíso, por llamarlo de alguna manera.

Entonces eso me ha hecho más fácil la vida, tengo la comprensión de mis compañeros y compañeras de trabajo, por ser una persona migrante que viene desde el otro lado del Atlántico, que cuando viaja a casa no puedo viajar por dos o tres días, sino que necesito dos o tres semanas.

La sociedad alemana no es una sociedad perfecta. De hecho no creo que Alemania me ha dado ninguna posibilidad sino que yo he labrado mi propio futuro aquí y mi propio presente estudiando muchísimo. También asumiendo el  costo emocional y personal grande y dándole al planeta —y a los seres humanos que me rodean—, todo lo bueno que poseo y de esa manera también estoy recibiendo.

Esta una sociedad clasista, racista, sexista, existen todos los mismos males que pueden existir en Cuba o en otros lares, con sus matices y sus particularidades.

Una de las cosas que más me ha sorprendido es la infelicidad que tienen muchas personas en este país. Yo vivo al norte. Alemania es un país muy grande; entonces hay muchas diferencias a lo largo y ancho del país. Estas personas tienen mucho y creo que no lo valoran lo suficiente. Se dice que el clima tiene que ver con ello. Sin embargo, creo que la felicidad es un estado de ánimo, por llamarla de alguna manera. He estado cuatro veces en Holanda y tengo la sensación de que allí las personas son diferentes, y un país está al lado del otro.

A nivel profesional me siento muy bien. Muchas personas me preguntan: ¿quieres trabajar como psicóloga?, y la verdad no me interesa trabajar como psicóloga, aun cuando sé que ganaría muchísimo más dinero, me interesa tener una vida profesional en la cual yo sea útil. Trabajo específicamente con adolescentes varones refugiados y para mí es muy importante y es también una manera que tengo de resarcir lo que el universo me ha dado.

También participo de muchísimas otras actividades: trabajos voluntarios, continuo con mi activismo, que es en las redes, pero también es en las calles, activismo antirracista y feminista.

Estoy aquí para otras personas, pero en especial para estos jóvenes que son “no acompañados”, o sea están solos en Alemania; provienen de muchos países de África y del mal llamado Oriente Medio; por lo cual me siento bastante cerca y también recibo muchísimo trabajando aquí. Recibo porque vienen de culturas que de alguna manera son cercanas a la mía. He aprendido de todo, aún lo que te parezca más lejano, en estos 3 años que estoy trabajando en esta organización, que me brindó ayuda cuando no trabajaba y a la cual me acerqué a buscar ayuda como migrante. Fui con mis títulos bajo del hombro para ver qué podían hacer por mí, me ayudaron a hacer mi primer currículo, a hacer trabajos voluntarios en organizaciones para incrementar la calidad de mi idioma alemán.

¿Cómo se ha apropiado Sandra de la cultura alemana? ¿Cómo siente Sandra el feminismo alemán? ¿Cómo enfrenta en el día a día el racismo y la xenofobia?

Bueno yo no me he apropiado de la cultura alemana, de la cultura alemana no propiamente, provengo de una cultura que es demasiado rica como para apropiarme de otra. Eso sí, he disfrutado muchísimo las otras culturas que hay en este país, como pueden ser otras latinoamericanas y caribeñas; las del mal llamado “Oriente Medio”, o sea, de países como Iraq, Irán, Turquía; como pueden ser culturas de países africanos: Somalia, Ghana, Nigeria, Níger, Guinea, etc. No es que me haya apropiado sino que he entrado en contacto personas de estas culturas, también de Polonia, Ucrania, de la extinta Unión Soviética, lo que hoy es Rusia. Ese es mi cotidiano aquí.

En Alemania viven muchísimas personas que proceden de otros países. Verdaderamente alrededor mío hay muy pocas personas alemanas. Mi burbuja, como le llamo, está básicamente conformada por personas que vienen de otros países o sus familiares. Algunas han nacido aquí y de alguna manera conservan sus orígenes.

¿Cómo me enfrento al racismo y la xenofobia? Como mismo me enfrentaba en Cuba. Claro que aquí hay instrumentos legales y no es tan fácil que una persona te pueda decir ni un chiste ni una frase racista. Una tiene otras maneras de entender el racismo aquí, de marcar, de darse cuenta cuándo está siendo racializado, cuándo la otra persona está siendo racista. Por ejemplo, en la búsqueda de apartamentos hay muchísimo racismo y xenofobia, también mucho desconocimiento, el cual conduce a comportamientos racistas. Sin embargo, aquí hay instrumentos legales para protegerse y es bien diferente de lo que sucede en Cuba.

En Cuba el racismo forma parte desgraciadamente del cotidiano más increíble y las personas creen que es chiste o es cultura o es tradición o no sé qué. E racismo. Es discriminación racial. Son actitudes, prejuicios y creencias racistas.

En tu opinión y desde tu experiencia ¿vives en un país donde progreso económico, desarrollo socio-cultural y libertad van de la mano?

Yo no sé qué responderte a esta pregunta.

Si, supuestamente se le llama la locomotora de Europa, estoy en un país que tiene determinado “desarrollo económico”, lo pongo entre comillas, a base de la explotación, de la expropiación, de la expoliación, de todos los –ción- habidos, de otras naciones, de otros países, de otros grupos poblacionales, de otras zonas geográficas.

Recordemos que Alemania participó de la colonización, específicamente de territorios en África de lo que hoy se conoce como Namibia y zonas aledañas. Por tanto Alemania también tiene una historia colonizadora. En estas nuevas maneras de ser neocolonial, este país tiene un papel rector en lo que se llama Unión Europea, donde también hay conceptos que son coloniales.

Hay un concepto que se maneja muchísimo en la sociedad alemana “la integración”; concepto que odio, porque se quiere vender como muy bonito, bueno… Se refiere a las personas extranjeras que al arribar tienen como meta impuesta que se integren. Sin embargo, esa “integración” supone la asimilación de la sociedad y cultura alemanas como si esa persona fuera una tabla rasa: se comporte, entre comillas, como “un alemán”. Lo anterior es xenofobia, racismo, colonización, es todo a la vez. Por eso es un concepto que yo jamás utilizaría, que odio, que estoy en contra de él.

La sociedad alemana es una sociedad “inclusiva” que, como funciona sobre la base de la “democracia”, —y entrecomillo también este concepto—, no le queda más remedio que aceptar que tú existes, estás aquí. No obstante hay muchísimas maneras en las que se opone a que una esté aquí. Entonces, cuidado.

Libertad mucho menos, o sea, en mi opinión la cuestión de la libertad necesita de una entrevista. Hay puntos que ya tengo más o menos claros, pero hay otros en los cuales estoy como en tránsito; no solo porque tu libertad pone en riesgo la libertad de los demás, sino porque me pregunto ¿qué es la libertad para esta sociedad hegemónica, blanca, racista, sexista? Me gustaría mencionar aquellas culturas donde se habla de la libertad de grupos y no de personas individuales, donde libertad —entre comillas—, se negocia y los límites son no dañar a la naturaleza, no dañar a determinados grupos minoritarios dentro de esos grupos. Dado lo anterior es que me cuestiono el concepto actual de libertad si existiese algún concepto.

Háblame de tu concepto de apropiación cultural… personas de piel blanca con dreadlocks y/o atuendos rastas, en prácticas de determinados ritos religiosos, etc… mujeres negras con pelos lacios y rubios. ¿Qué consideraciones tienes al respecto? ¿Cuál es la brecha y/o diferencia entre apropiación cultural, ideal de belleza y moda o trending?

Sobre la apropiación cultural en mi blog hay varios artículos sobre el tema.

Los conceptos que están asociados al racismo estructural no se pueden relativizar. No se puede decir que mujeres blancas con dreadlocks significa lo mismo que mujeres negras con el cabello rubio; eso es lo primero que te tengo que señalar, porque el racismo es estructural y el racismo dice que en dependencia del color de la piel las personas tienen tienen un valor. Se Se trata de una estructura a lo largo y ancho de la sociedad, o sea, las relaciones que se establecen entre los seres humanos. La persona blanca representa la hegemonía blanca, el poder. Este últomo, en esta sociedad patriarcal que tenemos donde el racismo es estructural, es blanco. La persona negra ha sido lanzada a la periferia. Es un sujeto completamente periférico. Entonces no se puede relativizar.

Lo pondré más fácil a ver si me explico: es como cuando hablamos de violencia de género y el rol del hombre que violenta y el de la mujer que es violentada. Aun cuando esa mujer le de un tiro al hombre que la ha estado  violentando por 5 años, esa violencia que ella ejerce no es primigenia, es resultado de la violencia a la cual ella ha estado sometida.

En este sentido no es posible decir que las mujeres negras se apropian de los cabellos lacios o rubios. La apropiación —como el racismo y la violencia de género—, van solo en un sentido; desde quien tiene el poder a quien es el sujeto subordinado.

Entonces la apropiación cultural se refiere a cuando personas con ese poder se apropian de los resultados de una cultura a las cual no pertenecen. Te estoy hablando de la manera más clara, hay casos un poco más complicados.

En el caso más común, es un sujeto blanco u “occidental” que se apropia de una cultura a la cual no pertenece o con la cual tiene lazos filiales porque es nieto de… o porque está casado con…y comercializa esa cultura. A la vez que comercializa, dicha persona utiliza todo el bagaje histórico, económico que tiene su hegemonía, comercializa una cultura que no es de ella, partiendo del hecho de que utiliza todo un entramado de ventajas que tiene para ello y recibe beneficios por eso. En ese momento una persona originaria está dejando de recibir los beneficios y reconocimientos que le corresponden. Por lo tanto, que una persona no originaria se dedique a comercializar un producto de este tipo, está dejando automáticamente a una originaria sin esa posibilidad.

Por otra parte, la apropiación cultural constituye una manera de reproducir —aún más— la hegemonía. Te encuentras escuelas de todo tipo que son conducidas, comercializadas por personas blancas y te preguntas: ¿dónde está el sujeto? No existe. Las personas blacnas con dreadlocks son personas socialmente aceptadas. En todo caso se dice: “ay qué bueno es”, “qué solidario”, “qué positivo”, “qué progresista”. Sin embargo, las personas negras con dreadlocks son vistos como: “¿se bañará?”, “¿se lavará la cabeza?”, “¿tendrá peste?”, “¿será que se le meten insectos dentro del pelo?”, “no puede trabajar en la recepción de un hotel con esos pelos así”…

El privilegio de ser blanco hace que esa persona con dreadlocks sea vista como progresista, alternativa y demás. Como ser negro no es hasta el día de hoy un privilegio en la sociedad patriarcal, entonces es visto como sucio, desaliñado, todo lo negativo que uno se pueda imaginar.

En ese sentido es que la apropiación cultural viene a ser un fenómeno que asesina no solo culturas, sino además seres vivos, a esas personas que han estado toda su vida conservando una tradición y que de pronto llega una persona blanca, se monta una empresa de tejidos que originalmente son de una población autóctona de México, Guatemala, Senegal.

Entonces no solo significa: te voy a expropiar de tu vida, es que te voy a expropiar hasta de tu cultura. Sería la esclavitud del siglo XXI. Como ejemplo está el de la quinoa. La quinoa en un producto súper alimenticio y buenísimo para la salud. De pronto en las poblaciones originarias está siendo muy difícil conseguirla porque los precios están muy elevados dado que se exporta, en cantidades inimaginables y ferozmente, para “occidente”. Eso es una apropiación cultural.

¿Cómo yo lo resuelvo a nivel personal? Me voy a comprar la quinoa a tiendas donde se trae específicamente desde quien la produce, no entra en la red capitalista anteriormente descrita, aunque yo sé que es también capitalismo —ya desde el hecho que la estoy consumiendo es capitalismo, la estoy comprando aquí en Europa, en Alemania; yo lo sé. Esta la manera que tengo de paliar un tanto mi contribución —lamentable— a la cadena de explotación.

Racismo, equidad y justicia social y feminismo en Cuba… ¿Qué retos aún debe asumir la isla en este sentido?

Para mí el principal reto en este momento relacionado con el feminismo en Cuba, la equidad y la justicia social tiene que ver con este ámbito profesional del cual tú y yo somos parte —porque los dos estudiamos Psicología— donde continúan estos discursos coloniales.

A pesar de que Cuba tuvo dos guerras de independencia y una revolución social, ese pensamiento colonial sigue vivo y te voy a poner un ejemplo sencillo: hace dos o tres días una persona también de nuestro ámbito profesional me reclamaba y decía que yo era “grosera” y “vulgar”. Uso entre comillas, porque tanto el concepto de vulgaridad como de lo que es grosero o no, también son conceptos formulados desde una hegemonía blanca que quiere controlar al otro sujeto.

Yo le decía a esa persona, ¿grosera vulgar?, ¿de verdad?. Para mí eso es sencilla y llanamente más control: “no me gusta la manera en la que te conduces”, “no me gusta la manera en la que hablas”; entonces te tengo que poner una etiqueta para hacerte sentir mal.

A mí de verdad no me hace sentir mal porque yo sé que estoy siendo irreverente, diferente. Las personas no pueden lidiar con esta diferencia y con esa irreverencia. Más cuando estás en ámbitos profesionales en los que tener un doctorado o tener una silla en el decanato de una facultad o en la rectoría de una universidad quiere decir que eres muy inteligente y exitosa.

Esas son formas colonizadas de entender el pensamiento y el desarrollo humano —ya las palabras “desarrollo” y “desarrollo humano”, eso es puro colonialismo—. Entonces esa persona necesitaba decir eso para expresar su incomodidad con mi manera de ser.

Yo, como le explicaba a mi pareja, tengo varios niveles de registro. Decidí hacer una maestría porque hay algo que dice que las herramientas del amo no ayudan a desbaratar la casa del amo, pero te ayudan a entender cómo el amo piensa, y entender cómo el amo piensa te ayuda a desbaratar su casa. Entonces en eso estoy y llevo muchos años. Por esa razón hice una maestría de género, aun cuando mi ejemplo más feminista fue mi madre que crió 5 hijas y un hijo sola. Ella no tuvo que ir a ninguna escuela de feminismo, ni nada por el estilo; su lucha diaria fue feminista; y me avizoró todo por lo que yo iba a pasar en la vida, porque era una mujer negra en un barrio periférico y sin recursos económicos.

Retornando a la colonización del pensamiento en determinados ámbitos profesionales, pensar que la otra persona es “grosera” porque soy profesora universitaria y no entiendo que la otra persona pueda poner en su boca una palabra como “tortillera”, yo lo considero el reto fundamental del feminismo y los ámbitos profesionales en Cuba.

A mí no me interesa mantenerme en los ámbitos profesionales. Muy extrañamente digo que soy Licenciada en Psicología, que tengo un Máster en Estudios de Género, muy extrañamente. A mí lo que me interesa es el aquí, el ahora diario, personas que están luchando allá fuera, que no tienen qué comer o que si tienen qué comer pero les cuesta muchísimo; quienes están luchando por sus propias vidas, por las de sus familias; que están allí en esa Colombia en la que ser líder o lideresa social puede conllevar a que te den un tiro en la cabeza; en ese Brasil o en esa Cuba, que por organizar una besada en la calle, la seguridad puede tocar a la puerta de tu casa.

Entonces, regresando a tu pregunta, esos son los retos fundamentales que para mí tiene la justicia social y la equidad en Cuba. Si voy a adentrarme un poquito más en el tema del feminismo, el feminismo cubano para quienes están fuera de Cuba, se reduce a la Federación de Mujeres Cubanas y a las feministas académicas que van de un evento a otro hablando de las mujeres cubanas. Cuando tú miras esos estudios de las feministas académicas cubanas, ahí no están ni las trans, ni las negras, ni las lesbianas, ni las, ni las, ni las… y si estamos presentes es tan sólo en dos oraciones.

Puedes hacer un ejercicio y tomar en los últimos cinco años el 8 de marzo. Busca los artículos que se han publicado, para que veas, las otras que no aparecemos, y si aparecemos en tres oraciones, para limpiar la conciencia. Lo anterior constituye un reto dentro de feminismo cubano.

¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo invisibilizadas? Estamos siendo invisibilizadas porque no quieren de ninguna manera “virar la tortilla” y cuando digo virar la tortilla, es que no quieren de ninguna manera que las personas que están en la calle haciendo feminismo sean reconocidas o sean conocidas porque les desbaratan la casa a las amas, a los amos.

Hay muchísimas feministas negras cubanas que están en la calle trabajando y hay iniciativas interesantísimas como Nosotrxs, Casa Mirarte Tomada. Existen numerosos proyectos, muchísimas personas, negras, feministas, cuir, está el proyecto de Damián Sainz Cineclub Cuir…

Yo espero que pronto dichas experiencias de activismos no estén más en la periferia. Cada vez más estamos tomando las redes sociales. Yo te puedo dar ahora mismo 20 nombres de personas que están haciendo activismo antirracista, feminismo negro, feminismo cuir, activismo cuir, ahí en las calles de Cuba. Esos son los retos fundamentales y por ahí es que va la equidad y la justicia social.

A modo de conclusión qué mensaje les compartirías a los emigrantes cubanos dispersos por el mundo… ¿Cómo nos realizamos y reinventamos como individuos en tierras y sociedades tan adversas y a la vez cómo desde la distancia apoyamos y participamos en la realización de una Cuba más bella, más libre… más para y más de los cubanos?

Yo estoy a no sé cuántos kilómetros de distancia. Voy dos veces al año a Cuba; trabajo sobre Cuba; escribo sobre Cuba; investigo, o sea, no me siento en la distancia en este mundo globalizado donde un clic de Internet te hace estar en la Isla, sin querer menospreciar a la gente que está allá adentro dándolo todo y que siempre tienen mi apoyo. Un ejemplo de esto último es el Directorio de Afrocubanas, otro son los post que subo en Negra cubana tenía que ser, las convocatorias, lo que escriben mis hermanas; ellas saben que mi blog es una plataforma que siempre va a estar abierta para sus textos.

Esto que me dices de un mensaje para los emigrados cubanos dispersos por el mundo… Cada cual tiene razones diferentes por las cuales emigró, razones diferentes para mantenerse en esos países. Yo no tengo nada que decirles. Cada cual sabe lo que puede hacer, lo que debe hacer. Te digo sinceramente que no tengo un mensaje así general. No lo tengo.

Yo creo en estas cosas, trabajo para ello e invierto muchísimo amor y recibiré y recibo amor por ello. Muchísimas gracias por la entrevista, ojalá puedas transcribir todo esto.

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RaudeJuana La CubanaLa Negra Revoltosamm Recent comment authors
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Creo que toda sociedad y vínculo humano pasa por normas que establecen los límites necesarios como el respeto al otro. Fue una necesidad histórica de la sociedad humana para su funcionamiento. La grosería y la vulgaridad al dirigirnos a otros es irrespeto y violencia. Y no creo que ninguna causa por justa que sea deba librarse así. Le resta a la causa en lugar de aportarle. Entender que es colonialismo el concepto de vulgaridad enrarece una lucha muy legítima con productos de la subjetividad personal, que es quien verdad entiende así, lo que es simplemente la lógica universal de las… Read more »

La Negra Revoltosa
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La Negra Revoltosa

Me niego a hablar
con el colonizador
el quiere enseñarme
el espejo
para hacerme reír
para juntar mis brazos libres
a una cadena
saltaré como me enseñó mi padre
mataré como me enseñó mi madre
guerrero pantera seré
sin el olvido de la razón

Eloy Machado (El Ambia)

Juana La Cubana
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Juana La Cubana

Una entrevista buenísima, hermana, muy humana y modesta, muy cierta y acertada. Botaste la pelota de verdad. Aquí no hay desperdicios! “A pesar de que Cuba tuvo dos guerras de independencia y una revolución social, ese pensamiento colonial sigue vivo y te voy a poner un ejemplo sencillo: hace dos o tres días una persona también de nuestro ámbito profesional me reclamaba y decía que yo era “grosera” y “vulgar”. Uso entre comillas, porque tanto el concepto de vulgaridad como de lo que es grosero o no, también son conceptos formulados desde una hegemonía blanca que quiere controlar al otro… Read more »

Raude
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Raude

Las normas son blancas, racistas, sexistas, ableistas, xenofobicas, capacitistas, edadistas, etc. El gran fracaso de la humanidad es la sociedad en la que vivimos y el patriarcado como organizacion social. Esas normas basicas implican subordinacion, silenciamiento, invisibilizacion. Bienvenido el caos, que se vire la tortilla si se tiene que virar, como dice Negracubana.
Abajo las #whitetears

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